RECETAS DE COCINA

Recetas de cocina con los vegetales que cultivamos

  • Caviar de berenjena ruso: adictiva receta vegetariana para mojar pan sin parar

     

    Caviar de berenjena ruso: adictiva receta vegetariana para mojar pan sin parar

    Fuente: Receta publicada en Directo al paladar

    Vuelvo a sumar una nueva receta a mi repertorio de platos favoritos con berenjena. No lo puedo evitar, tengo la necesidad de probar todas las variantes que me encuentro para cocinar esta hortaliza, especialmente si potencian la melosidad de su carne. Y el caviar ruso de berenjena cumple con creces esa premisa.

    Ya sabemos que las berenjenas ofrecen mucho juego a la hora de preparar salsas, cremas y dips para mojar; esta propuesta con aires rusos casi podríamos clasificarlo dentro de las variantes de pisto, aunque también me recuerda a la morcilla de verano. Tiene un ingrediente que le da un toque muy particular: las semillas de cilantro o coriandro en grano, crujientes y aromáticas, con matices ácidos que ensalzan la base de hortalizas.

    La autora reivindica los sabores de la cocina de Europa del este con platos como el que comparte, una típica guarnición o acompañamiento vegetal para compartir en un menú más completo. Aunque las semillas de cilantro no son tan típicas en la cocina rusa, parece ser el toque secreto de su madre que enriquece mucho más los profundos sabores de la receta. Yo la he adaptado un poco a mi gusto, pues no tiene más complicación que la paciencia para no meter prisa a la cocción.

    Ingredientes

    Para 4 personas

    • Cebolla dulce1
    • Pimiento rojo mediano1
    • Diente de ajo 3
    • Berenjena grandes o 4 medianas 3
    • Tomate triturado 125 ml
    • Tomate concentrado 15 ml
    • Caldo de verduras o agua, cantidad necesaria
    • Cilantro en grano 1 cucharada (o al gusto)
    • Cilantro fresco o perejil
    • Eneldo fresco (opcional)
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Pimienta negra moida
    • Sal

    Cómo hacer caviar ruso de berenjena

    Dificultad: Fácil

    • Tiempo total 1 40 m
    • Elaboración 10 m
    • Cocción 1 30 m

    Lavar y secar bien las berenjenas, el pimiento y las hierbas frescas. Picar la cebolla en piezas pequeñas, picar también los dientes de ajo muy finos y machacar el cilantro en grano en un mortero, dejando trocitos más enteros. Cortar el pimiento en cuadrados y las berenjenas en cubos no muy grandes.

    Calentar dos cucharadas de aceite en una sartén o cazuela amplia y pochar la cebolla con una pizca de sal hasta que esté transparente, durante unos 5-8 minutos sin prisas. Añadir el pimiento y el ajo, y cocinar unos 10 minutos. Incorporar el cilantro y remover durante un par de minutos.

    Agregar la berenjena, salpimentar ligeramente y remover a fuego vivo para que empiece a coger color. Añadir el tomate triturado, el tomate concentrado y un poco de agua o caldo -muy poco-. Remover, llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocinar lentamente durante unos 60-70 minutos.

    Remover de vez en cuando y añadir algo más de líquido según lo vaya necesitando. Tiene que quedar una consistencia melosa, pero no aguada. Vigilar que no se pegue al fondo. Al final de la cocción agregar un puñado de perejil o cilantro picado. Ajustar el punto de sal y servir con eneldo fresco (opcional).

    Con qué acompañar el caviar de berenjena

    Este delicioso caviar ruso de berenjena podemos tomarlo como entrante, guarnición de carnes y pescados o como parte de un menú a base de picoteo. Está muy bueno tanto caliente como más templado o incluso enfriado en la nevera -procurando no servirlo muy helado-, ya reposado, untado en un poco de pan. Con unos huevos o garbanzos cocidos tendríamos un plato sencillo bien completo.

     

     

     

  • Receta de crema de coliflor al azafrán, un plato de cuchara repleto de sabor

    Receta de crema de coliflor al azafrán, un plato de cuchara repleto de sabor

    Artículo pubicado en Directo al paladar

    Cualquier época del año es buena para cremas y sopas, así que en casa suelen caer estos platos varios días a la semana. En otoño e invierno, bien calientes, y tibias o fresquitas en primavera y verano. Hoy nos decantamos por esta sencilla receta de crema de coliflor al azafrán, que sienta de maravilla y resulta menos indigesta que si tomamos dicha verdura cocida o en otra preparación.

    Por supuesto podéis aliñarla como más os guste y si en vez de dar un poco de color o sabor con las hebras de azafrán preferís condimentar con cualquier otra cosa, como por ejemplo queso, también queda una receta exquisita. Es un plato que además podéis hacer con antelación, lo que supone un ahorro importante de tiempo si se prepara el fin de semana para tomar cualquier otro día.

    Ingredientes

    Para 4 personas

    • Coliflor 1
    • Cebolla 1
    • Puerro 1
    • Dientes de ajo 2
    • Agua o caldo de verduras 1 litro
    • Azafrán en hebras
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal
    • Pimienta negra molida
    • Cebollino para deocorar

    Cómo hacer crema de coliflor al azafrán

    Dificultad: fácil

    Tiempo total 55 minutos

    Elaboración 15 minutos

    Cocción 40 minutos

     

    Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo. Limpiamos y lavamos el puerro, lo troceamos también, reservando un tercio aparte sin picar. Separamos la coliflor en tallos que limpiamos, lavamos y cortamos también. En una cazuela amplia calentamos el aceite y rehogamos unos minutos la cebolla, el puerro y el ajo.

    Agregamos la coliflor y la sofreímos unos minutos, salpimentamos. Echamos el azafrán, damos unas vueltas y vertemos el caldo de verduras o agua. Tapamos y dejamos que se haga el conjunto unos 20 minutos o hasta que la coliflor esté tierna. Trituramos la mezcla, cocemos durante cinco minutos más la crema y rectificamos de sal si es necesario.

    Doramos en una sartén el puerro que teníamos reservado, cortado en tiras y adornamos con él la crema justo en el momento de servirla. También podemos adornar con un poco de cebollino picado y queso rallado.

    Receta de crema de coliflor al azafrán paso a paso

     

    Con qué acompañar la crema de coliflor al azafrán

    Este tipo de cremas hay que servirlas bien calientes para que nos sienten bien y reconforten en los días de frío. La crema de coliflor al azafrán se puede tomar tanto como primer plato o como única comida para una cena ligera. Congela perfectamente, así que si os apetece hacer cantidad no hay problema, ya que luego podéis conservarla en recipientes aptos para congelar y tenerla lista para otra ocasión.

     

     

  • Receta de arroz con pisto

    Arroz con pisto

    Receta de arroz con pisto

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    Este arroz con pisto es sencillo y está realmente delicioso. Con unas hortalizas y una maravillosa materia prima el éxito estará garantizado.

    Un arroz con pisto es una sencilla y saludable opción para preparar una comida rápida con todo lo necesario para triunfar. Vamos a acompañar un arroz convencional, podemos usar la variedad que más nos guste, desde un basmati a una opción integral con una mayor aportación de fibra, de una fuente de buenas propiedades. Mezclaremos esta base con unas hortalizas repletas de sabor y de alegría. La berenjena y el calabacín no pueden faltar en un pisto que quedará especialmente bien con un poco de tomate y cebolla. Toma nota de cómo se prepara un increíble arroz con pisto de forma rápida y fácil.

    Ingredientes:

    • ½ kg de arroz
    • 2 berenjenas
    • 1 calabacín
    • 200 gr de tomate triturado
    • 1 pimiento verde
    • 1 cebolla
    • Aceite
    • Sal

    Cómo preparar un arroz con pisto

    1. Vamos a cocinar este arroz con pisto al microondas para que sea mucho más sencillo y rápido de preparar. No vamos a necesitar nada más que un recipiente adecuado y atrevernos con esta nueva de cocinar un arroz.
    2. Ponemos el medio kilo de arroz en un recipiente apto para microondas lo acompañamos del doble de agua. Las medidas siempre deben ser las mismas, el doble de liquido que de arroz. Añadimos la sal al gusto y un poco de aceite.
    3. Cocinaremos este ingrediente en el microondas a máxima potencia durante 12 minutos. Dejaremos que pasado este tiempo repose y absorba todo el líquido. La calidad del arroz es la que marca la diferencia en estos platos. Un arroz de la variedad ‘bomba’ es un poco más caro, pero nos aseguraremos el éxito más absoluto.
    4. Prepararemos mientras el resto de las verduras. Podemos hacerlo a la vez en una sartén con un poquito de aceite. Empezaremos pelando y cortando muy finita la cebolla, la primera que incorporaremos en la sartén para que se poche.
    5. A continuación, pondremos el pimiento verde cortadito en taquitos, le dará color y se seguirá cocinando. Le llegará en turno a la berenjena y el calabacín. Uno de los trucos caseros más destacados sobre la berenjena es cortarla y ponerla en un colador para que pierda ese amargor característico. Con un poco de sal conseguiremos que quede mucho mejor.
    6. Incorporamos la berenjena y el calabacín cortados en cuadraditos. Pasados unos minutos le llegará el turno al tomate triturado. Rectificaremos de sal y pimienta, dejaremos que se cocinen unos 8 minutos.
    7. Cuando tengamos el arroz listo lo añadimos a la sartén. Mezclamos bien hasta tener un arroz con pisto, fácil y delicioso. Servimos en caliente o en frío siempre quedará maravilloso.

  • Salsa pesto con albahaca morada

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    Dentro de la cocina tradicional italiana, una de de esas recetas que han traspasado fronteras es, además de la pizza, la salsa pesto. Aunque es originaria de la región de Liguria, su empleo se ha extendido, no solo por toda Italia, sino por el resto del mundo. Hoy he preparado una tradicional salsa pesto de albahaca morada, una variedad que no se diferencia del original más que en el tipo de albahaca.

    Se trata de una salsa muy sencilla, que consta de seis ingredientes incuestionables, un buen aceite de oliva, un buen puñado de albahaca, piñones, una pizca de sal, una buena cantidad de queso Parmesano y/o Pecorino y una puntita de ajo crudo. El proceso no radica más que en machacar o moler los ingredientes hasta formar una pasta. Si queréis saber un poco más acerca de la albahaca, echadle un vistazo al siguiente enlace, desde Salud Mundo, nos cuentan un montón de cosas sobre cómo usar, propiedades y nutrientes de esta estupenda planta.

    A partir de esta receta existen multitud de variaciones para preparar otros pestos, como el de tomates secos y pimientos, sustituyendo los piñones por otros frutos secos, o reemplazando la albahaca por alguna otra hierba. Como resultado una salsa perfecta para acompañar cualquier tipo de pasa, y hasta diría más, como acompañamiento de tostas o ensaladas, estaría increíble. Ya me contaréis con que os gusta tomarla, espero que la disfrutéis.

     

     

    RACIONES: 4 

    DIFICULTAD: baja

    TIEMPO: 15 minutos

    SALSA PESTO DE ALBAHACA MORADA:


    • 10 o 12 HOJAS DE ALBAHACA FRESCA
    • 50 gr. PIÑONES
    • MEDIO DIENTE DE AJO PEQUEÑO
    • 100 ml. ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA
    • 50 gr. QUESO PARMESANO
    • SAL

    1.- En un mortero incorporamos los piñones, la sal y el ajo ligeramente troceado. Machacamos bien hasta formar una pasta lo más molida posible. Si no tenéis mortero o queremos reducir al máximo el trabajo, podremos utilizar la batidora para machacar los ingredientes. La textura no será la misma pero el sabor será igual de perfecto.

    2.- Añadimos la majado las hojas de albahaca y el aceite de oliva y removemos bien.

    3.- Incorporamos el queso Parmesano rallado y mezclamos con el reto de la salsa hasta que se incorpore perfectamente. Es importante que añadamos el queso en el momento en que vayamos a utilizar la salsa, podremos preparar la base con antelación y añadir el queso en el último momento. Si dejamos demasiado tiempo el queso macerando en el pesto, este se volvería un poco ácido.

    Servimos la salsa para acompañar a todo tipo de pasta.

  • Tortilla de lechuga

    POR ANA MARÍA GUTIÉRREZ GARCÍA /  MARTES, 30 ABRIL 2019 / 

     

    Tortilla de lechuga receta (2)

    Tortilla de lechuga,  una receta muy fácil de hacer y rápida de preparar, si nunca la habéis hecho os va a sorprender por lo buena que está esta tortilla.

    La semana pasada compramos habas a un vecino en Churriana de la Vega y nos regaló unas lechugas, estaban recién cortadas y pensé hacer algo con ellas diferente, así que preparé esta tortilla que además de lechuga lleva cebolletas, también recién cogidas de la Vega de Granada.

    Espero que os guste y que os animéis a probarla, a continuación os dejo con la receta de Tortilla de lechuga explicada con fotografías paso a paso para que os quede de diez.

    Tortilla de lechuga. Receta explicada paso a paso

    Ingredientes

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    • 6 huevos
    • 2 cebolletas
    • 1 lechuga
    • Sal
    • Aceite de oliva virgen o virgen extra

    Cómo hacer Tortilla de lechuga

    Pelamos las cebolletas y cortamos en juliana fina, las cocinamos a fuego muy suave en una sartén con un poco de aceite

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    Mientras limpiamos la lechuga, retiramos las hojas exteriores, el resto lavamos bajo el grifo de agua

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    Escurrimos y cortamos en trozos.

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    Cuando la cebolleta esté, añadimos la lechuga

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    Salteamos dos o tres minutos.

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    Batimos los huevos con un poco de sal

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    añadimos la cebolleta y la lechuga, mezclamos bien

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    Vertemos  en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen o virgen extra

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    Dejamos que se haga por un lado, ponemos un plato encima, le damos la vuelta y volvemos a poner en la sartén

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    Dejamos que se cuaje la tortilla, dejadla a vuestro gusto, a nosotros en casa nos gusta que quede muy jugosa.

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    Ya sólo queda cortar

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    Y servir esta Tortilla de lechuga

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    Espero que os haya gustado y que os animéis a cocinar esta tortilla.

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  • 11 recetas con calabaza fáciles y rápidas para comer sano y rico

    Danny Salas  @dannsac

    La calabaza es un alimento altamente nutritivo y con muy pocas grasas. Las propiedades de la calabaza son muy buenas para nuestra alimentación, ya que se trata de un alimento con muchos nutrientes, proteínas, y tan solo unos 0.5 gramos de grasa por cada 100 gramos de calabaza.

    La calabaza se recolecta a finales de otoño, que es su mejor momento para el consumo y cuando más rica esta. Es cuando deberíamos consumirla más, ya que es ahí cuando más la vamos a disfrutar y podremos obtener todos sus beneficios, tanto nutricionales como organolépticos.

    Para gustos, colores, pero en general la calabaza es un alimento que suele gustar mucho. Es perfecto para hacer que nuestros hijos coman verduras y hortalizas (aunque en realidad la calabaza es una baya), por su buen sabor y las posibilidades que nos da para cocinar.

    Recetas con calabaza

    Debido precisamente a su sabor y su versatilidad os vamos a proponer 11 recetas con calabaza, todas ellas fáciles de preparar, muchas rápidas. Estas recetas calabaza están exquisitas y veréis que gracias a ellas conseguís convertir la calabaza en uno de vuestros ingredientes favoritos de la cocina.

    Receta de crema de calabaza fácil

    Empezamos por uno de los mayores clásicos de este producto, la crema de calabaza. Hacer una crema de calabaza es en realidad muy fácil, pero hay que tener en cuenta algunas cosas importantes.

    A algunos les gusta solo con calabaza, pero yo prefiero utilizar otros ingredientes para darle más cuerpo y sabor a la crema, y ya de paso aprovecho el caldo sobrante para otras recetas. Sin lugar a dudas la mejor forma de empezar con las recetas de calabaza.

    Aquí te contamos paso a paso la receta de crema de calabaza.

    Crema de calabaza en Thermomix

     

    Si tienes una Thermomix y quieres jugar al más fácil todavía, hacer una receta de crema de calabaza será tan fácil como echar los ingredientes y seguir unos sencillos pasos.

    Con esta receta de crema de calabaza para Thermomix ya no hay excusa que valga para no comer calabaza.

    Receta de calabaza con nueces y cheddar

    Cuando empezamos a utilizar mucho la calabaza en nuestras recetas, estas empiezan a pedir otros ingredientes para darles más gracia o conseguir otros sabores.

    Es cierto que utilizar solo calabaza sin añadir ninguna grasa resulta en platos muy sanos, pero utilizar grasas como el queso de vez en cuando y sin abusar ayudan a que podamos utilizar más la calabaza sin cansarnos de ella.

    Por eso os proponemos esta riquísima receta de crema de calabaza con nueves y cheddar, veréis qué delicia.

    Crema de calabaza con curry y jengibre

    Empezamos a darle una vuelta de tuerca a la clásica crema de calabaza, y es que podemos hacer recetas con calabaza mucho más allá de las más conocidas y repetidas.

    Con un simple toque de curry y jengibre podemos conseguir esta espectacular receta con toques orientales y un sabor espectacular.

    Sigue aquí paso a paso la receta de crema de calabaza con curry y jengibre.

    Sopa de calabaza y quinoa

    Y si nos ponemos a rebuscar un poco más podemos añadir ingredientes tan interesantes como la quinoa y conseguir una espectacular sopa de verduras donde la calabaza tiene el protagonismo, que con la quinoa se convierte en un plato más interesante, sano y rico.

    Esta receta de sopa de calabaza con quinoa es fácil de hacer y está lista en total en solo 30 minutos, por lo que se convierte en una opción perfecta para conseguir una cena rápida, saludable y rica.

    Receta de calabaza rellena

    Si lo que tenemos es poco tiempo para preparar pero sí algo para dejar que la calabaza se haga en el horno, esta receta de calabaza es perfecta.

    Se trata de una calabaza rellena muy fácil de hacer que lleva espinacas, cebolla, setas, patatas y pipas de calabaza.

    Está riquísima y no puede ser más sencilla. Aquí tienes la receta de calabaza rellena paso a paso.

    Risotto de calabaza

    Ojo porque estamos ante una de mis recetas favoritas con calabaza. Se trata de un risotto de calabaza. El risotto en sí es una receta riquísima, pero con la calabaza consigue un dulzor y textura que no se logra de otra manera.

    La receta requiere algo más de tiempo y cariño que otras de las recetas con calabaza, pero os aseguro que no es difícil y merece muchísimo la pena.

    Aquí podéis seguir paso a paso la receta de risotto de calabaza.

    Quiche de calabaza

    Otra de las maravillas que podemos hacer con la calabaza es una quiche, esta especie de tarta de masa quebrada.

    Como la masa quebrada la venden hecha y de buena calidad, es una receta fácil. Veréis que rica queda y qué buen toque le dan los piñones y la morcilla de Burgos que añadimos a esta receta.

    Aquí podéis seguir la receta de quiche de calabaza fácil paso a paso.

    Pisto de calabaza y atún

    Solo necesitas un buen pan para hacer que esta receta sea perfecta, y es que hacer un pisto de calabaza y atún es tan fácil como seguir la sencilla receta que te proponemos.

    Receta de pisto de calabaza y atún.

    Calabaza gratinada con parmesano y albahaca

    Con esta receta ya si que no tendrás ninguna excusa para no comer calabaza. Es cierto que el parmesano le aporta un componente graso del que nos libraríamos solo con la calabaza, pero de vez en cuando hay que darle una alegría al cuerpo, y qué mejor que con este excelente queso.

    Lleva un poco de tiempo por el horneado, pero la preparación con poco más de diez minutos y el resultado merece muchísimo la pena.

    Te vas a enamorar de esta receta de calabaza gratinada con parmesano y albahaca.

    Brazo gitano de calabaza

    Y acabamos con el dulce, como más nos gusta. Y es que la calabaza, debido a su ligero dulzor, es un alimento perfecto para preparar este tipo de elaboraciones.

    En este caso os proponemos un brazo gitano de calabaza con queso crema. Hemos usado también canela, pero si no os gusta la podéis obviar de la receta.

  • Cómo conservar los productos de la huerta

    por  | Abr 17, 2019 | Del Huerto Al Plato | 0 Comentarios

    Al fin llega la Primavera al hemisferio norte y el Otoño en el hemisferio sur, unos empiezan a disfrutar de la huerta y los otros  a despedirse de ella pero todos tenemos algo en común que nos encantaría saber, ¿cómo conservar durante más tiempo los productos de la huerta? Hay muchas formas y hoy vamos darlas a conocer en La Huertina de Toni.

    CONSERVAR EN TARROS DE CRISTAL

    • Las hortalizas de la familia de las leguminosas como las habashabichuelas o judías verdes, guisantes se deben guisar en agua durante 15 minutos y después vertemos todo en los tarros de cristal que disponemos, llenando hasta el límite con el agua guisada y cerramos. Después procedemos a esterilizar al baño maría, explicaré el proceso al final de este apartado.
    • El resto de las verduras frescas las lavamos y pelamos si lo requiere, ponemos el agua salada a calentar y cuando hierva metemos las verduras unos 5 minutos, las sacamos y pasamos por agua fría y las metemos en los tarros, para finalmente verter en su interior el agua salada hasta el límite. Y al baño maría.
    • Las preparaciones como el pisto o salsa de tomate se vierten calientes en el tarro  y se cierran herméticamente y se esteriliza.
    • Las frutas se conservan en almíbar: 200 g de azúcar por cada litro, pelamos la fruta, quitamos el rabo, la piel y las pipas. Ponemos el agua a calentar y cuando esté en ebullición la dejamos unos 5 minutos más. Ponemos la fruta troceada en los tarros y cubrimos con el agua tibia. Esta fruta sirve para hacer macedonia por ejemplo, cerramos y al baño maría como siempre.
    • Mermeladas de tomatefresapimiento… casi cualquier fruta o verdura que nos guste podemos hacer ricas mermeladas. A mi particularmente no me gustan muy dulces así que suelo echar la mitad de azúcar del peso total del producto a utilizar. A fuego lento y removiendo para que no se pegue.Podemos añadir un chorrito de limón, una cáscara de limón o una barrita de canela. Baño maría, y lo podemos conservar en la despensa en un lugar fresco y seco.
    • Baño maría, consiste en meter los tarros en una olla con agua hirviendo para crear el vacío en su interior por lo que se conservan más tiempo los productos. Ponemos un paño en el fondo de la olla y los dejamos durante 25 minutos, al acabar los podemos dejar enfriar dentro o sacarlos y ponerlos boca abajo.

    CONSERVAR EN PLÁSTICO ESPECIAL

    • Muchos productos vienen envueltos en una especie de plástico que es como papel, por ejemplo el pan bizcochado, macarrones etc. En casa hemos descubierto que al recoger frescas de la huerta cualquierhortaliza de hoja y almacenarla dentro de este tipo de recipientes sellado con pinzas puede aguantar hasta 1 mes sin estropearse en la nevera. Es cierto que no es recomendable comprar este tipo de productos pero si no queda otra podemos reutilizar este plástico para conservar nuestras hortalizas.

    CONSERVAR AL AIRE

    • Las patatasajoscebollas, batatas… no es necesario hacer nada especial sino simplemente asegurarnos que están secas sin ningún tipo de humedad y  ponerlas en un lugar fresco, seco y oscuro como una caja tapadas con un saco u otro material que deje pasar el aire pero no la luz.

    SECAR EN SOMBRA

    • Las plantas aromáticas y medicinales las podemos colgar y secara para guardar y consumir durante 1 año sin que pierdan sus propiedades. Consulta aquí para ver como hacer todo el proceso.

    SECAR AL SOL

    • Solo se puede hacer en sitios donde hay mucho sol en verano, nueces, castañas y todo lo que conocemos como fruto seco, higos, tunos, pimientos, tomates, uvas, ciruelas, y casi cualquier fruta las podemos secar o deshidratar. Para ello existen una especie de paneles que nos permiten hacerlo en condiciones higiénicas y efectivas.
    • En Canarias las piñas de millo o mazorcas de maíz se tienden en las azoteas para secar y hacer un producto típico de allí conocido como gofio.

    ENCURTIR EN VINAGRE

    • Se suele usar para conservar productos en vinagre como las cebolletas, pepinillos, guindillas, aceitunas, alcaparras, zanahorias…. Existen diferentes técnicas que explicaremos más adelante.

    CONGELAR PRODUCTOS

    • Se puede congelar casi cualquier fruta y verdura excepto aquellas que tengan mucho contenido en agua puesto que les cambiaría la textura. Es preferible congelar en trocitos y en la dosis que creemos que vamos a utilizar para hacer las comidas como caldos, sopas, potajes, cocidos, batidos de frutas o helado.

    OTROS MÉTODOS

    • Deshidratador de alimentos: Dan calor de forma artificial y podemos deshidratar casi cualquier fruta o verdura para conservar.

     

    • Conservar en aceite de oliva virgen extra: También es muy efectiva para conservar alimentos solo que hoy en día es un producto caro de conseguir por eso no he explicado como hacerlo. Es un método tradicional efectivo ya que conservaría todas las propiedades de los alimentos.

  • Ensalada de naranja y fresones,

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    Las ensaladas con fruta me gustan muchísimo, ya que por un lado las frutas nos ayudan a hacerlas más variadas y que no se conviertan en un plato aburrido, y por otro las completamos aportando color y sabor. La ensalada de naranja y fresoneses una de mis combinaciones preferidas en esta época en la que todavía estamos en invierno y hay estupendas naranjas, pero que al acercarse la primavera, podemos acompañarlas de unos ricos fresones.

    Si nunca habéis probado las ensaladas con frutas os animo a hacerlo porque seguro que repetiréis más de una vez. Exactamente eso es lo que me pasó a mí, al principio me costaba asimilar que la fruta podría estar rica en un plato salado y ahora, como os decía, son mis favoritas entre todas.

    Ingredientes

    Para 2 personas

    • Naranja1
    • Fresones8
    • Escarola mezcla75 g
    • Rabanitos4
    • Queso feta
    • Pipas de girasol peladas
    • Sal
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Vinagre de manzana

    Cómo hacer ensalada de naranja y fresones

    Dificultad: Fácil

    • Tiempo total15 m
    • Elaboración15 m

    En una ensaladera o plato de presentación colocamos gajos de naranja pelada y limpia, intercalados con mitades de fresones. En el centro ponemos la ensalada lavada y bien escurrida. Por encima esparcimos los rabanitos en rodajas.

    Desmigamos el queso feta en la cantidad que nos guste y lo colocamos encima de la ensalada. Por último aliñamos con sal, aceite de oliva, vinagre de manzana y unas pipas de girasol. Servimos enseguida.

    Si queremos hacer con antelación la ensalada, podemos hacerlo, pero no la aliñaremos hasta el momento de servir y la tendremos cubierta con papel film para que no se resequen los ingredientes.

    Ensalada de naranja y fresones. Receta

    Con qué acompañar la ensalada de naranja y fresones

    Esta ensalada de naranja y fresones es perfecta para tomar como cena ya que contiene fruta, pero se complementa con las grasas de las pipas de girasol lo que la convierte en una ensalada muy completa. De todos modos podemos tomarla también como primer plato en una comida, o como acompañamiento de carne o pescado.

  • Ensalada de rúcula y canónigos con mandarina y granada

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    Autor: Karlos Arguiñano

    Karlos Arguiñano prepara una ensalada de rúcula y canónigos con gajos de mandarina, granada, aceite de oliva y vinagre.

    Ingredientes (4 personas):
    • 100 gr de hojas de rúcula
    • 100 gr de canónigos
    • 2 mandarinas
    • 1 granada
    • aceite de oliva virgen extra
    • vinagre
    • sal
    Elaboración de la Ensalada de rúcula y canónigos con mandarina y granada:

    Lava las hojas de rúcula y canónigos. Seca y colócalas en una fuente.

    Pela las mandarinas, saca los gajos en vivo y agrégalos a la fuente.

    Corta la granada por la mitad, golpéala por la parte de la piel hasta que salgan los granos.

    Sazona y adereza con aceite y vinagre. Sirve la ensalada de rúcula y canónigos con mandarina y granada.

     

  • Ensalada de lechugas variadas, pasta y fresas

    Karlos Arguiñano elabora en su programa de televisión Karlos Arguiñano en tu cocina la receta de acompañamiento Ensalada de lechugas variadas, pasta y fresas.

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    Ingredientes (4 personas):
    • 300 g de lechugas variadas
    • 100 g de pasta pequeña
    • 8 fresas
    • 8 nueces
    • aceite de oliva virgen extra
    • vinagre
    • sal
    Elaboración de la receta Ensalada de lechugas variadas, pasta y fresas:

    Lava las hojas de lechuga, seca, trocea y colócalas en una fuente.

    Pon agua a calentar y cuando empiece a hervir, sazona y agrega la pasta. Cuécela durante el tiempo que indique el paquete. Retira, refresca y agrégala a la fuente.

    Lava las fresas, córtalas en trocitos y añádelas.

    Casca las nueces, trocea y espárcelas por la ensalada.

    Sazona y adereza con aceite y vinagre. Sirve.

  • Ensalada de rúcula y manzana

    Receta de Karlos Arguiñano de ensalada de rúcula, manzana, aceitunas negras y piñones, un plato sencillo y saludable, apto para vegetarianos y veganos.

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    Ingredientes (4 personas):
    • 125 gr de rúcula
    • 1-2 manzanas
    • 16 aceitunas negras
    • 30 gr de piñones
    • aceite de oliva virgen extra
    • vinagre
    • sal
    Elaboración de la receta de Ensalada de rúcula y manzana:

    Lava las hojas de rúcula y distribúyelas en una fuente grande. Añade las aceitunas negras.

    Pela y pica la manzana en dados y agrégalos.

    Tuesta los piñones y salpica la ensalada.

    Sazona y aliña con aceite y vinagre. Sirve la ensalada de rúcula y manzana

  • Patatas violeta, 23 recetas

     

     

  • Puré de fresas al Oporto

    Ingredientes:

    Img 20190129 wa0017

    250gr de fresas partidas a la mitad

    80gr de azúcar

    Un chupito no muy grande de Oporto

    Preparación:

    Incorporar en un recipiente de cristal todos los ingredientes y dejar macerar una hora. Removiendo de vez en cuando para mezclar.

    Img 20190129 wa0022

    Una vez macerado pasar por la batidora.

    Img 20190129 wa0009

    Dejar enfriar en la nevera para servirlo fresquito.

    Img 20190129 wa0021

    Sugerencia de presentacion: con unas bola de helado y un par de fresas partidas por la mitad.

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  • Hojaldritos con cabello de ángel

    Se trata de un postre muy sencillo de hacer, aunque previamente hay que elaborar el cabello de ángel, que también se puede comprar, pero no es lo mismo.

    Partimos de una lámina cuadrada de hojaldre de 30x30 cm que dividiremos en nueve cuadraditos de 10x10 cm. En cada uno de ellos echaremos una porción de cabello de ángel, unos 25 gr en cada uno, por lo que un tarro de medio kilo nos dará para dos láminas de hojaldre.

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    Después doblaremos uniendo las esquinas opuestas

    Img 20190316 223245 Img 20190316 223308

    Lo ponemos en una rejilla de horno sobre el papel que envolvía la lámina. Batimos un huevo para pintar el hojaldre. Si nos gusta más amarillo, podemos hacerlo sólo con la yema

    Img 20190316 223700 Img 20190316 223851

    Para dar un poco de aroma, podemos añadir por encima un poco de rayadura de naranja, o de limón, o azúcar avainillado, o canela (ojo, si el cabello de ángel ya tiene canela, mejor no cargarlo más). En mi caso le añadí un poco de rayadura de chocolate negro

    Img 20190316 223915 Img 20190316 224205

    Lo metemos 20' al horno precalentado previamente a 200 grados, dándoles la vuelta a mitad del tiempo y le voilà:

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  • Ensaladas originales: dos recetas fáciles, sanas y nutritivas

    ensaladas originales

     

    Para celebrar esta primavera adelantada os proponemos dos ensaladas originales, una vegana con higos y rúcula y otra con salmón y canónigos.

    • Preparación: 20 min
    •  
    • Comensales: 2
    • Calorías: ~ 150
    •  
    • Tipo de comida: Ensalada
    • Tipo de cocina: Saludable

    Da gusto cuando en mitad del invierno podemos disfrutar de unos días de primavera adelantada y en esta ocasión, hemos optado por dos deliciosas ensaladas con productos frescos. 

    Ingredientes para hacer ensaladas originales

    Para la ensalada de higos y rúcula:

    • Rúcula, 100 g
    • Higos frescos, 5
    • Moras, 100 g
    • Nueces, 50 g
    • Queso azul, 30 g
    • Lima exprimida, 1
    • Sal, al gusto
    • Aceite de oliva virgen extra, al gusto

    Para la ensalada de salmón marinado y canónigos:

    • Salmón fresco, 300 g
    • Salsa de soja, cantidad necesaria
    • Miel, 2 cucharadas
    • Eneldo fresco
    • Pepino, 1/2
    • Remolacha cocida, 1
    • Naranja, 1/2
    • Granada, 1 pequeña
    • Aguacate, 1
    • Canónigos, 100 g
    • Sal, al gusto
    • Aceite de oliva virgen extra, al gusto

    Preparación de ensalada de higos y rúcula

    1: Cortar los higos y colocar los ingredientes

    Preparación ensalada vegetariana

    Preparación ensalada vegetariana

    2: Servir

    Ensalada de higos

    Ensalada de higos

     

     

    Preparación de la ensalada con salmón marinado

    1: Marinar el salmón

    Colocamos el salmón crudo en un tupper o bandeja. Agregamos la soja, la miel, la ralladura de lima y el eneldo fresco. Podéis ser generosos con la miel, ya que casa perfectamente con el resto de ingredientes. Como mínimo, dejamos esta mezcla un día en la nevera. Mientras más tiempo tiempo esté macerando, más potencia de sabor tendrá.

    2: Cortar los ingredientes y colocarlos

    preparación de ensalada

    preparación de ensalada

    Lo primero es sacamos el salmón de la nevera. En una sartén, agregamos una cucharadita de aceite. Cuando esté bien caliente, sellamos el salmón vuelta y vuelta. Cortamos a gusto y reservamos.

    El siguiente punto no tiene mayor complejidad que preparar el resto de ingredientes. Primero, enjuagamos y cortamos la remolacha y el pepino en carpaccio. Pelamos la naranja y separamos los gajos. Por último, cortamos la granada en dos y desgranamos. Con un movimiento de torsión, se van separando las telillas y van lloviendo lentamente los granos. Luego, hay que golpear la granada con una cuchara de madera para que ceda lo que quede.

    Para este tipo de ensaladas tan vistosas a nosotros nos gusta utilizar fuentes grandes. Ayuda a crear patrones con los ingredientes y presentarlo de una forma más apetitosa. Quedan tan bonitas que luego da pena comérselas.

    El último paso para terminar nuestra ensalada es añadir un manojo de canónigos e ir colocando sobre esta base todos los ingredientes: la remolacha, el pepino, los gajos de naranja y la granada. El salmón lo hemos colocado en “la cima”, junto al aguacate. Para acabar, aderezamos a gusto y complementamos con unas ramitas de eneldo fresco.

    3: Servir

    Ensalada de salmón

    Ensalada de salmón

    Una fuente llena de color y aromas. Fresco, nutritivo, verde. No hay excusa para comer sano.

    Notas

    Es cierto que en los meses de invierno, pocas veces reparamos en que las ensaladas existen. El cuerpo pide platos calientes, como guisos o sopas. Lo atractivo de estas dos recetas es romper la monotonía invernal de plato hondo y puchero aprovechando estos días tan primaverales.

    Sirven como entrantes o para compartir entre dos comensales que no quieran valores calóricos muy elevados. Para un día con menos intensidad física o por si queremos cuidar una digestión fácil, estas ensaladas son perfectas. La idea fundamental es añadir algo de color y mucho jugo. Hemos cogido algunos ingredientes de temporada y los hemos combinado en un estallido de cítricos, texturas y aromas. Ambas son ensaladas muy equilibradas, sin secreto. ¡Pruébalas!

  • Tortilla de berenjena y calabacín

    Receta de tortilla de berenjena y calabacin 1 655x368

    Entre las diferentes recetas y elaboraciones de tortillas que puedes hacer, se encuentra esta receta de tortilla de berenjena y calabacín. ¿Cómo hacerla?

    La tortilla de berenjena y calabacín es una manera bastante creativa, sabrosa y nutritiva de hacer una rica tortilla. Esta receta no lleva mayores complicaciones en su ejecución y tiene enormes propiedades nutricionales. Es un plato con alto contenido de proteínas, antioxidantes y de fibra gracias a sus ingredientes principales: el huevo, la berenjena y el calabacín.

    Es importante en esta elaboración que los ingredientes, las verduras y los huevos, sean bien frescos. En lo que se refiere al punto del cuajado de la tortilla, dependerá del gusto de los diferentes comensales. Lo ideal es no pasarse demasiado, para que la textura final no tenga un toque demasiado seco.

    Ingredientes:

    • 6 huevos
    • 1 berenjena grande
    • 2 calabacines medianos
    • 1 cebolla grande
    • 1 patata mediana
    • 1 cucharada de perejil
    • Sal al gusto
    • Pimienta al gusto
    • 20 mL de aceite de oliva virgen extra

    Cómo preparar tortilla de berenjenas y calabacín:

    1. Lavar y cortar la berenjena en cuadritos medianos. Hacer lo mismo con el calabacín.tortilla de berenjena y calabacín
    2. Calentar una sartén. Agregar aceite de oliva y sofreír durante 15 minutos las verduras. El tiempo puede variar algunos minutos dependiendo de la intensidad de fuego de cada cocina. Pasados los 15 minutos, retirar del fuego y reservar.
    3. Pelar y cortar la cebolla también en dados medianos.
    4. Lavar y pelar la patata. Luego, cortarla en finas rodajas. Calentar otra sartén y agregar un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Añadir las patatas y agregar la cebolla picada y dejar pochar.
    5. Cuando la berenjenas y calabacines se hayan cocinado se habrán reducido por haber pedido líquido. Agregar las berenjenas a la sartén donde se están pochando las patatas. Sazonar con sal y pimienta al gusto y mezclar.
    6. Mientras terminan de cocinarse todos los ingredientes, cascar los huevos y separar yemas de claras. Con la ayuda de una batidora eléctrica batir las claras a punto nieve. Luego agregar las yemas y seguir batiendo hasta que quede bien integrado. Añadir sal al gusto.
    7. Cortar finamente un poco de perejil y agregar a la sartén con el calabacín y la berenjena. Mezclar.
    8. Agregar la mitad del contenido de los huevos batidos a la sartén de las verduras y mezclar. Una vez que haya mezclado bien dejar cocinar a fuego medio bajo durante cinco minutos.
    9. Pasado este tiempo, agregar el resto de los huevos batidos. Cuando se cuajen un poco, voltear la tortilla y dejar cocinar, siempre a fuego medio bajo, durante cinco minutos más.
    10. Retirar del fuego, dejar reposar unos minutos y servir.

    Puedes estar preparado del éxito que vas a tener al preparar esta receta. El sabor de las berenjenas y el calabacín son espectaculares y combinan perfectos en una tortilla. Además, es una comida bastante completa y muy saludable. ¿Te animas?

  • Potaje de garbanzos con calabaza

    Los platos de cuchara con garbanzos y calabaza siempre son un acierto. Toma nota de los pasos de esta receta de potaje de garbanzos con calabaza.

    Esta receta de cuchara es ideal para esos días en que bajan mucho las temperaturas, ya que resulta sumamente reconfortante para dar calor al cuerpo. El potaje de garbanzos con calabaza es un plato tradicional, de los de siempre y que nunca deja de gustar. Una opción nutritiva, económica y de mucho sabor. Este tipo de menús son por lo general muy buscados a la hora de pensar qué cocinar; entre otras cosas, porque tienen mucho rendimiento, son nutritivos y son fáciles de hacer.

    Lo bueno de esta elaboración es la combinación de ingredientes. No sólo por la mezcla de sabores, sino por lo equilibrados que resultan. Los nutrientes de laslegumbres se suman a las vitaminas y propiedades de la verdura. Y el resultado es una receta que tiene múltiples beneficios en una. Es un plato además ideal para que los más pequeños en casa tomen verduras y se vayan acostumbrando a su sabor.

    Ingredientes:

    • 400 gr de garbanzos en seco
    • 300 gr de calabaza
    • 2 dientes de ajo
    • ½ cebolla
    • 1 tomate
    • ½ pimiento rojo
    • ½ pimiento verde
    • 1 cucharadita de pimentón
    • 1 clavo de olor
    • 1 hoja de laurel
    • 1 cucharadita de comino
    • ½ cucharadita de jengibre en polvo
    • Sal y pimienta al gusto
    • Aceite oliva
    • 750 ml de agua o caldo

    Cómo preparar potaje de garbanzos con calabaza:

    1. Antes de preparar la receta, poner los garbanzos en remojo la noche anterior.
    2. El día de la preparación, escurrirlos bien y reservar.
    3. Limpiar y cortar las verduras. Pelar la calabaza y cortarla en cubos medianos. Cortar en trozos pequeñito los ajos y la cebolla. Cortar el pimiento y rallar el tomate.
    4. En una cacerola con aceite de oliva y la hoja de laurel, echar la cebolla y el ajo y dejar hasta que transparenten.
    5. Luego añadir el pimiento y el tomate rallado, salpimentar y remover.
    6. Verter el agua hasta cubrir la preparación, inmediatamente agregar los garbanzos y el pimentón y dejar que se cueza todo durante algo más de una hora, hasta que los garbanzos estén tiernos.
    7. Destapar la cacerola y añadir la calabaza junto al clavo de olor, el jengibre y el comino. Agregar un poco de agua si fuera necesario y cocer durante 15- 20 minutos más.
    8. Probar y rectificar de condimentos. Una vez que esté listo, probar el punto de sal, dejar reposar durante 10 minutos y servir.potaje de garbanzos con calabaza

    ¿Te animas a probar este potaje de garbanzos con calabaza? Es una opción sumamente recomendable por lo fácil de hacer, lo saludable y rico que resulta. ¡Prueba hacerlo y lo repetirás!

  • Hamburguesas veganas

     

    Hamburguesas de Remolacha, Todo Corazón

    por Veganamente

    Ya tenéis pensado con qué vais a celebrar el día de San Valentín? mirad que ya queda poco y esas cosa hay que ir preparándolas...Pero nada, que no cunda el pánico, yo misma os echaré una mano con la comida. Este año, en vez de una receta dulce, os traigo una salada, Unas Hamburguesas de Remolacha con Todo mi Corazón. Como el corazón que os entrego en cada una de mis recetas, que hago con todo el cariño y con la verdadera intención de haceros la vida un poco más fácil y deliciosa.

     

    Hamburguesas de Remolacha
    Hamburguesas de Remolacha

     

    A pesar de su aspecto, no os dejéis engañar, no, no son de carne aunque lo parezcan. Son completamente vegetales y sus principales ingredientes son las lentejas y la remolacha. Quería unas hamburguesas que no tuvieran una textura muy apelmazada o harinosa como ocurre con algunas hamburguesas de legumbres. Y se me ocurrió que la remolacha le daría el punto de jugosidad  que quería, además de un color más parecido a las tradicionales y por lo tanto más apetecible a las personas que no están acostumbradas a comer hamburguesas vegetales. Su elaboración es tan simple que no hace falta ni experiencia en la cocina. En este vídeo la podéis ver, paso a paso

    Unas hamburguesas deliciosas, con una textura jugosa y un precioso color, además de sanas, nutritivas y muy ligeras. Con los ingredientes que uso en la receta os saldrán bastantes, así que si no las vais a poder comer de una sentada no os preocupéis, las guardáis en el congelador y listo. Luego, simplemente tenéis que calentarlas un poco en la sartén y ya tenéis una comida o una cena lista. Comer acompañadas de una buena salsa, cebolla asada, ensalada y una buena compañía. Que aproveche!!! ❤❤❤

     

    Hamburguesas para San Valentin
    Hamburguesas para San Valentin

  • Puré de coliflor

     

     

    Guarnición ligera para todo tipo de platos

    El puré de coliflor es una buena alternativa al puré de patatas y resulta mucho más ligero. Dale una oportunidad y no te arrepentirás.

    Escrito por Joaquín Palazuelos el 26/01/2019 a las 12:36

    Preparación: 30 min     Dificultad: Fácil     Personas: 2


    La coliflor es la hortaliza de la familia de las brásicas que más juego nos ofrece en la cocina a la hora de preparar todo tipo de recetas diferentes, desde gratinados con bechamel, arroces, platos de cuchara o, como en esta ocasión, un delicioso y cremoso puré de coliflor, la guarnición perfecta de tus platos de pescado o tus asados.

    Ingredientes


    • Coliflor, 500 g
    • Patata pequeña, 1
    • Ajos, 1/2 cabeza
    • Mantequilla, 50 g
    • Cebollino picado
    • Nuez moscada, 5 g aproximadamente
    • Pimienta negra recién molida
    • Sal
    • Aceite de oliva virgen extra

    Cómo hacer un puré de coliflor


    01: Asamos los ajos

    Puré de coliflor - Paso 1

    Como primer paso para preparar este puré de coliflor cogeremos nuestra media cabeza de ajos y la envolveremos en papel de aluminio junto con un poco de sal y unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Presionamos bien el papel de aluminio y lo aplastamos sobre la media cabeza de ajos hasta envolverla y formar una especie de pelota.

    Cuando asamos los dientes de ajo o cualquier otra verdura envuelta así en papel de aluminio la protegemos del calor directo del horno y permitimos que se cocine con el propio vapor de sus jugos, que se conservarán en el interior de esta especie de papillote que nos sirve de envoltorio.

    En las fotos veréis cómo envuelvo una cabeza de ajos entera porque son de mi huerta y los dientes de ajo son pequeños, pero teniendo en cuenta el estándar de tamaño de las cabezas de ajo que podemos encontrar comercializadas con media cabeza de ajos es más que suficiente.

    Asamos la media cabeza de ajos durante 45 minutos, hasta que la pulpa de ajo de su interior esté bien cocinada y cremosa. A la hora de desenvolver el papel de aluminio hay que tener cuidado en no quemarnos, con especial atención al vapor que saldrá de su interior una vez abierto el paquetito.


    02: Cortamos y escaldamos la coliflor

    Puré de coliflor - Paso 2

    Limpiamos la coliflor retirando las hojas verdes y las zonas oscuras de la superficie si las tuviese.

    Retiramos la mayor parte del tallo leñoso ya que es una zona más dura que el resto de la coliflor que no se suele aprovechar, aunque para elaborar esta crema de coliflor sí que la podríamos utilizar, pero requeriría de un mayor tiempo de cocción. A continuación cortamos la coliflor en pequeños ramilletes de modo que quede dividida en trozos de tamaño similar.


    03: Cocemos la coliflor con la patata

    Puré de coliflor - Paso 3

    Colocamos los trozos de coliflor en el fondo de una olla y la cubrimos de agua fría. Ponemos esta olla a hervir y una vez arranque a hervir cocemos durante 3-4 minutos. Escurrimos la coliflor desechando este primer agua y volvemos a cubrir la coliflor con agua. Ahora sí, salamos el agua generosamente.

    Pelamos la patata, la cortamos en trozos medianos y la añadimos a la olla junto con la coliflor. Cocemos tanto la coliflor como la patata durante 25-30 minutos.


    04: Trituramos el puré de coliflor

    Puré de coliflor - Paso 4

    Escurrimos la patata y la coliflor y las añadimos al interior de un vaso americano o batidora de vaso (si es de vidrio es mejor esperar a que pierdan un poco de temperatura para que el exceso de calor no provoque que el vaso de vidrio estalle).

    Añadimos la mantequilla fría, sal y pimienta negra recién molida. Cortamos la media cabeza de ajos y la aplastamos para obtener la pulpa asada de su interior, que la añadiremos también al vaso americano junto con el resto de ingredientes. Por último, rallamos la nuez moscada sobre el resto de ingredientes.

    Cerramos el vaso americano y trituramos el puré de coliflor hasta obtener una crema espesa y homogénea pero a la vez untuosa y sedosa.

    Rectificamos de sazón antes de servir.


    05: Servimos el puré de coliflor

    Puré de coliflor - Emplatado

    Servimos el puré de coliflor. Si lo servimos como acompañamiento de otra preparación lo podemos emplatar como base de ese otro elemento principal o simplemente colocarlo en una salsera de la que servirnos cada uno la cantidad deseada. Yo le añado un poco de cebollino picado y unas gotas de aceite de oliva virgen extra crudo por encima porque me parece que aportan ambos ingredientes un frescor especial que ayuda a realzar el sabor de nuestro riquísimo puré de coliflor.

    Resultado final


    En apenas 30 minutos y con apenas un par de ingredientes básicos, ambos tremendamente asequibles y sanos, hemos preparado un puré de coliflor supersencillo pero también muy sabroso y delicado. Una forma diferente de comer la coliflor que resulta una excelente opción a la hora de acompañar cualquier pescado, ya sea una merluza, un filete de corvina, una pata de pulpo o, cómo no, un buen lomo de bacalao, al que si además le regamos con, por ejemplo, una sabrosa ajada gallega, lo convertiremos en un platazo de cuidado.

    Eso sí, este puré de coliflor no sólo es un acierto como base de platos de pescado, ya que también funciona a la perfección acompañando platos de carne, especialmente asados de cerdo, y también como base de unas tostas que podremos comer así tal cual o culminar con el ingrediente que más nos plazca o como una de las capas de un rico aperitivo presentado en vasitos, por ejemplo junto con una brandada de bacalao y una crema de pimientos.

    Debemos aprovechar todos estos meses de invierno en los que la coliflor está de temporada y en plenitud y, además, muy bien de precio. A la hora de seleccionar la coliflor en la verdulería debemos escoger una coliflor que tenga los ramilletes bien prietos y que esté bien blanca y sana. Una coliflor con los ramilletes abiertos, amarillenta o con manchas en su superficie nos indica que se trata de una coliflor vieja que debemos evitar comprar.

    Apuntar también lo fantástico que resultan los vasos americanos y batidoras similares para preparar este tipo de cremas, ya que consiguen que queden muy cremosas y ligadas. Siempre se puede utilizar una batidora de mano y colar el puré de coliflor posteriormente para que quede bien fino, pero nunca quedará igual de untuoso que si usamos una batidora de vaso.

  • Mermelada de aguaspin (uva crespa;uva espina)

    cocinillas.elespanol.com

    Hace un par de semanas pasamos unos días de vacaciones en el pueblo. Aparte de relajarnos y pasarlo muy bien aprendí a hacer mermelada. He de decir que es una sensación maravillosa poder recoger el fruto del árbol una mañana y al día siguiente tener una deliciosa mermelada casera y de lo más natural.

     

    Ingredientes para 8 botes de 200gr aprox

    3 kg de uva espina
    1,5 kg de azúcar

    Preparación

    Preparar los botes: Lo primero es esterilizar los botes de cristal que vais a usar metiéndolos en una cazuela con agua hirviendo durante 15 minutos y dejándolos secar muy bien después.
    Lo más importante es limpiar bien el fruto y cortar el rabo de cada uno. Al tratarse de un fruto pequeño y con rabito hay que decir que quitarlo es un trabajo muy laborioso, pero con un poco de paciencia se consigue.

    Con todos los frutos limpios hay que dejarlos una noche entera metidos en una cazuela cubiertos con todo el azúcar.
    Al día siguiente poner la cazuela a fuego medio durante aproximadamente 2 horas, hasta que veáis que esta muy bien fundido el azúcar con la fruta. tiene que quedar una pasta muy espesa.
    En ese momento pasar por un pasa puré para eliminar la piel y dejar otra vez a fuego medio durante una hora.

    Por último rellenar los botes con la mezcla caliente sin llegar al final de este, dejar un dedo para que se pueda producir el efecto vacío.Es muy importante que no derraméis nada fuera ni se os manche el borde. Cuando tengáis todos los botes listos y bien cerrados colocarlos boca abajo durante 24 horas.

    Idea: De esta forma podéis hacer mermelada casi de todo, variando solamente la cantidad de azúcar dependiendo del fruto, aunque casi siempre suele ser el mismo peso de fruta que de azúcar.

    Resultado.

    El bote de 200gr que nos trajimos a Madrid duró sólo 4 días. Deliciosa

  • Tarta de miruéndanos

    eltrasgudelasgalletas.blogspot.com

    ¿Qué son los miruéndanos? Probablemente os estéis haciendo esa pregunta si no sois asturianos. Pues se trata de las fresas silvestres que podemos recoger en esta época. Aquí tenéis una foto


    Yo les tengo un cariño muy especial. Además de estar riquísimos, para mí estan ligados a uno de los mejores recuerdos de infancia. En los meses de verano, cuando mi padre volvía de segar y se encontraba miruéndanos, me traía siempre un montón de ellos insertados en una hierba. Ahora, él ya no está, pero los miruéndanos son una de las innumerables cosas que me hacen recordarle cada día.
     


    Nunca había hecho ningún postre con ellos, más que nada, porque son muy pequeñitos y tampoco abundan tanto. Así que para hacer esta tarta los he mezclado con otras dos frutas de temporada que tenía a mano en el pueblo: fresas y grosellas. Si no podéis encontrar miruéndanos, podeis hacerla con cualquier otro fruto rojo.



    La receta que he seguido es de Carolina, de Tomillo, laurel y otras cosas de comer, con algunas adaptaciones. Sin duda alguna, ella es la Reina de las tartas mousse. Supongo que todos la conocéis, pero si hay algún despistado-a, corred a hacerle una visita.

    Ingredientes:

    250 gramos de yogur (Saciactiv de Vitalínea natural)
    250 ml de nata para montar
    120 gramos de miruéndanos, 100 grs de fresas y 60 grs de grosellas negras
    100 grs de azúcar
    6 hojas de gelatina (10 grs)
    1/2 vaso de leche

    Para la cobertura: 200 grs de fresas, 1/2 vaso peueño de agua, 3 hojas de gelatina, 1 cucharada de azúcar

    Hidratamos las hojas de gelatina en una fuente con agua fría, dejandolas unos 5 minutos. Mientras, calentamos la leche sin que llegue a hervir. Añadimos las hojas de gelatina escurridas y removemos para que se disuelva bien. Dejamos enfriar.
    Lavamos los miruéndanos, las fresas y las grosellas y trituramos con la batidora.
    En una fuente ponemos los yogures, el azúcar y la fruta triturada. Añadimos la leche, y trituramos de nuevo con la batidora. Incorporamos la nata montada con movimientos envolventes hasta que se haya mezclado bien.
    Forramos un molde desmontable con papel film y vertemos la mezcla de la tarta. Yo no le he puesto ninguna base, porque me gusta más así, solo con mousse. Dejamos cuajar en la nevera como mínimo, cuatro horas, aunque es mejor dejarla toda la noche.   
     

    Para la cobertura, ponemos a hidratar la gelatina en agua fría. Calentamos el medio vasito de agua y añadimos la gelatina escurrida, mezclando bien. Trituramos las fresas, añadimos el azúcar  y el agua con gelatina. Removemos bien y la vertemos sobre la tarta dejandola caer con cuidado sobre una cuchara. Volvemos a meter en la nevera hasta que cuaje. Retiramos el aro del molde desmontable y el film y servimos bien fría.

  • Flores comestibles 7 Recetas sencillas para lucirte

    Ensalada opt 2

    ¡Cuántas veces hablamos de la belleza de las flores! Pero, ¿y de su sabor? En programas como Masterchef vemos a menudo cómo las flores comestibles dan el toque profesional a los platos. Probablemente pensarás que su utilización entraña alguna dificultad… ninguna, salvo unas precauciones básicas como ahora veremos.

    Lejos de ser tan innovador como pueda parecer,  a lo largo de la historia han sido muchas las culturas que cocinaban con flores. Pétalos de rosa y violeta en la época clásica; flor de loto, magnolia y jazmín en la cultura china; el crisantemo en la japonesa; la rosa y el naranjo en Oriente Medio; y el brócoli, el azafrán o la alcachofa en la nuestra propia. ¿Te he convencido?

    flores comestibles

    ANTES DE EMPEZAR

    ♣ Al igual que ocurre con las setas NUNCA debes comer algo sin estar seguro de que puedes hacerlo. En este caso, que una flor sea preciosa no la hace comestible. ¿Sabías que, por lo general, sólo se pueden comer los pétalos?

    ♣ Antes de consumir flores, aségurate de que no se han utilizado pesticidas u otros productos químicos en su cuidado. Una buena opción es que las cultives en casa. Al adquirir las semillas, infórmate bien cuáles son aquellas destinadas a uso culinario. Puedes hacerte una idea en esta Guía rápida de las flores comestibles. Siempre que pruebes algo nuevo hazlo en pequeñas cantidades a fin de minimizar los efectos de una posiblereacción alérgica.

    ♣ Escoge sólo las que estén en perfecto estado, desechando los pistilos y la base blanca de los pétalos. Lávalas bien y con cuidado. Para secarlas utiliza papel absorbente o cuélgalas por el tallo. Aunque lo ideal es consumirlas pronto, puedes conservarlas bien tapadas en la nevera durante unos días.

    flores comestibles

    Vía The view from great island

     

    7 RECETAS CON FLORES COMESTIBLES

    Aunque las siguientes recetas estén planteadas como si de un menú se tratase, lo ideal es que para una misma ocasión día te decidas por una o dos, pues lo contrario podría resultar excesivo.

    CUBITOS DE HIELO CON PENSAMIENTOS

    Comenzamos esta degustación floral enfriando nuestras bebidas con estos originales cubitos. En este caso se han utilizado pensamientos pero puedes elegir otras como jazmín o rosa.. ¡juega con las distintas combinaciones de colores! Recuerda quitar siempre estambres y pistilos.

    flores comestibles

    Vía Deflorescomestibles

    TOSTADITAS DE QUESO CREMA Y CAPUCHINAS

    Si quieres un aperitivo tan sencillo como vistoso, estas tostaditas de queso crema con capuchinas, eneldocebollino y menta son una magnífica idea. Evita la tentación de añadir algún ingrediente más, ya que esta mezcla es lo suficientemente olorosa. Menos es más.

    flores comestibles

    Vía Buttered side up

    TOSTAS DE AGUACATE CON PENSAMIENTOS

    Si prefieres un entrante más contundente prueba a combinar pan alemán, higos, aguacate y perejil. Lograrás un agradable efecto visual combinando estos ingredientes con flores moradas como pensamientos y violetas.

    flores comestibles

    Vía Kate loves Kale

    ENSALADA CON CALÉNDULA, GERANIO, MADRESELVA Y ROSA

    ¿Buscas un toque distinto para tu ensalada? Sobre una base muy sencilla de distintas lechugas y cebollafinamente cortada, distribuye las flores de geranio, madreselva, caléndula, capuchina, pensamiento y rosa. Muy primaveral.

    flores comestibles

    Vía The view from great island

    CREMA DE RÁBANOS Y YOGUR

    Una crema a base de patatas, rábanos y yogur da como resultado este romántico plato aderezado con florecitas en malva, azul y amarillo. Un toque muy elegante para una crema sencilla que puedas hacer sin más complicaciones.

    flores comestibles

    Vía Almond corner

    CRUJIENTE DE DIENTE DE LEÓN

    Otra manera de probar las flores comestibles es aventurándonos con distintas técnicas culinarias. En este plato, se ha rebozado el diente de león con harina de maíz y huevo. La harina va sazonada con pimienta, sal, orégano y tomillo. Para probarlo en cuanto pueda.
    flores comestibles

    Vía The daily spud

    TARTA DE QUESO CON MORAS, PENSAMIENTOS Y TAGETES

    Y para terminar con estas recetas de flores comestibles, una tarta impresionante, bonita y sabrosa. Además, de ser relativamente sencilla, tienes la receta en español para poder ponerla en práctica. Los tagetes son las flores amarillas también conocidas como claveles moros.

    flores comestibles

    Vía Deflorescomestibles

     ¿Qué te ha parecido el maravilloso mundo de las flores comestibles? Anímate a experimentar, ¡ya has visto qué sencillo es!

  • 17 ensaladas de invierno para adelgazar sin pasar hambre

     

    17 ensaladas de invierno para adelgazar sin pasar hambre

     

    • Microcinando: ¿podemos comer sano y rápido usando el microondas?

       

    “Ensalada” e “invierno” no son palabras que acostumbremos a colocar juntas. En esta temporada del año apetecen más los platos calientes y disponemos de una variedad menor de verduras –aunque de un tiempo a esta parte podemos encontrar casi de todo–, pero no por ello debemos renunciar a tomar un tipo de plato clave para una alimentación saludable.

    El secreto para elaborar una buena ensalada de invierno es el mismo que el de cualquier otra época del año: combinar verduras de temporada con un aporte de proteína, que nos permita diseñar un plato lo suficientemente saciante.

    Las nueve reglas de oro para hacer ensaladas perfectas (de las que no te canses nunca)

    En enero seguimos encontrando buenas lechugas (la escarola está en plena temporada), aparecen ya la alcachofa, las habas, las espinacas y los guisantes, y tenemos disponibles coles, brócolis y coliflores. No es temporada de judías verdes, de tomates o pimientos, pero también los encontramos en las fruterías y siempre podemos tirar de conservas. Y no podemos olvidar las frutas: las naranjas son nuestro mejor aliado, pero encontramos también peras, manzanas y las primeras fresas.

    En estas fechas apetecen especialmente las ensaladas templadas o de legumbresy, en general, todas aquellas un poco más contundentes. Aunque nuestra intención sea adelgazar, es difícil aguantar en invierno con una ensalada demasiado sencilla como plato único, por lo que apostamos por ensaladas con las que no te entre hambre en diez minutos. Estas son nuestras recomendaciones.

     

    1. Ensalada de brócoli y fruta con pollo a la parrilla

    Brocoli Pollo

    Enlace | Ensalada de brócoli y fruta con pollo a la parrilla

    2. Ensalada griega de espinacas, queso de cabra, naranja y pistachos

    Espinacas Naranja

    Enlace | Ensalada griega de espinacas, queso de cabra, naranja y pistachos

    3. Falso tabulé de coliflor

    Tabule

    Enlace | Falso tabulé de coliflor

    4. Ensalada de naranja y fresones

    Naranja Fresas

    Enlace | Ensalada de naranja y fresones

    5. Ensalada de alubias con berros, cherry y ventresca

    Berro Cherry Ventresca

    Enlace | Ensalada de alubias con berros, cherry y ventresca

    6. Ensalada de escarola y peras caramelizadas

    Escarola Peras

    Receta completa | Ensalada de escarola y peras caramelizadas

    7. Ensalada de garbanzos agridulce

    Garbanzos Agridulce

    Enlace | Ensalada de garbanzos agridulce

    8. Ensalada de naranjas "picás"

    Ensalada Nanranjas Picas

    Enlace | Ensalada de naranjas "picás"

    9. Ensalada de perdiz escabechada con granada y vinagreta de miel

    Perdiz

    Enlace | Ensalada de perdiz escabechada con granada y vinagreta de miel

    10. Ensalada de pollo asado con escarola y rúcula

    Pollo Rucula

    Enlace | Ensalada de pollo asado con escarola y granada. Receta saludable

    11. Ensalada de pera y avellanas

    Pera Avellanas

    12. Ensalada de espinacas y pollo con soja

    Pollo Soja

    Enlace | Ensalada de espinacas y pollo con soja

    13. Ensalada crujiente de lombarda con persimon y granada

    Lombarda

    Enlace | Ensalada crujiente de lombarda con persimon y granada

    14. Ensalada de pollo asado con frambuesas

    Pollo Asado Frambuesas

    Enlace | Ensalada de pollo asado con frambuesas

    15. Ensalada de escarola con vinagreta de miel

    Escarola

    Enlace | Ensalada otoñal de escarola con vinagreta de miel

    16. Ensalada templada de lentejas al cilantro con langostinos

    Lentejas Langostino

    Enlace | Ensalada templada de lentejas al cilantro con langostinos

    17. Ensalada de invierno con frutas secas, granada y naranja

    Ensalada Postre

    Enlace | Ensalada de invierno con frutas secas, granada y naranja

  •   15 recetas para incluir las espinacas en tu alimentación

    Aprovecha los múltiples beneficios de las espinacas, un verdadero súper alimento por sus proteínas, hierro, vitaminas y minerales

    Es una de las verduras que más beneficios aportan a tu organismo. Si no sueles comer espinacas, podrás empezar con alguna de estas 15 recetas variadas.

    arroz-verde-espinacas

    Arroz verde con espinacas

    Sigue probando tus habilidades en la cocina con este arroz verde cremoso con espinacas, un plato original con el que demostrar lo que sabes hacer. Y el secreto… En realidad es muy fácil de preparar.

    VER RECETA
    Rigatoni con espinacas

    Rigatoni con espinacas

    ¿Quién se resiste a un plato de pasta? Prueba a incluir en este momento de placer un poco de verduras para hacer tu dieta lo más equilibrada posible.

    VER RECETA

  • Fabes de Mayo a la asturiana(Habas de mayo)

    Fabes de mayo a la asturiana

    No sé cómo se llaman les fabes de Mayo en otros sitios así que os pongo la foto de la vaina y de la faba sin vaina.

    Fabes de mayo

    - 2 kgs. de fabes de mayo 
    - 2 patatas 
    - 100 grs. de jamón serrano en taquitos 
    - 1 diente de ajo 
    - pimentón 
    - 1 cucharada de vino blanco 
    - 1 cebolla 
    - 1 zanahoria grande o dos pequeñas 
    - huevo cocido (opcional)

    Se quitan las vainas a les fabes, se echan en agua hirviendo con sal y se tienen dos minutos desde que vuelve a hervir el agua. Se escurren y se reservan. Se pocha la cebolla picada con el ajo y antes de que empiece a dorarse se echa el jamón, les fabes, la zanahoria pelada y en rodajas finas y el pimentón, se revuelve y se le echa el vino y agua, que las cubra, se tapa y se cuece media hora. Se pelan las patatas, se cortan en cuadraditos y se echan en la cazuela, si es necesario, se echa un poco más de agua, se deja cocer 15 muntos más o hasta que las patatas estén tiernas. No tiene que quedar muy caldoso. Se rectifica de sal y se puede servir con huevo cocido en rodajas.

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  • 101 recetas vegetarianas de Navidad (que todos los invitados querrán comer)

    Navidad 1

    Puede que esta Navidad os toque haceros cargo de alguna o varias de las comidas y cenas de las fiestas navideñas y entre los invitados haya algún vegetariano. O que los vegetarianos seáis vosotros y andéis en busca y captura de ideas para los menús navideños. Sea cual sea la situación en que os encontréis, hemos recopilado 101 recetas vegetarianas de Navidad para haceros la tarea mucho más fácil.

    En nuestras propuestas encontrarás muchas recetas en las que están presentes el huevo, la leche y otros alimentos derivados de los animales. Todas ellas sabrosas y deliciosas como las tradicionales recetas de Navidad. Tanto que nadie rechistará cuando se las pongas delante. Y es que estas 101 recetas vegetarianas de Navidad están a la altura de cualquier gran celebración. Vamos a verlas.

    Aperitivos

    Bombones de queso de cabra y sésamo caramelizado

    Bombones de queso de cabra y sésamo caramelizado

    Pakoras De Brocoli Calabacin Y CebollaPakoras de brócoli, calabacín y cebolla

    Entrantes

    Capuccino De Setas Y QuesoCapuccino de setas y queso

    Ensalada molecularEnsalada molecular

    Platos principales

    Wellington de verduras

    Wellington de verduras

    Risotto de ajo negro con peineta de Parmesano

    Risotto de ajo negro con peineta de Parmesano

    New York cheesecake

    New York cheesecake salado

    Recetas de guarnición

    Ensalada de quinoa, calabaza asada y granada

    Ensalada de quinoa, calabaza asada y granada

    Espárragos blancos en escabeche

    Espárragos blancos en escabeche

    Postres y dulces tradicionales navideños

    Vasitos de plátano y dulce de leche

    Mango caramelizado al ron con especias

    Mango caramelizado al ron con especias

  • ¿Qué es el té moruno y cómo se prepara?

    https://www.mocay.com/blog/te-moruno-que-es-como-se-prepara/

    Blog 5ene

    El té a la menta, también conocido como Té Moruno, es una de las bebidas más populares en los países del Magreb y principalmente en Marruecos. Y aunque en nuestro país es una bebida que asociamos al invierno y que tomamos cuando el frío acecha, lo cierto es que en estos países se toma bien caliente todo el año. ¿Estás listo para dejarte cautivar por la magia del desierto? 

    En los países del Magreb consideran que tomar bebidas calientes equipara nuestra temperatura corporal a la temperatura ambiente y por ello se nota menos el calor. Además, se le atribuyen propiedades digestivas, tonificantes y diuréticas.
    Además, el té es un símbolo de hospitalidad en la cultura árabe. Lo suele preparar el jefe de familia, o en su lugar el siguiente miembro en edad, para servir a sus invitados como muestra de cortesía.

    El té llegó al norte de África a mediados del siglo XIX de la mano de exportadores británicos y fue acogido de buen grado por los habitantes de Marruecos, país en el que hasta ese momento las bebidas más populares eran las infusiones de hierbabuena y absenta. Las hojas de té hacían estas bebidas menos amargas y eso gustó al paladar magrebí.

    ¿Quieres saber cómo prepararlo? Sus ingredientes son bien sencillos, pero la clave está en cómo utilizarlos. Toma buena nota del modo de preparación, todo un ritual, porque sólo siguiendo los pasos adecuados llegarás a preparar un té moruno de verdad.

    Cómo preparar té moruno: lo imprescindible

    Para preparar té moruno no pueden faltar en tu tetera los siguientes ingredientes:
    • 1 cucharadita de té verde gunpowder (por taza)
    • 1 manojo de hierbabuena fresca o menta piperita
    • 1 cucharadita de azúcar moreno también por cada taza
    • Agua

    Como decíamos, la preparación del té con menta o té moruno es todo un ritual:
    • En primer lugar, echa una cucharada de té en la tetera por cada taza que vayas a preparar.
    • A continuación, hierve unos 100 ml de agua en otro recipiente y cuando esté lista añádela a la tetera.
    • Deja reposar durante un par de minutos y pasado ese tiempo realiza movimientos circulares con la tetera. Esa agua se desecha y sólo se realiza este paso con el fin de limpiar las bolas de té. ¡No te deshagas del té, debe quedar en el interior de la tetera!
    • Pon de nuevo agua a hervir.
    • Ahora, sobre el té escurrido que tienes en la tetera, es el momento de añadir el azúcar; de nuevo una cucharadita por cada taza que vayas a preparar.
    El hecho de incorporarlo ahora y no al final, se debe a que, de esta manera, el azúcar pasa por una semi caramelización, que le da ese sabor tan característico a este tipo de té.
    • Vierte el agua que hayas hervido previamente y ponlo a fuego medio.
    • Espera a que vuelva a hervir y entonces introduce la hierbabuena, o menta, en la tetera.
    • Vuelve a calentar durante 2 ó 3 minutos más hasta que esté a punto de hervir de nuevo. Es importante que no llegue a hervir el agua con la hierbabuena (o menta según tu elección) en el interior ya que se puede oxidar y darle al té un toque amargo que puede no gustar a todos.
    • Aparta la tetera del fuego y deja reposar 3 minutos más.
    • Ya, por último, y para que los ingredientes se mezclen bien, escancia el contenido de la tetera en un recipiente y vuelve a verter el contendido en la tetera. Así hasta tres veces. Esto se conoce como el proceso de aireación y se realiza para que el té se oxigene y se potencie su sabor.

    Ahora sólo queda servirlo en los vasos adecuados, y conseguir trasladar a tus invitados a una jaima en mitad del desierto.


    Mientras se va consumiendo, las hojas del té continúan infusionándose, resultando cada té más fuerte que el anterior.

    Por eso hay un dicho popular Bereber que dice: “El primer té es suave como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero amargo como la muerte”.

    ¿Conocías el ritual del té moruno? ¿Te atreves a prepararlo en casa?

  • Bombones de Physalis

    Bombones madreat 2

    Igloo cooking
     
    De los bombones os cuento que se me ocurrieron al recibir unos estupendos moldes de Silikomart, uno de ellos de bombones y tener esta maravillosa fruta x mi cocina.
    Physalis, uvilla, alquequenje, aguaymanto, tomate silvestre o tomatillo (Physalis peruviana L.), es el fruto de un arbusto, la uchuva, con muchas y estupendas propiedades para la salud. Su característico sabor dulce y ácido es una maravilla.
     
    INGREDIENTES:
    - 1 tableta de chocolate negro (con mín. 72% de cacao)
    - Una cucharada de mantequilla
    - Physalis
     
    ELABORACIÓN:
    1. Ponemos las onzas de chocolate en un bol con la mantequilla y lo derretimos en el microondas a intervalos cortos de 30 en 30 segundos.

    2.  Rellenamos  nuestro molde para bombones, con el chocolate derretido y la fruta. Dejamos enfriar completamente en el frigo hasta que se solidifiquen. Desmontamos y a disfrutar.

    Bombones madreat 1

  • Chayotes rellenos de jamón y ¡gratinados!

    Chayoterelleno

    Lucía Mena

     Editor

    Cocina Delirante, sigue delirando con nosotros

    Si buscas una receta rápida, fácil y con un gran sabor prueba estos deliciosos chayotes rellenos de jamón y queso. Son perfectos para hacer que tus hijos coman verduras, les encantarán.

    Tiempo:  aprox.

    Porciones: 4 aprox.

    Ingredientes

     
    • 2 chayotes
    • 250 gramos de jamón
    • ½ pieza de cebolla blanca finamente picada
    • 2 dientes de ajo
    • 1 cucharadita de sal
    • ½ cucharadita de pimienta
    • 1 ½ taza de queso manchego
    • 2 cucharadas de aceite vegetal
    • 1 cucharada de mantequilla sin sal 

    Preparación

    1. CORTA los chayotes a la mitad y cuece con un poco de sal durante 15 o 20 minutos. Elimina el agua.
    2. RETIRA la pulpa; pícala finamente.
    3. SOFRÍE la cebolla y el ajo en un sartén con aceite y mantequilla.
    4. AÑADE la pulpa de los chayotes y el jamón; sazona con sal y pimienta. 
    5. RELLENA los chayotes y colócalos en un refractario para horno engrasado con mantequilla.
    6. AGREGA el queso sobre cada chayote y hornea a 180°C por 15 minutos o hasta que el queso se haya derretido. 

     

  • Como aromatizar un aceite de oliva

     

    Aceite Picante Para Pizzas

    Para preparar un aceite de oliva picante, es conveniente utilizar un buen aceite de oliva virgen extra y contar con unas frascas de vidrio esterilizadas tras una cocción en agua hirviendo. Yo en esta ocasión he utilizado un aceite de oliva de la variedad picual.

     

    Como la parte más picante de las guindillas, pimientas o ajíes es su interior, donde están las venas y las semillas, os recomiendo que abráis las guindillas cortándolas por la mitad. Al abrirlas, podéis aprovechar para retirar las semillas (o la mayoría de ellas)

    Siempre uso unos guantes de latex para hacer esta operación, y luego los tiro, porque si después de tocar las guindillas os tocáis los ojos, vais a llorar mucho. Como se puede ver en la fotografía, utilicé distintos tipos de guindillas de diferente potencia.

    Además, para la elaboración de estos frascos de aceite picante, podéis utilizar también hierbas aromáticas frescas que además de dar un toque precioso de color a vuestro aceite aromatizado, aportarán mucho sabor. Para este cometido os recomiendo que utilicéis albahaca o como hice yo en este frasco, salvia fresca.

    Aceite Aromatizado Picante Pasos

    Una vez introducidas las guindillas abiertas y las hierbas aromáticas en el frasco, rellenamos con aceite de oliva virgen extra y ponemos un tapón. Dejamos macerar unos 40 días, preferiblemente en sitio oscuro y ya tendremos listo un aceite de oliva picante, perfecto para condimentar unas tostadas, para arreglar un guiso que quedó falto de picante o para alegrar cualquier plato al que le vaya bien un toque picante.

    En especial, yo disfruto muchísimo utilizando este aceite picante para condimentar unas pizzas. Para ello, añado unas gotas sobre el tomate que pongo en la base y preparo la pizza normalmente. Después, una vez horneada, podemos llevar este frasco de aceite picante a la mesa y que cada uno lo use como si estuviera añadiendo Tabasco u otro condimento similar.

  • Fabada Asturiana

    Fabada asturiana

    Fabada asturiana

    https://www.productosasturianoscampoastur.com/blogs/11_fabada-asturiana.html

    La Fabada asturiana es el plato tradicional de la cocina asturiana elaborado con faba asturiana (en asturiano, fabes), embutidos como chorizo y morcilla asturiana y cerdo.

    Ingredientes para 8 personas:

    • 1 kilo de fabes
    • 4 morcillas
    • 4 chorizos
    • 500 gr de tocino salado
    • 300 gr de lacón salado
    • 1 sobre de azafrán en hebra
    • 1 cebolla pequeña
    • 1 chorro de aceite de oliva

    Elaboración:

    Se ponen a remojar la noche anterior les fabes junto con el lacón en agua fría.

    Al día siguiente se y se lavan les fabes y el lacón con agua fría. Se ponen les fabes en una olla lo suficientemente grande y encima se echan las morcillas, los chorizos, el tocino, el lacón y la cebolla pelada sin quitarle el culo. Se vierte un chorro de aceite, se cubre todo con agua y se ponen a fuego fuerte hasta que rompan a hervir.

    Una vez hierven se baja el fuego para que la cocción sea lenta y de vez en cuando se les echa un chorro de agua fría para que siempre estén cubiertas de agua y se mueve o marea la olla cogiéndola por las asas con cuidado de no romper las fabas, nunca remover los ingredientes con la cuchara.

    Cuando les fabes estén cocidas se prueban de sal y se saca la cebolla, se añade el azafrán, previamente rustido y desmenuzado y se menea la olla. Se dejan reposar y se sirven  bien calientes.

    NOTA: para que una faba esté bien cocida debe estar blanda y suave y no se tiene que notar la piel de la misma.

    Fotografía de este post:  "Fabada y compangu" de Flavio Lorenzo Sánchez

  • Ensalada de patatas violetas, rabanitos, mango y granada con salsa de yogur

     


    Esta ensalada de patatas violeta, rabanitos, mango y granada con salsa de yogur es una delicia para llenar de color y sabor las mesas de verano.

    Escrito por Ana Suso el 7/06/2018 a las 13:52

     

     

     

     

     

     

    Preparación: 40 min     Dificultad: fácil     Raciones: 2


    Un plato ligero, rico y colorido para los días de calor. Vamos a preparar una vistosa ensalada muy completa en la que combinaremos brotes de espinacas y rúcula con patatas violeta, rabanitos, aguacate y frutas como el mango y la granada.

    Prepararemos una salsa ligera de yogur a la que podemos añadir hierbas aromáticas picadas muy pequeñitas, como menta, cilantro, albahaca, eneldo, orégano o tomillo, por ejemplo. Como me gusta darle a las ensaladas un punto de contraste crujiente, también añadiremos a la salsa unos pistachos troceados, aunque puedes utilizar el fruto seco que más te guste, como almendras, nueces, avellanas, etc.

    Ingredientes para elaborar la ensalada de patatas violeta, rabanitos, mango y granada con salsa de yogur


    • Brotes de espinacas, un puñado (*)
    • Brotes de rúcula, un puñado (*)
    • Patatas violeta, 2
    • Rabanitos, 2
    • Mango, un tercio
    • Granada, un cuarto
    • Aguacate, un tercio
    • Zumo de limón, unas gotas (para evitar la oxidación del aguacate)

    (*) Puedes sustituir los brotes de espinaca y rúcula por cualquier otra variedad de lechuga de tu agrado

    Ingredientes para la salsa de yogur

    • Yogur natural no azucarado, 1
    • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
    • Vinagre de jerez o de sidra, 2 cucharadas
    • Diente de ajo, medio o uno, al gusto
    • Zumo de limón, un chorrito (no demasiado)
    • Azúcar, media
    • Sal, al gusto
    • Pimienta, al gusto
    • Menta fresca, 4 ó 5 hojitas
    • Pistachos tostados, 15 ó 20, al gusto

    Elaboración de la ensalada de patatas violeta, rabanitos, mango y granada con salsa de yogur


    01: Cocemos las patatas violeta 

     

    Comenzamos cociendo las patatas y mientras tanto prepararemos el resto de ingredientes.

    Para cocer las patatas violeta, las lavamos bien porque las vamos a cocer con piel para que no pierdan su bonito color. Las ponemos en una cazuela con abundante agua fría y sal. Tapamos la cazuela y las cocemos como hacemos normalmente con las patatas blancas, durante unos 15 ó 20 minutos.

    Pasado este tiempo podemos comprobar si están cocidas pinchando con la punta de un cuchillo y si se desliza fácilmente es que están listas. Entonces, retiramos la cazuela del fuego y dejamos que se templen para poder pelarlas. Si tenemos prisa las podemos refrescar en agua fría para acelerar el enfriado, pero sin que se enfríen totalmente porque nos costaría más pelarlas. La verdad es que pelarlas es algo laborioso porque no tienen la piel lisa y tienen bastantes ojos.

    Como la forma de estas patatas es alargada y no son muy grandes las cortamos al bies en rodajas no muy anchas.


    02: Preparamos la salsa de yogur

     

     

    Podemos preparar la salsa utilizando un batidor de varillas o una batidora. También podemos verter todos los ingredientes en un bote con tapa y para emulsionar la salsa bastará con que agitemos enérgicamente, lograremos así un resultado uniforme. Esta es la opcion que he elegido hoy.

    Pelamos el diente de ajo y lo rallamos, prensamos o trituramos en el mortero con un poco de sal para únicamente notar el sabor del ajo pero sin encontrarnos trocitos. Reservamos. Si vamos a triturar la salsa con la batidora únicamente pelaremos el diente de ajo.

    Picamos finamente las hierbas aromáticas escogidas, en esta ocasión he añadido menta fresca. Reservamos. Si utilizamos la batidora tampoco es necesario este paso, lo añadiremos junto con el resto de ingredientes en el siguiente paso.

    En un bote (o en el vaso de la batidora), añadimos el yogur, el ajo, un chorrito de zumo de limón, el aceite, el vinagre, el azúcar, la sal y la pimienta. Según el método escogido, agitaremos con fuerza el bote o trituraremos los ingredientes con la batidora.

    Para darle un punto crujiente me gusta ponerle unos pocos frutos secos picados, en este caso he añadido unos cuantos pistachos cortados a cuchillo groseramente. Añadimos también la menta picada.


    03: Preparamos el resto de verduras y fruta de la ensalada. Montamos

     

     

    Lavamos las hojas de espinacas frescas y de rúcula y las centrifugamos con el centrifugador de ensaladas o las escurrimos bien. Es muy importante secarlas bien para que no nos quede una ensalada aguada.

    Lavamos los rabanitos y los cortamos en rodajas finitas; aportarán un contraste de color rojo- blanco muy bonito, además de su intenso sabor picante y refrescante.

    Pelamos y troceamos el mango en cubos no muy grandes. Te puede resultar útil este post sobre cómo cortar y pelar un mango.

    Desgranamos la granada. Te dejo también unas indicaciones muy útiles sobre cómo pelar y desgranar una granada.

    Pelamos los aguacates y los cortamos en tiras. Para que no se oxiden las tiras de aguacate mientras terminamos de montar la ensalada, las rociamos con zumo de limón. Pincha en este enlace para saber cómo pelar y cortar un aguacate para que te quede perfecto.

    Para emplatar la ensalada comenzamos poniendo una cama de brotes de espinacas y rúcula. Añadimos encima las rodajas de patatas violeta, disponemos sobre ellas las rodajas de rabanitos haciendo un círculo y colocamos en el centro los dados de mango y los granos de granada. Por último, añadimos las tiras de aguacate intercalándolas sobre las rodajas de rabanitos.


    04: Servimos la ensalada de patatas violeta, rabanitos, mango y granada con salsa de yogur

    Es recomendable añadir el aguacate cuando vayamos a servir la ensalada, porque aunque lo hayamos pintado con zumo de limón, tiende a oxidarse y oscurecerse.

    Añadimos sobre el conjunto unas gotas de la salsa de yogur y espolvoreamos por encima unos trocitos de pistachos tostados. Me gusta también añadir un hilo de aceite de oliva sobre las hojas verdes para darles un poco de brillo. Servimos el resto de la salsa en una salsera para que cada uno aliñe la ensalada a su gusto.

    Resultado


    Esta ensalada es un excelente primer plato y si lo acompañamos de una ración de pescado o carne a la plancha será un comida ligera perfecta, además de muy sabrosa.

    Si queremos convertir esta ensalada en plato único podemos añadirle algo de proteína como unas tiras de salmón o bacalao ahumado, unos langostinos cocidos o unos mejillones abiertos al vapor, por ejemplo. También podemos añadir unos trocitos de queso.

    En esta ensalada he utilizado patatas violeta o vitelotte y debo de confesar que el motivo inicial ha sido el estético, porque me encanta su color tan vistoso, con el que conseguimos un bonito contraste de colores. Su sabor es muy similar al de la patata tradicional, aunque quizá sea un poco más suave y con notas a frutos secos, en concreto a mí me recuerda al sabor de las nueces.

    Esta variedad de patata se distingue por tener una piel morada, casi negra con muchos ojos hundidos, y una carne de color violeta que puede variar en su tonalidad, e incluso mostrar tonos más azulados o jaspeados con tonos blanquecinos según la pieza.

    El segundo motivo para incluirlas en la receta han sido sus numerosas propiedades nutricionales. El color violeta de estas patatas, igual que en el caso de otras frutas y verduras de colores que van del rojo al morado (grosellas, arándanos, cebolla morada, por ejemplo) es debido a las antocianinas. Diversos estudios han mostrado que las antocianinas tienen efectos terapéuticos y son antioxidantes, es decir, reducen los radicales libres y con ello los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares y patologías neurológicas.

    Por tanto, ¡anímate a poner color en tu mesa!, tendrá mejor presencia y además tu salud te lo agradecerá.

     

  • ¿Un toque especial para tus tartas de zanahoria? ¡Con esta idea, seguro que triunfas!

     

    tarta-zanahoria

    BY HOLA.COM

    Te enseñamos a preparar paso a paso,un carrot cake absolutamente irresistible y con un punto diferente respecto a las recetas más  clásicas.

    No lo ocultamos. Las tartas de zanahoria son una de nuestras grandes debilidades reposteras. Y sabemos que también lo es para vosotros. Es por ello que ya os hemos desvelado un buen número de direcciones donde probar algunas de las mejores de España; os hemos ofrecido consejos de experto para obtener los mejores resultados a la hora de prepararlas; incluso hace solo unos días os mostrábamos el paso a paso para elaborar un auténtico carrot cake Made in USA

    Pues bien, como nunca nos cansamos de este postre, nuestra propuesta de hoy consiste en ofreceros una nueva receta para que endulcéis a los vuestros con una tarta de zanahoria, ‘aliñada’ en esta ocasión con un interesante sabor cítrico. Y es que, para su decoración, emplearemos tiras de naranja confitada. Si te animas a prepararla, toma primero buena nota de los ingredientes necesarios:

    250 g de zanahorias; 50 g de nueces peladas; 3 huevos; 150 g de harina; 1 c.s. de levadura en polvo; 1 c.s. de miel; 125 g de azúcar moreno; 1 c.c. de canela molida; sal; pieles de naranja confitada; azúcar glas para espolvorear.  Para la cobertura de merengue: 4 claras de huevo; 250 g de azúcar; zumo de limón.

    ELABORACIÓN

    La cobertura de merengue:
    Echar las claras de huevo en una ensaladera y batir con varillas eléctricas hasta que estén bien firmes. Incorporar el zumo de limón y el azúcar poco a poco, a lo largo de 10 minutos, mientras se continúa batiendo hasta obtener un compuesto uniforme.

    -Quitar las puntas a las zanahorias, pelarlas, lavarlas, secarlas y rallarlas.
    -Picar las nueces.
    -Precalentar el horno a 180ºC.
    -Engrasar con la mantequilla y espolvorear con harina el fondo y las paredes de un molde redondo desmontable de bordes altos de unos 22 cm de diámetro.
    -Echar en una ensaladera los huevos, el azúcar, la miel y la canela y batir con varillas hasta conseguir una crema uniforme.
    -Tamizar la harina con la levadura y la sal y añadir la mezcla a la ensaladera poco a poco mientras se continúa batiendo.
    -Incorporar la ralladura de zanahoria y las nueces picadas y mezclar hasta obtener una masa lo más homogénea posible.
    -Verterla en el molde, alisar la superficie con una espátula y meterla al horno a 180ºC entre 30 y 35 min, hasta que, al pincharla con una brocheta, ésta salga limpia.
    -Retirar la tarta del horno y quitar el molde.
    -Colocarla sobre una bandeja de horno, extender el merengue por la superficie y los bordes y volver a meterla en el horno, a 90ºC, durante 20 minutos con la puerta abierta.

    Presentación

    Retirar del horno la tarta, colocarla en una fuente redonda y dejar que se enfríe del todo. Decorarla con las pieles de naranja confitadas.

  • Lechuga de otras formas

    Cuatro formas de consumir la lechuga alternativas a la ensalada

    La lechuga es el vegetal estrella de nuestras mesas y una de las reinas de la alabada dieta mediterránea. A estas alturas todo el mundo sabe que esta verdura de la familia de las asteráceas es un dechado de virtudes nutricionales, pues es generosa en fibra, vitaminas A y C -consumir una ración conlleva el 15% de la ingesta diaria recomendada-, antioxidantes y minerales como el hierro, el calcio, el fósforo y el potasio. Además, tiene un escueto contenido calórico -aporta 17 kcal por cada 100 gramos- y posee un alto contenido hídrico, que la convierte en un excelente aliado de las dietas de pérdida de peso y las personas con retención de líquidos

    Rizada, beluga, romana, batavia, iceberg... La familia de este popular vegetal está formada por cientos de miembros, que habitualmente tendemos a consumir en las ensaladas. Como partícipe de combinados vegetales, además de ser muy saludable, proporciona muchas alegrías culinarias, pues casa a las mil maravillas con un sinfín de ingredientes. Sin embargo, la lechuga también se presta a preparaciones culinarias inéditas y muy ricas, que nos permiten aprovechar todo su potencial. Estas son algunas ideas.

    Rellena

    La lechuga rellena constituye una forma saludable y sabrosa de reinterpretar la clásica ensalada, haciéndola más apetecible para los pequeños de la casa o quienes no acaban de encontrarle el gusto. Las posibilidades son infinitas: de carne, marisco, vegetales... En este caso, proponemos una lechuga rellena de pescado.

    Ingredientes:

    • 8 hojas de lechuga
    • Vino blanco
    • 4 filetes de lenguado
    • 150 g de gambas peladas
    • 2 cucharadas de nata
    • Aceite de oliva, pimienta y sal

    Rehogamos las gambas con el vino blanco en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Cuando el alcohol se haya evaporado, agregamos la nata, sazonamos con sal y pimienta, cocinamos durante unos minutos más hasta que la salsa haya adquirido el espesor adecuado y reservamos. A continuación, escaldamos las hojas de lechuga en agua hirviendo durante un minuto y luego las juntamos de dos en dos -una sobre otra-. Para terminar, colocamos un filete de lenguado sobre cada conjunto de hojas, salpimentamos, regamos con la salsa, lo cerramos en forma de paquete y, finalmente, lo cocemos al vapor durante quince minutos. Si queremos incrementar su gusto, podemos incluir un sofrito de ajo y mantequilla.

    Asada

    La lechuga también es susceptible de ser asada en la parrilla o en el horno, un modo de preparación que le confiere una textura jugosa y un toque crujiente. Lo habitual es usar los cogollos, puesto que tienen más consistencia. Como guarnición de carnes y pescados, como ingrediente de ensalada o como plato principal, la lechuga asada constituye una excelente opción para quienes siguen una dieta vegana o quieren comer sano.

    Lechuga a la parrilla con vinagreta de tomate

    Ingredientes:

    • 8 cogollos de lechuga

    Para la vinagreta:

    • 1 tomate maduro
    • 8 hojas de cebollino
    • Aceite de oliva, vinagre y sal

    En primer lugar, elaboramos la vinagreta. Para ello, mezclamos la pulpa del tomate con el cebollino picado, un chorro de aceite de oliva y sal; removemos bien hasta que quede emulsionada y reservamos. Después, lavamos los cogollos, los cortamos por la mitad y los asamos en la plancha a fuego moderado. Para terminar, los extendemos sobre una bandeja y los regamos con la vinagreta.

    Al wok

    Las elaboraciones al wok han acaparado un gran protagonismo en los últimos tiempos, en detrimento del salteado en las clásicas sartenes. La razón es que esta técnica, oriunda de China, permite elaborar platos más rápidamente, más saludables -no requiere demasiada grasa- y sumamente jugosos. Aunque podemos saltear la lechuga con un sinfín de ingredientes, también se puede cocinar en solitario y el resultado será igualmente sabroso.

    Cogollos de lechuga salteados con ajo

    Ingredientes:

    • 4 cogollos
    • 4 ajos
    • 1 cebolla
    • Aceite de oliva
    • Sal

    Lavamos y cortamos los cogollos por la mitad y reservamos. Luego, pochamos la cebolla cortada en juliana en un wok con una pizca de aceite de oliva. Cuando esté tierna, echamos los ajos, los cogollos, sazonamos con sal y cocinamos un par de minutos.

    Sopas y cremas

    De primer plato o como guarnición; frías o calientes. Las sopas y las cremas ocupan por derecho propio un hueco de honor tanto en los menús invernales, ayudándonos a entrar en calor, como en los estivales, pues aligeran y refrescan nuestro cuerpo. Además, son fáciles de hacer, nutritivas y saludables, y tienen una enorme versatilidad culinaria, admitiendo de buen grado innumerables ingredientes; también la lechuga. A modo de inspiración, proponemos esta receta.

    Sopa de lechuga y queso

    Ingredientes:

    • 2 lechugas
    • 2 cebollas
    • 50 g de queso
    • 1 patata
    • 1 esqueleto de pollo
    • Agua
    • Aceite de oliva, sal y perejil

    Cocemos el esqueleto del pollo con dos ramas de perejil en una cazuela con abundante agua durante diez minutos y reservamos. Luego, pochamos las cebollas en una sartén con aceite de oliva. Una vez hayan adquirido un tono transparente, incorporamos la patatatroceada en cuadraditos, la lechuga picada y cocinamos durante unos minutos más. Después, vertemos el caldo de pollo, sazonamos con sal y cocinamos durante otros quince minutos. Cuando esté lista, la trituramos con la batidora. A continuación, extendemos montoncitos de queso rallado en una bandeja y los horneamos a 180°C durante 8 o 9 minutos. Para terminar, servimos la sopa y sobre esta el crujiente de queso.

  • 50 recetas ricas para comer más verduras

     

    Os proponemos una lista con 50 recetas ricas de verduras que además son fáciles de hacer y se preparan en poco tiempo.

    Escrito por Mer Bonilla el 30/07/2015 a las 13:26

    Tengo que comer más verduras… ¿cuántas veces nos hemos hecho ese propósito y se ha quedado solo en eso porque no conseguimos acostumbrarnos a las verduras hervidas o al vapor? Es normal, si alguien se plantea comer más verduras es porque no le gustan demasiado y actualmente come menos de las que debería. Y por mucho esfuerzo que haga en llenarse el plato con lechuga o con espinacas hervidas, lo más habitual es acabar odiándolas aún más.

    Y es que ya sea para conseguir que los niños coman más verduras o para que los mayores incluyan más verduras en su día a día hay un requisito fundamental, que te guste lo que comes, porque si no podrás comerlo un día haciendo un esfuerzo, pero al siguiente que no cuenten contigo para repetir. Que el mejor planteamiento no es siempre el de “a partir de ahora dejo de comer de todo y como solo verduras”, la mayoría de las veces bastará con cambiar parte de las patatas, la pasta o el arroz por algunos vegetales que, creedme, en muchos casos conseguirán que las patatas, la pasta o el arroz estén mucho más ricos que solos. Y como prueba de que las verduras no solo se comen crudas o hervidas os he preparado una lista con 50 recetas ricas de verduras para que veáis que no es tan difícil conseguir que nos acaben gustando.

    50 recetas ricas de verduras que harán que lo verde te acabe gustando

    Es bueno empezar poco a poco, primero introduciéndolas como ingredientes adicionales de platos que ya nos gustan, haciéndolas formar parte de salsas, luego cocinándolas como ingrediente principal de guarniciones o finalmente como protagonistas absolutas de entrantes y aperitivos. ¿Os apuntáis?

    Recetas ricas de verduras: Sopas y Cremas

    Recetas ricas de verduras

    Desde una reconfortante sopa en invierno a una crema fresquita en verano, las verduras son grandes aliadas para preparar primeros platos fáciles, rápidos y sabrosos.

    Recetas ricas de verduras: Entrantes, aperitivos y guarniciones

    Recetas ricas de verduras

    Un picoteo saludable para la hora del aperitivo, una guarnición ligera para acompañar un plato de carne, un entrante rápido de preparar. Unas cuantas verduras, un poco de imaginación y puedes acabar con algo riquísimo en el plato.

    Recetas ricas de verduras: Platos principales

    Recetas ricas de verduras

    Y si lo tuyo no es complicarte la vida cocinando entrantes, guarniciones o picoteos, ahí van unas recetas fantásticas para poder comer de plato único.

    Y hasta aquí nuestras 50 recetas ricas para comer más verduras, pero esperamos con ansia que nos contéis cuáles son vuestras recetas de verduras infalibles para que todo el mundo quiera repetir.

  • Receta de tortitas de calabaza

    Torrijas de calabaza 655x368

    (Receta en parte modificada)

    Las tortitas de calabaza mezclan una serie de ingredientes tradicionales para crear un postre saludable muy original. Con esta receta encontraremos la forma de crear un dulce final de fiesta de lo más apetecible. La calabaza es un ingrediente de temporada que llega hasta nuestra mesa en infinidad de platos, cremas, sopas, bizcochos o estas tortitas nos ayudarán a conocer las mejores propiedades de este ingrediente. Acompañada de leche, huevos y azúcar, la calabaza tendrá los mejores aliados para convertirse en un imprescindible de cualquier mesa. Toma nota de este postre sencillo, original y saludable, seguro que lo prepararás en más de una ocasión.

    Ingredientes:

    • 250 gr de calabaza
    • 1 vaso de azúcar
    • Ralladura de la cáscara de 1 limón
    • 2 huevos
    • 250 gr de harina
    • 1 vaso de leche
    • Agua
    • Aceite de oliva
    • Azúcar con canela

    Cómo preparar tortitas de calabaza

    1. Empezamos esta receta pelando la calabaza. Saber cómo pelar una calabaza de forma fácil y rápida nos ayudará a perder el miedo a este primer paso, conseguiremos un resultado excelente en un tiempo récord.
    2. Troceamos la calabaza y la pondremos a cocer con un poco de agua unos 10 minutos. Para conseguir unas tortitas lo más tiernas posibles será importante este paso.Receta de torrijas de calabaza
    3. Cuando tengamos la calabaza cocida con la ayuda de un tenedor la vamos a aplastar hasta obtener una masa homogénea llena de color y de sabor.
    4. Esta pasta de calabaza será la base de las tortitas. Le añadiremos el azúcar. Si nos gustan un punto menos intensas, podemos no ponerle el vaso entero de azúcar, con medio estarán igual de buenas.
    5. Incorporamos la ralladura del limón que acabará de aromatizar el postre, antes de la llegada de los huevos. Los vamos poniendo sin dejar de remover.
    6. Acabaremos con los ingredientes líquidos con la llegada de la leche. A continuación, le ponemos la harina tamizada.
    7. Esta será la masa de las tortitas de calabaza perfecta. Con la ayuda de una cuchara le daremos una forma similar a cada tortita. A medida que las vamos creando las pondremos en el sartén pincelado con aceite.
    8. Como cualquier tortita su tiempo de cocción es poco, nos interesa que queden doradas por ambos lados.Receta de torrijas de calabaza
    9. A medida que las vayamos teniendo hechas las pondremos sobre papel absorbente. Eliminarán de esta manera el aceite sobrante.
    10. Para acabar con el plato perfecto, vamos a rebozar nuestras tortitas de calabaza por una mezcla de canela y azúcar. En caliente están espectaculares, con un buen vaso de café con leche tendremos una merienda de lujo.

  • 7 recetas con brócoli

    Siete recetas originales con brócoli, con un toque especial que hará que te enamores de este producto de temporada

    Siete recetas originales con brócoli, con un toque especial que hará que te enamores de este producto de temporada

     

    Nos gustan los recopilatorios de recetas con productos de temporada y esta semana hemos seleccionado siete recetas originales con brócoli, con un toque especial que hará que te enamores de este producto, si es que no lo estabas ya.

    A nadie le vamos a descubrir hoy las bondades del brócoli, una variedad de crucífera sana y sabrosa que ya es parte de nuestra dieta habitual. Antes conocido como brécol, el brócoli ha ido conquistando poco a poco nuestros hogares y ya lo cocinamos de forma frecuente en muchas recetas.

    EN DIRECTO AL PALADAR

    Ocho recetas con brócoli (que os harán cambiar de opinión sobre esta crucífera )

    Siete recetas originales con brócoli, con un toque especial que hará que te enamores de este producto de temporada

    Como ya hicimos con las recetas originales con setas la semana pasada y con las cremas de calabaza con un toque original la semana anterior, esta semana hemos querido buscar platos que tengan el brócoli como ingrediente principal o secundario, que por su técnica o por su peculiar elaboración, merezcan estar en este recopilatorio de recetas originales de brócoli con toque especial.

    1. Bubble and squeak

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    Tanto por el nombre como por su aspecto de tortilla española de patatas con color verde como por la técnica utilizada para su elaboración, esta receta de origen británico muy colorida es digna de encabezar nuestro recopilatorio de recetas de brócoli con un toque especial.

    • Ingredientes para 4 personas: Patata cocida, 300 g, Brócoli cocida, 150 g, Zanahoria cocida, 150 g, Aceite de oliva virgen extra, Sal, Pimienta negra molida
    • Elaboración: Esta elaboración admite de todo: coles, guisantes, judías verdes, etc. Lo importante es que la cantidad de patata la misma que la del resto de verduras juntas. Cumplido este requisito, total libertad para decidir qué verduras incluir. Yo he utilizado sobras y, por tanto, el brócoli, la zanahoria y la patata estaban ya cocidos en el momento de la elaboración del bubble and squeak, como manda la tradición en el Reino Unido. No obstante, esta receta se puede hacer con verduras frescas que habrá que cocer para la ocasión. Comenzamos picando groseramente las verduras con un buen cuchillo y las salpimentamos. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén de unos 20 cm de diámetro y agregamos las verduras. Con ayuda de un tenedor, las machacamos al tiempo que las cocemos a fuego suave durante 15 minutos. Compactamos la mezcla, apretando con el tenedor, y la volteamos con ayuda de un plato, como si se tratara de una tortilla española, tras engrasar de nuevo la sartén con más aceite de oliva. Doramos el bubble and squeak por la nueva cara durante 15 minutos más. Servimos inmediatamente.

    Link | Receta de bubble and squeak

    2. Albóndigas de brócoli

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    En general, hacemos las albóndigas con productos cárnicos o con productos del mar. Sin embargo, estas originales albóndigas de brócoli tienen precisamente esta verdura como ingrediente principal y además se cocinan en el horno por lo que nos parecen originales y una buena forma de consumir este producto.

    • Ingredientes para 4 personas: Brócoli, 500 g, Pan molido, 200 g, Cebolla morada, 0.5, Huevos, 2, Ajo granulado, 10 g, Queso Gouda, 50 g Sal y Pimienta negra molida al gusto
    • Elaboración: Vamos a limpiar el brócoli, cortarle el tallo, separar las flores y ponemos por 5 minutos en una olla de agua hirviendo con sal. Al cabo de este tiempo le retiramos del agua y dejamos escurrir por unos minutos. Picamos finamente la cebolla, el perejil, el queso y el brócoli. Colocamos estos ingredientes en un cuenco en el que rompemos los dos huevos. Sazonamos con sal y pimienta al gusto y revolvemos bien todo con la ayuda de una espátula. Añadimos ahora el pan molido y volvemos a revolver bien todo. Engrasamos una bandeja para horno con aceite de oliva en spray. Con la mano vamos formando pequeñas bolas de la preparación de brócoli. Lo ideal es que estas bolitas tengan aproximadamente el tamaño de una pelota de pingpong, es decir unos 4 a 5 cm de diámetro. A medida que las formamos las colocamos sobre la bandeja. Horneamos, a 180ºC, por unos 30 a 35 minutos.

    Link | Receta de albóndigas de brócoli

    3. Bacalao con costra de brócoli

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    En esta receta de bacalao skrei confitado, hemos dado el toque especial al cubrir el lomo de pescado con brócoli rallado, formando una costra colorida y sabrosa que os recomendamos probar en vuestras casas.

    • Ingredientes para 4 personas: 4 Lomos de bacalao Skrei (400 g en total) Aceite de oliva virgen extra, 250 ml, Diente de ajo, 2, Brócoli 3 arbolitos.
    • Elaboración: Comenzamos la operación, poniendo un cazo con aceite de oliva virgen extra y confitando en él los ajos, con el fuego al mínimo durante unos 15 minutos. A continuación, sacamos los ajos y confitamos en el cazo los lomos de bacalao durante otros 10 minutos. Podéis hacerlo con lomos grandes o si lo preferís, podéis cortarlos en pequeños trozos rectangulares. Con un rallador o mejor con un microplane rallamos ligeramente los arbolitos de brócoli para obtener los granitos verdes con los que haremos la costra. Una vez confitados los lomos de bacalao, los sacamos a un plato y reservamos el aceite de oliva en el que los hemos confitado. Con una batidora de mano, hacemos una emulsión con el aceite de oliva donde los hemos confitado, que tendrá mucha de la gelatina que haya soltado el bacalao y añadimos el agua y jugos que haya soltado el bacalao en el plato. Batiendo unos dos o tres minutos conseguiremos una especie de pil pil espeso. Con un pincel pintamos ligeramente los lomos de bacalao con el pil pil en la zona de la piel, para que se adhiera el brócoli rallado para formar la costra verde, y lo servimos sobre una cucharada de la emulsión de aceite de oliva virgen extra extendida en el plato.

    Link | Receta de Bacalao con costra de brócoli

    4. Quiche de brócoli y queso de tetilla

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    Por su bonita presentación, y por la original mezcla cremosa del queso gallego con el punto crujiente del brócoli, esta quiche ha resultado irresistible y estupenda para incluir entre nuestras recetas favoritas con este producto de temporada.

    • Ingredientes para cuatro personas: 1 lámina de masa quebrada, 4 huevos, 200 g de nata líquida, 20 g de mostaza de Dijon, 1 brócoli, 150 g de queso Tetilla gallego, 50 g de queso Parmesano, nuez moscada al gusto, sal y pimienta.
    • Elaboración: Si queremos preparar la masa quebrada, podemos seguir esta receta. Si la usamos industrial nos ahorramos ese trabajo, pero no quedará tan buena. Cocemos durante cinco minutos el brócoli en una olla con abundante agua hirviendo y sal o al vapor. Retiramos y reservamos. Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 180 grados centígrados. Horneamos durante 20 minutos la masa en blanco, es decir colocándole un papel de hornear y rellenándola con unos garbanzos secos o arroz para evitar que hinche. En un bol mezclamos los ingredientes del relleno, excepto el queso tetilla. Batimos con varillas o una batidora y vertemos sobre la masa. Colocamos las flores de brócoli y el queso tetilla partido en trozos. Horneamos de nuevo durante 30 minutos.

    Enlace | Quiche de brócoli y queso de tetilla

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    Siete originales cremas de calabaza con un toque especial, para aprovechar un ingrediente que está en plena temporada

    5. Ensalada depurativa con aliño de tahini

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    Elegantemente servida en frascos, con un aliño sano como el tahíni de sésamo y por tener efectos depurativos según nos cuenta Carmen Tia Alia, esta ensalada con brócoli es perfecta para cuando nos apetece combatir los excesos en la alimentación.

    • Ingredientes: Brócoli medio, Espinaca fresca al gusto, Col lombarda al gusto, Zanahoria, 1, pepino medio, Avellanas, 10, Albahaca fresca, Menta fresca, 0.5 Aguacate, Aceite de oliva virgen extra (para el aliño) 30 ml, Vinagre de manzana (para el aliño), 60 ml, Zumo de limón (para el aliño), 15 ml, Tahini, 20 g, Miel, 15 g
    • Elaboración: Cortamos el brócoli en floretes de igual tamaño y troceamos el tronco en dados. Lavamos y hervimos en abundante agua con sal y una cucharadita de bicarbonato (que ayudará a que el color del brócoli se potencie) durante un par de minutos. Nos quedará al dente, si lo queremos más cocido lo dejamos más tiempo. Escurrimos bien el brócoli y lo secamos con papel absorbente. Dejamos que se enfríe y, mientras tanto, preparamos el resto de las verduras y hortalizas. Cortamos la lombarda en juliana, pelamos y rallamos la zanahoria, troceamos en dados el pepino, cortamos la albahaca y la menta en tiras finas y el aguacate en dados. Colocamos todos los ingredientes del aliño en un cuenco y los batimos hasta emulsionar. Montamos las ensaladas en tarros formando capas con los distintos ingredientes, dejando el aguacate y las avellanas troceadas para el final. Servimos con el aliño para que cada cual se sirva a su gusto.

    Link | Ensalada depurativa brócoli

    6. Lasaña de brócoli, nueces y ricota

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    Una lasaña es una buena forma de acostumbrar a la familia a tomar todo tipo de alimentos. En esta espectacular lasaña de brócoli con nueces y queso ricota, bajo las láminas de pasta y bechamel encontraremos jamón de York y brócoli para que nuestra familia vaya disfrutando de este gran ingrediente.

    • Ingredientes para cuatro personas: 100 g de jamón de York, 300 g de brócoli en ramilletes pequeños (sin el tronco), sal, 100 g de cebolla, 2 dientes de ajo, 30 g de aceite de oliiva virgen extra, 400 g de nata líquida para cocinar, 250 g de queso Ricotta, 70 g de queso Parmesano rallado, 50 g de nueces troceadas, 18 placas precocidas de lasaña, 100 g de queso Mozzarella rallado, pimienta negra molida y sal.
    • Elaboración: Precalentamos el horno a 180º. Picamos el jamón de York y lo reservamos. Hervimos el brócoli al vapor, si lo hacemos en Thermomix ponemos 250 g de agua en el vaso, ponemos el brócoli en el Varoma y programamos 10 min/Varoma/vel 1. Reservamos. Preparamos las placas de lasaña según las indicaciones del paquete. Picamos la cebolla y el ajo y las rehogamos en una sartén con el de aceite. En Thermomix, troceamos 2 seg/vel 5 y después sofreímos 5 min/120º/vel 1. Añadimos la nata, el queso ricotta, el parmesano rallado, las nueces, sal y pimienta. Removemos para que se integre todo. En Thermomix, 10 seg/giro inverso/vel 3. Vertemos 5 o 6 cucharadas de esta mezcla en una fuente refractaria de aproximadamente 20x30 cm. Colocamos 6 placas de lasaña y vertemos encima 1/3 de la mezcla. Encima repartimos la mitad del brócoli, desmenuzándolo con los dedos y la mitad del jamón picado. Tapamos con otras 6 placas de lasaña, bañamos con la mitad de la crema y encima repartimos el brócoli y el jamón restantes. Cubrimos con otras 6 placas de lasaña, bañamos con la crema restante y espolvoreamos con la mozarella rallada. Hornear 15 o 20 minutos y luego gratinar 5 minutos más a grill fuerte. Dejar reposar 2 o 3 minutos y servir.

    Enlace | Lasaña con brócoli, nueces y ricotta

    7. Arroz con brócoli, judías verdes y cerdo ibérico

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    Este arroz cocinado en paella es uno de los menos ortodoxos que hemos cocinado, pero sin duda uno de los más sabrosos. El motivo es la gran combinación que hacen los arbolitos de brócoli y las verduras con el arroz de cerdo ibérico. Ideal para un domingo en familia, no dejéis de probar esta receta.

    • Ingredientes para 4 personas: Arroz bomba 3 tazas de café, Caldo de verduras 8 tazas de café, Pluma de cerdo ibérico o presa ibérca 300 g, Brócoli 1/2 pieza, Judías verdes planas, 20, Puerro (medio), Pimiento verde italiano (medio), Salsa de tomate 4 cucharadas, Diente de ajo, 1, Azafrán,
    • Elaboración: Comenzamos cortando las tiras de pluma ibérica en taquitos. También puedes utilizar otras piezas de cerdo ibérico como presa o solomillo de cerdo. Sin necesidad de poner aceite en la paella, doramos la carne en tacos, retirándola cuando esté hecha. En la grasa que haya desprendido el cerdo ibérico, preparamos el sofrito de verduras. Para ello, picamos en trocitos pequeños el ajo, el puerro y el pimiento verde y cuando están blanditos, añadimos el tomate frito, mezclando bien. Agregamos el arroz removiendo hasta que cambie de color y quede nacarado, y entonces reincorporamos la carne. Una vez tenemos todo listo, añadimos el caldo de verdura o agua, subiendo el fuego hasta que entre en ebullición. Cocinamos este arroz en paella durante 5-7 minutos a fuego vivo. Bajamos el fuego al mínimo manteniendo una leve cocción, e incorporamos las judías verdes cortadas en trozos de unos 3 centímetros y tras otros 5 minutos añadimos los arbolitos de brócoli, repartiéndolos por la superficie del arroz. Después de otros cinco minutos, apagamos el fuego y tapamos el arroz, dejando que repose al menos diez minutos antes de llevar a la mesa, para que los vapores del arroz terminen de cocinar las verduras, dejándolas con un color intenso y una textura casi crujiente. Tened en cuenta que puede ser necesario añadir un poco más de agua o caldo dependiendo de la temperatura, el tipo de arroz que uséis, para que quede en su punto, como en cualquier otra receta de arroz en paella.

  • Espinacas a la catalana

    La receta más sencilla para una cena saludable

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    Hoy vamos a preparar un plato muy sano y sabroso ideal como receta ligera, fácil y rápida. Se trata de las espinacas a la catalana, la receta más sencilla para una cena saludable, que viene bien en esta época del año cuando nos lucimos más en traje de baño.

    Es una receta que combina los frutos secos y las pasas con las hojas verdes rehogadas en crudo, por lo que en menos de 20 minutos podemos tenerlo listo para llevar a la mesa y sorprender a todos con este delicioso plato lleno de contrastes de sabores y texturas, con ese dulce, salado, crujiente y verde.

    Ingredientes

    Para 4 personas

    • Espinaca fresca500 g
    • Piñones50 g
    • Diente de ajo1
    • Uvas pasas sultanas50 g

    Cómo hacer espinacas a la catalana

    Dificultad: Fácil

    • Tiempo total20 m
    • Cocción20 m

    En una sartén con una cucharada de aceite de oliva, salteamos las hojas de espinacas hasta que pierdan toda el agua. Tardaremos unos 15 minutos en tenerlas a punto, viendo como pierden más de la mitad de su volumen en este paso.

    Reservamos las espinacas y en la misma sartén, tostamos los piñones. Cuando empiecen a tomar color, añadimos también las pasas y el diente de ajo muy picado. Salteamos un minuto y reincorporamos las espinacas reservadas.

    Mezclamos bien todos los ingredientes meneando la sartén y tras uno o dos minutos más para que todo esté bien caliente, pasamos el contenido de la sartén a una fuente y llevamos a la mesa inmediatamente.

    Espinacas Catalana Pakus Directo Paladar Pasos

    Con qué acompañar las espinacas a la catalana

    Las espinacas a la catalana son perfectas para usar como guarnición o como entrante y mucho mejores para tomar como plato único cuando queremos hacer una cena ligera y saludable. Puedes acompañarlas de un postre sencillo o un yogur y una pieza de fruta y no necesitarás más gracias a su efecto saciante.

  • 47 recetas con puerro que adorarás

     

    47 recetas con puerro que adorarás

     

     

    ¿Está el puerro un poco olvidado por vivir a la sombra de la cebolla? Es la sensación que me da al ver el poco protagonismo que consigue en las recetas de hoy en día, a pesar de sus muchísimas virtudes. Más suave y digestivo que ajos y cebollas, el puerro bien tratado tiene un sabor exquisito y además enriquece una gran variedad de platos con diferentes técnicas de cocinado.

    Muy utilizado en cremas y sopas, el puerro por sí mismo es una delicia que merece la pena reivindicar, sin olvidarnos de que la parte verde también se puede aprovechar. Si todavía no te habías enamorado del puerro, seguro que con estas recetas empezarás a mirar esta hortaliza con otros ojos.

    Cremas y sopas

    Crema de puerros o vichyssoise

    Hay dos recetas de cuchara en las que el puerro reina de verdad, la famosísima vichyssoise y la humilde pero sabrosa porrusalda o purrusalda. Pero tanto estos platos como otras cremas y sopas pueden dar mucho de sí con variaciones de todo tipo, y si os gusta el cuchareo, os encantará probar todas estas recetas.

    Personalmente me encanta tomar cremas de puerros todo el año, más rústicas en invierno como la crema de champiñones y puerros con jengibre, o más frescas con un toque de fruta, como en la receta de sopa fría con manzana y limón. La mayoría de estas preparaciones se pueden hacer más o menos espesas, enriqueciéndolas con lácteos o dejándolas ligeras y más aterciopeladas.

    Aperitivos, entrantes y tapeo

    Tortitas

    Si queréis incorporar al puerro en vuestros aperitivos solo tenéis que reinventar las recetas más clásicas, como las imbatibles croquetas en esta receta con relleno de puerro confitado. La misma idea se puede aplicar a la receta de croquetas que más os guste, ya sean de jamón, carne o pescado. Albóndigas, empanadillas, samosas o rollitos de masas admiten al puerro en todas sus formas.

    Guarniciones y primeros platos

    Puerros Gratinados

    Los platos en los que tenemos una base mayoritaria de verduras sirven para un roto y un descosido, o en el caso que nos ocupa, para guarniciones o primeros platos. Si son puerros muy frescos y tiernos podemos cortarlos en juliana fina y tomarlos crudos o blanqueados, también combinados con otros vegetales.

    Aunque en los meses fríos los puerros suelen ser más gruesos, y por tanto más jugosos si los cocinamos. Es el momento de prepararlos enteros, al horno, al vapor, a la brasa, salteados o en la plancha, con las salsas que más nos gusten. Por ejemplo, unos puerros en papillote que además se pueden hacer con Thermomix son sencillísimos. ¿Y por qué no aplicar la misma técnica de los calçots?

    Recetas con carne

    Fricase de Pollo

    En mi opinión, las mejores recetas para combinar el puerro con carnes y aves son los guisos y estofados. En compañía o no de cebolla y más verduras, también hace una buena pareja con la patata para ensalzar la salsa de un buen plato de pollo, cerdo o ternera, como en el estofado al estilo irlandés de la familia de The Corrs.

    Pero por supuesto que hay muchísimas más opciones para que los amantes de la carne disfruten de los puerros. Salteados, empanadas, ensaladas o incluso una pizza admite estos ingredientes juntos, como la sorprendente pizza de de pollo búfalo y puerro caramelizado.

    Recetas con pescado y marisco

    Salmón al papillote

    Recupero las alabanzas a la porrusalda con la versión que incluye bacalao entre sus ingredientes, un plato estupendo para disfrutar todo el año, ya que puede ser tan reconfortante como ligero si variamos la proporción de patata y puerro. Por ser mucho más suave que la cebolla, el puerro al dente o confitado acompaña muy bien los aromas marineros, sin matar el sabor propio del pescado.

    Aunque disponible todo el año, en los meses fríos el puerro está en su mejor momento y parece que apetece más cocinarlo; aprovechemos la temporada para reivindicar sus virtudes gastronómicas y su poder nutritivo. Es una hortaliza muy versátil, rica en vitaminas y minerales y con muy pocas calorías. ¿Qué más se le puede pedir?

  • Mermelada de frambuesas

    consaboracanela.blogspot.com

    La frambuesa es una fruta muy utilizada en cientos de recetas dulces o saladas. Se pueden consumir frescas, mezcladas con yogur, como ingrediente en helados, pasteles y en la preparación de jaleas, compotas, confituras y mermeladas, siendo, después de las fresas, la fruta blanda más popular en la elaboración de este tipo de productos.
    Según la variedad, maduran de forma escalonada durante los meses de verano y entrado el otoño, por lo que las podemos degustar durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. A la hora de conservarlas se mantienen íntegras durante 2 o 3 días en la nevera. Pero si queremos conservarlas más tiempo lo ideal es congelarlas, ya que durante el proceso de congelación se mantienen intactas.
     

     

    Al ser una fruta muy perecedera, debe consumir lo más pronto posible después de comprarlas, a menos que tengas la suerte de una servidora y puedas comerlas directamente del frambueso, como hago cada vez que voy a casa de mi padre. No es recomendable lavarlas ya que absorben gran cantidad de agua y además de reblandecerse, pierden sabor. Solo se lavaran si están sucias, pero siempre de manera ràpida y delicada y justo antes de su consumo.
     

     

    Ingredientes:

    - 500 grs de frambuesas.
    - 400 grs de azúcar.
    - 1 cucharada colmada de zumo de limón.

     

     

    Preparación:

    - Comenzamos quitando los rabitos a las frambuesas y colocándolas en un bol con el azúcar y el zumo de limón.
    - Mezclamos un poquito y las dejamos macerar un par de horas.
    - Las volcamos en una olla y las llevamos al fuego vivo hasta que hiervan,
    - Removemos con una cuchara de madera y le bajamos el fuego, dejándolas cocer media hora.
    - Pasado ese tiempo , la retiramos del fuego y la dejamos templar 5 minutos. Seguidamente rellenamos los frascos con ella.
    - Los frascos y las tapas han de estar previamente esterilizados y bien secos.
    - Solo hay que hervirlos durante 20 minutos y luego colocarlos boca abajo para que sequen bien.
    - Cerramos los frascos, dejamos enfriar y llevamos a la nevera.
    - Lista para consumir.

     

  • Pastel cordobés de jamón serrano [salado-dulce]

    cocinarterecetas.com

    El pastel cordobés , es un  pastel típico de la cocina cordobesa. Se suele hacer generalmente con hojaldre relleno de cabello de ángel y espolvoreado con azúcar y canela, y suele ser de tamaño mediano y forma circular. 
     

    Aunque se suele llamar de forma diferente dependiendo del tamaño, si es pequeño le llaman "Manolete" y si es mas grande le llaman "pastelón"...

    Pero hay una versión que es salada-dulce, la que os traigo yo hoy...con jamón serrano... mi favorito. La mezcla dulce-salado me gusta mucho. ¡Os lo recomiendo , es un pastel delicioso!
     

    Ingredientes:

         -   2 planchas de hojaldre circulares

         -   cabello de ángel , cantidad al gusto

         -   jamón serrano en lochas, las necesarias para cubrirlo

         -   azúcar

         -   canela molida

    Extendemos una lámina de hojaldre y ponemos el cabello de ángel por toda la superficie , dejando un cm por los bordes sin cubrir. 

    Encima ponemos las lonchas de jamón, enteras o partidas en trozos, como más os guste. Yo las he partido en trozos.

     


    Colocamos la otra lámina de hojaldre encima y cerramos los bordes formando un cordón.

    Lo espolvoreamos con azúcar y canela.

    Lo horneamos con el horno precalentado a 200ºC durante 15 - 20 minutos aproximadamente. 
    Lo dejamos enfriar y listo para degustar.

    ¡Delicioso!

  • Dulces con calabaza

    Kanelaylimon.blogspot.com.es


    Qué pocas cosas se preparan con la calabaza y con el juego que da!!! Por lo menos donde yo vivo, lo único que se ven son las chulas o fritos de calabaza y como mucho algún bizcocho. El año pasado publiqué en el mismo post dos recetas deliciosas para preparar con ella, las podéis ver pinchando aquí, y este año os propongo estas tres ( y alguna más caerá...) No podría ordenarlas de la que más me ha gustado a la que menos, ya que cada una de ellas me ha sabido a gloria en el momento en el que las he disfrutado, así que sin duda alguna os recomiendo que probéis las tres, son muy facilitas de hacer y si hacéis como yo que en cuanto consigo una calabaza, la pelo, la corto en taquitos, la meto en el micro hasta que esté blanda, si suelta agua la escurro y luego la trituro y la guardo en el congelador en botes de 250g  y así siempre la tengo lista para incluirla en alguna receta. Como ha sido el caso de estas tres. Espero que os gusten....
     

    BUÑUELOS DE CALABAZA


    Ingredientes:

    • 500g de puré de calabaza
    • 3 huevos
    • 250g de harina
    • 1/2 sobre de levadura química
    • 80g de azúcar (Esto al gusto)
    • Ralladura de una naranja

    Para rebozar:

    • Azúcar con canela

    Preparación:
     

    Batimos los huevos y les añadimos el resto de los ingredientes mezclando todo bien. Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y cuando esté caliente vamos añadiendo cucharadas del preparado. Dejamos dorar y ellos solos se irán dando la vuelta si alguno se resiste le ayudamos con un tenedor. Retiramos de la sartén y los dejamos escurrir unos instantes en una fuente con papel absorbente para que pierdan el exceso de grasa y a continuación rebozamos en azúcar con canela. Servir.



     

    CHOCOLATE CHIPS COOKIES DE CALABAZA

     

     

    Ingredientes:

    • 300g de harina de trigo
    • 100g de mantequilla blanda
    • 70g de azúcar moreno
    • 30g de azúcar común
    • Una cucharadita de levadura química (Tipo Royal)
    • 100g de puré de calabaza
    • Un huevo
    • Una pizca de sal
    • 120g de chips de chocolate
    • Una cucharadita de vainilla en polvo o un cucharada de esencia de vainilla

    Preparación:
     

    Batimos bien la mantequilla con los dos tipos de azúcar. A continuación y sin dejar de batir, añadimos el puré de calabaza y seguidamente el huevo. Unimos la harina con la levadura, la sal y la vainilla (En caso de ser en polvo) y la incorporamos a la mezcla anterior, mezclando bien. Por último agregamos los chips de chocolate repartiéndolos de forma homogénea. Ponemos porciones de la masa sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y la estiramos con los dedos dando forma de galleta. Introducir a horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos o hasta que estén doradas. Retirar, dejar enfriar sobre una rejilla y servir.

    *Con estas cantidades salen 12 galletas tamaño XL como la de la imagen
     

    MADELEINS DE CALABAZA

     


    Ingredientes:

    • 2 huevos
    • 70g de azúcar
    • 100g de puré de calabaza
    • 75g harina de fuerza
    • Una cucharadita de levadura química
    • Una pizca de sal
    • 80g de mantequilla derretida

    Preparación:

     

    Batimos los huevos con el azúcar hasta que monten y sin dejar de batir añadimos el puré de calabaza. Unimos la harina con la levadura y la  sal, y la incorporamos al compuesto anterior mezclando bien y con movimientos envolventes. Por último incorporamos la mantequilla derretida fría. Con ayuda de una manga pastelera o una cuchara, vamos poniendo la mezcla en el molde previamente engrasado de madeleins. Introducir a horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos. Retirar, dejar enfriar sobre una rejilla y servir.


     

    *Con estas cantidades salen 18 madeleins.

  • Galletas de calabaza

    muffingalaxy.com

     

    Galletas de calabaza
    Galletas de calabaza
     
     
    Siempre que empieza una temporada nueva se nos presenta una oportunidad genial para aprovechar todo aquello que no encontramos durante el resto del año. El inicio de una estación siempre viene definido por unos colores concretos, sus propios olores y sabores y unos recuerdos únicos.
     
    El otoño es de tonos marrones, anaranjados, verdes y amarillos. El mercado se llena de nuevas frutas y verduras, más aromas y texturas. Y en honor a esta estación, os ofrezco unas galletas muy sanas y saludables, hechas de calabaza. La textura de estas galletas es singular porque no es del todo crujiente pero tiene un sabor muy característico que no dejará indiferente (a ver quién adivina que son de calabaza).
     


     

    Galletas de calabaza
    Una buena pila de galletas
     
    Si no os gusta la calabaza, no es problema. La podéis substituir tranquilamente por una manzana grande rallada y cruda. ¡El resultado es igual de bueno!
    Para potenciar ese color otoñal, he preferido utilizar azúcar moreno, que para mi gusto, aporta un sabor todavía más aromático. Le podéis agregar otros extractos a vuestro gusto: canela, por ejemplo.
     
    Ingredientes para unas 50 galletas:
     
    100 gr de mantequilla
    250 gr de azúcar moreno
    300 gr de harina de trigo
    3 huevos
    200 gr de puré de calabaza (o una manzana grande cruda y rallada)
    1 pizca de sal
    1 cucharadita de extracto de vainilla
     
    Para el puré de calabaza:
     
    El día anterior o horas antes, hacemos el puré de calabaza. Cogemos un trozo de calabaza y le quitamos las pepitas y la piel. Hacemos tacos y lo cocemos al vapor durante 15 minutos. El agua que pongamos abajo podemos aromatizarla para darle un toque suave (poniendo una ramita de canela).
    También se puede hervir en una cacuela con agua. Sólo tendremos que escurrirla bien para que no quede aguada.
    La trituraremos y dejaremos que se enfríe antes de utilizarla para las galletas.
     
    Galletas de calabaza
    Galletas de calabaza
    Hacemos las galletas:
     
    Todo el proceso de elaboración es mejor hacerlo a mano, con una cuchara de palo y un bol grande. Al hacerlo así, incorporamos poco aire a la masa y mejorará la presentación de la galleta.
    Precalentamos el horno a 180ºC.
    Primero, batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una textura de crema. Vamos agregando los huevos, uno a uno, removiendo lo necesario hasta que estén incorporados. Después, echamos el puré de calabaza ya frío. Ahora, incorporamos de una vez la harina tamizada.
    Mezclamos todo muy bien para que no queden grumos. La masa estará lista cuando tenga una textura uniforme.
     
    Es una masa bastante fluida, tirando a líquida. Para hornearla, habrá que repartirla con una cuchara, haciendo montoncitos en la placa. Dejad una distancia de unos 3-5 centímetros entre ellos, pues el horno pondrá en su sito los montoncitos y se expandirán.
     
    Se hornear a 160ºC durante 15-20 minutos aproximadamente. Todo dependerá del tamaño de la galleta, sobretodo habrá que vigilar porque se queman fácilmente.
     
    Galletas de calabaza
    Un buen plato de galletas para merendar
     

  • Calabaza rellena

     

    Un entrante fácil y muy saludable

    Aprende cómo preparar una deliciosa calabaza rellena, una receta sana, sin lactosa, apta para veganos y perfecta para toda la familia.

    Escrito por Amanda Montiel el 9/02/2018 a las 12:53

    Preparación: 50 min Dificultad: fácil Personas: 4


    Descubrí la calabaza hace unos años gracias a un guiso de patata con calabaza y cebolla, todo muy pochadito y hecho a fuego bien lento. Un guiso de los de antes. Esta hortaliza nunca había formado parte de mi dieta habitual y a partir de ahí fue donde empezó mi curiosidad por ella.

    La calabaza tiene una gran versatilidad y se puede utilizar tanto en platos saladoscomo en dulces, tiene un sabor dulzón muy característico y es muy melosa. Una vez asada tiene una de esas texturas que se disfrutan más con los ojos cerrados, sintiendo como se ponen en marcha todas tus papilas gustativas y es que se deshace en la boca como si de algodón se tratara.

    Ingredientes para preparar la calabaza rellena


    • Calabaza, 1,2 kg
    • Espinacas, 1 manojo
    • Cebolla, 200 g
    • Setas, 200 g
    • Patatas, 400 g
    • Pipas de calabaza naturales, 50 g
    • Sal
    • Pimienta
    • Aceite de Oliva Virgen Extra

    Preparación de la calabaza rellena


    01: Prepararamos la calabaza

    calabaza rellena

    Antes de empezar con la calabaza, vamos a poner el horno a precalentar a 220ºC.

    Lo primero que debemos hacer es lavar la calabaza y secarla. Después la cortaremos por la mitad, debemos ir con mucho cuidado porque la piel es bastante dura. Lo mejor es introducir la punta del cuchillo lo más hondo que podamos, sacarlo y a partir de ese primer corte ir cortándola por la mitad. No importa si no os quedan las dos mitades iguales.

    A continuación le vamos a quitar las fibras y las pipas con una cuchara. Después, le hacemos unos pequeños cortes a la pulpa con el cuchillo para que se nos ase antes.

    Vamos a pintar las dos mitades con un poco de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y otra de pimienta.

    Forramos una bandeja de horno con papel apto para horno y ponemos las calabazas con la pulpa hacia abajo (nos ayudará a proteger la pulpa).

    Ponemos la bandeja con las dos mitades de la calabaza en la parte media del horno a 220ºC.

    Tardará unos 45 minutos a estar lista.


    02:Preparamos las patatas

    calabaza rellena

    Lavamos bien las patatas, las pelamos y las cortamos en cuadraditos de unos 2 cm.

    Forramos una bandeja con papel apto para horno y ponemos las patatas cortadas. Les vamos a añadir una cucharada de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y otra de pimienta y mezclamos bien para que se impregnen por igual todas las patatas.

    Ponemos la bandeja con las patatas en el horno, que estará a 220ºCjunto a la calabaza.

    Estarán listas en unos 15 minutos.


    03: Preparamos el resto de ingredientes para el relleno

    Lavamos muy bien las espinacas para quitarles toda la tierra y a continuación, las cortamos en juliana.

    Pelamos la cebolla, la cortamos por la mitad y cortamos también en juliana.

    Cortamos las setas por la mitad o en cuatro dependiendo del tipo de setas que compréis y los grandes que sean. Yo he utilizado una mezcla de shiitake, flor de gírgola y shimeji blanco i marrón. Podéis utilizar las que más os apetezcan aunque yo os recomiendo que sea una seta con personalidad, que le infiera sabor a la receta.


    04: Preparar el relleno

    calabaza rellena

    Ponemos una sartén a fuego medio y cuando esté caliente añadimos 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra. Con el aceite caliente echamos la cebolla, añadimos una pizca de sal y pochamos.

    Cuando la cebolla adquiera ese tono transparente tan característico, añadimos las setas y salteamos.
    A continuación, añadimos las espinacas cortadas y rehogamos hasta que estén tiernas.


    05: Sacamos las patatas del horno

    calabaza rellena

    Recordad que las patatas se asan antes que la calabaza así que, en unos 15 minutos las tendremos listas.

    Sacamos la bandeja con las patatas del horno y las añadimos a la sartén donde tenemos ya cocinada la cebolla, las setas y las espinacas. Reservamos.


    06: Vaciamos la calabaza

    calabaza rellena

    Transcurridos unos 45 minutos tendremos nuestra calabaza asada.

    Sacamos del  horno con mucho cuidado, ¡está bien calentita!.

    Con la ayuda de una cuchara retiramos la pulpa y la vamos añadiendo a la sartén donde tenemos el resto de ingredientes del relleno.

    No debemos retirar toda la pulpa, dejaremos un borde de 1cm aproximadamente.

    calabaza rellena

    Una vez quitada toda la pulpa de la calabaza, mezclamos con el resto de ingredientes; la cebolla, las setas, las espinacas y las patatas.


    07: Terminamos el relleno

    calabaza rellena

    Para terminar el relleno vamos a tostar las pipas de calabaza. Pondremos una sartén engrasada con muy poco aceite a fuego bajo y, cuando esté caliente, echaremos las pipas de calabaza y las iremos removiendo con una cuchara de madera hasta que queden tostadas.

    Debemos ir con mucho cuidado ya que se tuestan enseguida.

    Retiramos las pipas tostadas del fuego y las añadimos al resto del relleno que tenemos reservado en la sartén.


    08: Rellenamos la calabaza y servimos

    calabaza rellena

    Con la ayuda de dos cucharas, vamos cogiendo el relleno que tenemos reservado en la sartén y lo vamos poniendo dentro de nuestra calabaza vacía hasta llenarla.

    Ya solo nos faltará ponerla en un plato y ¡a disfrutar!.

    Resultado final


    La combinación de sabores es muy armónica y le da a cada ingrediente el papel que le corresponde. Aparte de ser un plato delicioso y muy vistoso es a su vez muy nutritivo. El conjunto de sabores de esta calabaza rellena, hará que se activen todos tus órganos sensoriales por lo que os la recomiendo sin duda alguna.

    calabaza rellena

    La calabaza es una hortaliza, rica en agua y de bajo aporte calórico. Aproximadamente, la calabaza tiene un contenido de agua del 90% y el resto de su composición se divide en un 71% de hidratos de carbono (la mayoría en forma de almidón por lo que son de asimilación lenta), un 20% de proteína y un 12% de grasas (datos obtenidos de BEDCA).

    Destaca por su gran aporte en carotenos (los pigmentos que le dan a la calabaza ese color tan característico) y en consecuencia de vitamina A. Esto se debe a que nuestro organismo es capaz de transformar esos carotenos en vitamina A que nos ayuda a proteger la piel y la visión además de ser antioxidante. Debido a la gran cantidad de fibra que contiene nos ayuda a saciarnos más fácilmente y facilita el tránsito intestinal.

    Podemos aprovechar las pipas que hemos retirado de la calabaza para guardarlas de tentempié. Solo tenemos que retirarlas bien de la fibra a la que van pegadas, lavarlas y secarlas con un paño. A continuación, las ponemos en un plato o bandeja bien extendidas (que no queden montadas unas sobre otras), las salamos y las dejamos secar al aire libre expuestas al sol 24-48h (dependiendo de la época del año y del tiempo). Una vez estén bien secas, las podemos a tostar en una sartén hasta que estén bien doraditas. Las guardamos en una bolsa bien cerrada y tenemos listas unas pipas de calabaza estupendas para cuando tengamos deseo de salado.

    Si todavía no habéis probado la calabaza o es un alimento que se os resiste, os recomiendo que hagáis esta receta y luego me contáis si no es verdad que se han activado todos vuestros sentidos…

  • Puerros en vinagreta

    Puerros en salsa vinagreta, receta fácil y ligera para lunes sin carne

     

    Puerros en salsa vinagreta, receta fácil y ligera para lunes sin carne

    Si buscas una receta ligera, rica, fácil de hacer y con la que sorprender saliendo de la rutina, apúntate estos puerros en salsa vinagreta.

    Escrito por Joaquín Palazuelos el 5/11/2018 a las 13:53

    Preparación: 30 min     Dificultad: Fácil     Personas: 2


    La receta de puerros en salsa vinagreta es uno de esos clasicazos de la cocina española que siempre vale la pena poner en valor. Sencilla de elaborar, versátil ya que puede comerse templada o fría y lo mismo puede servir de entrante, cena ligera o plato único, esta receta es una opción muy económica para introducir platos de verduras en nuestra alimentación o para seguir dietas vegetarianas (omitiendo la inclusión del huevo cocido en dietas veganas).

    Ingredientes


    • Puerros grandes, 6
    • Huevo cocido, 1
    • Guindillas o piparras, 2 o 3
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal
    • Pimienta negra recién molida

    Para la salsa vinagreta:

    • Aceite de oliva virgen extra, 250 ml
    • Vinagre de manzana, 100 ml
    • Mostaza de Dijon, 1/2 cucharadita
    • Salsa de soja, 1 cucharadita
    • Zumo de limón, 1 cucharadita
    • Cebolleta picada finamente
    • Pimientos verde, rojo y amarillo, todos picados finamente
    • Sal

    Cómo hacer unos puerros en salsa vinagreta


    01: Limpiamos y cortamos los puerros

    Puerros en salsa vinagreta - Paso 1

    Para esta receta debemos comprar unos puerros hermosos, ni muy pequeños ni excesivamente gruesos, que estén bien blancos y bien sanos. Cortamos las raíces del puerro y los situamos uno junto a otro a la misma altura. Cortamos la parte verde de los puerros manteniéndolos juntos, para que así queden de igual tamaño.

    Retiramos también las dos capas más externas de cada puerro para aprovechar para esta receta de puerros en salsa vinagreta la parte más tierna y noble. Guardamos el verde del puerro y esa parte más externa para caldos, cremas, etc.


    02: Cocemos los puerros al vapor

    Puerros en salsa vinagreta - Paso 2

    En esta ocasión he preferido optar por cocer los puerros al vapor. Sin embargo, si no disponéis de vaporera u os parece un engorro innecesario sacar vuestra vaporera a relucir para cocinar unos simples puerros, siempre podéis cocerlos de manera tradicional en agua y sal. El tiempo de cocción siguiendo el método tradicional variará dependiendo del grosor de los puerros, pero con unos 20 minutos de cocción debería ser suficiente.

    Para cocer los puerros al vapor, colocamos una cazuela del mismo diámetro que la vaporera y la llenamos de agua. Ponemos el agua al fuego y esperamos hasta que esta arranque a hervir.

    En este caso mi vaporera es de bambú, un material que conviene que no entre en contacto directo con los alimentos que se cocinan en su interior para que estos no se peguen. Para ello cortamos unos cuadrados de papel de hornear y los introducimos sobre cada bandeja de la vaporera, de manera que cubran buena parte del fondo pero dejando alguna rendija sin tapar, para que así el vapor pueda circular libremente por toda la vaporera, permitiendo que los puerros se cuezan al vapor a la perfección.

    Posamos los puerros sobre el papel de hornear y los salpimentamos. Añadimos sobre cada puerro también unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Colocamos las bandejas de la vaporera sobre la cazuela con el agua hirviendo. Tapamos la vaporera.

    Cocemos los puerros al vapor, asegurándonos de que la cazuela tiene siempre una cantidad suficiente de agua y que esta está hirviendo durante toda la cocción. El tiempo aproximado de cocción está en torno a los 25-30 minutos, aunque puede variar dependiendo de las condiciones de la cocción y del grosor de los propios puerros. Como siempre, para cerciorarse de que la cocción de los puerros ha sido perfecta lo mejor es pincharlos levemente para constatar que no ofrecen resistencia, lo que nos asegurará que están tiernos en su interior.

    Puerros en salsa vinagreta - Paso 4

    Otras veces os animo a que no sometáis a una sobrecocción a las verduras, para así preservar todo su color, sabor y esa textura al dente tan deliciosa. En cambio, para estos puerros en salsa vinagreta os animo a que cocinéis muy bien los puerros y que queden bien tiernos y suaves. Los puerros poco cocidos resultan, en mi opinión, particularmente bastos y poco agradables.

    Una vez cocidos los puerros, los retiramos a un plato o recipiente aparte y dejamos que se enfríen a temperatura ambiente.


    03: Preparamos la salsa vinagreta

    Puerros en salsa vinagreta - Paso 3

    La preparación de la salsa vinagreta con la que vamos a acompañar a nuestros puerros cocidos al vapor es sencilla, pero a su vez resulta muy sugerente y está llena de frescor.

    Pelamos la cebolleta y la picamos en brunoise, lo más fino que podamos. Como siempre, resulta fundamenta tener los cuchillos bien afilados para que el corte sea limpio y, aunque parezca todo lo contrario, evitemos cortes innecesarios provocados por la necesidad de hacer una excesiva presión sobre la verdura para picarla.

    Los pimientos vamos a pelarlos para evitar que la piel aporte demasiada resistencia y deje esa ligera sensación desagradable en la boca. Cortamos los lados del pimiento, para obtener trozos rectos y planos que sean fáciles de alcanzar con el pelador, y los pelamos, haciendo un movimiento en zigzag que ayude que la cuchilla no se atasque con la piel y los pelemos así de la manera más sencilla posible. Cortamos los pimientos también en brunoise, lo más fino que podamos.

    Añadimos el vinagre y los aceites en un táper o en un frasco pequeño que podamos cerrar. Añadimos la verdura picada, así como el zumo de limón, la salsa de soja, la mostaza de Dijon y la sal. Todos estos ingredientes de la salsa vinagreta aportan toques que van un poco al gusto, pudiendo incrementar o disminuir su presencia en la medida en que casen con nuestro gusto personal.

    Cerramos el táper o el frasco y agitamos con vehemencia, para que nuestra salsa vinagreta emulsione y se mezcle perfectamente, ligando todos los ingredientes.


    04: Servimos los puerros en salsa vinagreta

    Puerros en salsa vinagreta - Resultado

    Colocamos los puerros ya escurridos y fríos (o tibios) sobre el plato. Removemos bien la salsa vinagreta antes de servir y cubrimos los puerros con ella. Añadimos también sobre los puerros en salsa vinagreta un poco de guindilla piparra picada, un aporte que le dará un toque especial y divertido a nuestros puerros. Rallamos por último un poco de huevo cocido por encima de los puerros en salsa vinagreta para coronar este plato tan fresco.

    Resultado final


    El resultado final de estos puerros en salsa vinagreta es tan bonito a la vista como rico y sabroso al gusto.

    Unos simples puerros cocidos, que en ocasiones pueden resultar un tanto toscos y aburridos si los comemos sin un acompañamiento adecuado, adquieren mucha mayor frescura con esta sabrosa salsa vinagreta que ayudará a realzar su sabor y que hará que cada bocado sea un completo disfrute lleno de contrastes de sabores y de texturas.

    Disfruta de estos puerros en salsa vinagreta, una receta la mar de sencilla que se resuelve en un pispás y sin tener que echar la mano al bolsillo que además te ayudará a elaborar menús increíblemente ligeros sin la necesidad de recurrir a las comidas anodinas de siempre.

     

  • Pan de albahaca

    Pan albahaca

    Este es un pan con el que sorprenderás a tus amigos, tanto por su increíble y contundente sabor, como por su bonito interior en el que se combinan armoniosamente el color blanco y verde de las dos masas usadas para su elaboración.

    Ingredientes para Pan de albahaca para 2 personas 1 unidad

    Para la masa verde:

    • Harina blanca de trigo - 117 gramos
    • Harina blanca de trigo - 117 gramos
    • Agua - 101 gramos
    • Aceite de oliva - 17 gramos
    • Hojas fresca de albahaca o albahaca seca - 15 hojas frescas o 1 cucharada colmada de albahaca seca.
    • Sal - 3 gramos
    • Levadura seca de panadería - 1 gramo

    Para la masa blanca:

    • Harina blanca de trigo - 134
    • Harina integral de trigo - 58 gramos
    • Agua - 115 gramos
    • Aceite de oliva - 19 gramos
    • Sal - 4 gramos
    • Levadura seca de panadería - 1 gramo

    Cómo hacer la receta de Pan de albahaca

    1. En primer lugar, ponemos las hojas de albahaca junto con el agua en el vaso de la batidora. Batimos, hasta triturar bien las hojas, y pasamos el licuado de agua y hojas a través de un colador para quitar los restos de hojas. Obtendremos un licuado de color verde oscuro, del que apartaremos los 101 gramos que necesitamos para la masa verde.
    2. En un cuenco mediano, mezclamos las harinas de la masa blanca, añadimos el agua y el aceite y removemos bien para que las harinas queden humedecidas y no queden zonas con harina seca. Tapamos con un trapo el cuenco y dejamos reposar durante 25 minutos. A este reposo se le denomina autolisis, y tras llevarlo a cabo nos será mucho más fácil amasar. Siguiendo una técnica de amasados cortos, y reposos entre amasados, sin apenas esfuerzo tendremos lista nuestra masa.
    3. Nada más poner a reposar nuestra masa blanca, iniciamos el amasado de la masa verde procediendo del mismo modo descrito en el paso anterior. Esta vez añadiremos el licuado de agua y albahaca, que será el que dará lugar a una masa con una coloración verdosa.
    4. Tras la autolisis, aceitamos ligeramente la superficie de trabajo y volcamos la masa blanca sobre ella. Nos ponemos un poco de aceite en las manos y extendemos ligeramente la masa. Repartimos la sal por la superficie de la misma, y amasamos suavemente durante 1 minutos. Aceitamos un poco el cuenco, hacemos una bola con la masa y la metemos dentro. Tapamos con un trapo, o una bolsa de plástico, y dejamos reposar durante 15 minutos.
    5. Volcamos nuestra masa verde sobre la mesa de trabajo y procedemos del mismo modo que acabamos de llevar a cabo con nuestra masa blanca.
    6. Tras el reposo de la masa blanca, repetimos el paso anterior en el que añadíamos la sal, pero esta vez añadimos la levadura. Una vez añadida, amasamos durante 1 minutos y damos a la masa un nuevo reposo de 10 minutos.
    7. Repetimos el paso anterior con nuestra masa verde para añadir la levadura.
    8. Volcamos de nuevo la masa blanca sobre la superficie de trabajo. Amasamos durante 1 minuto. La masa ya debería empezar a presentar un aspecto liso y brillante. Si aún presenta un aspecto granuloso, volvemos a dar otro ciclo de amasado y reposo. Si nuestra masa tiene una superficie lisa y brillante, está lista para iniciar la primera fermentación, para ello; aceitamos ligeramente las paredes del cuenco, formamos una bola con nuestra masa y la metemos dentro. Tapamos y la dejamos fermentar hasta que doble su volumen.
    9. Volcamos nuestra masa verde sobre la superficie de trabajo y repetimos las instrucciones del paso anterior.
    10. Una vez que tanto la masa blanca como la verde han doblado su volumen, enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y volcamos, en primer lugar, la masa blanca sobre ella. Estiramos la masa hasta conseguir un rectángulo de aproximadamente 25 X 15 centímetros. Reservamos. Cogemos la masa verde y la estiramos hasta conseguir un rectángulo de 22 X 12 centímetros.
    11. Una vez que tenemos ambas masas estiradas, procedemos a formar el pan, para ello, cogemos la masa blanca y la ponemos, a lo largo, frente a nosotros. Cogemos la masa verde y la ponemos encima de la blanca del siguiente modo: el frontal de la parte superior de la masa verde debe coincidir con el frontal de la parte superior de la masa blanca. En el frontal más cercano a nosotros, la masa blanca debe quedar sin cubrir, del mismo modo que los laterales de la misma. Con esta forma de colocar la masa verde sobre la blanca se busca que durante el enrollado la masa verde quede escondida totalmente dentro de la blanca. Una vez que tenemos la masa verde situada encima de la blanca, procedemos a enrollar ambas masas empezando por el extremo superior, el más alejado de nosotros. Terminaremos el enrollado presionando para que la masa blanca quede bien sellada. Pondremos especial atención al sellado de los extremos del pan, lo que serán las puntas.
    12. Una vez que hemos formado nuestro pan, los ponemos a fermentar, para ello, podemos ponerlo directamente sobre la hoja de papel vegetal que meteremos al horno, o podemos colocarlo en el interior de un cesto de fermentación que tenga una forma ovalada. Un recipiente de plástico nos puede hacer a la perfección el papel de cesto de fermentación. Ponemos un trapo en su interior, preferiblemente de algodón, con ayuda de un colador lo espolvoreamos con harina, y ponemos el pan encima con el cierre (lo que durante el horneado estará en contacto con la bandeja del horno) hacia arriba. Tapamos el pan con un trapo, ponemos encima del trapo una bolsa de plástico, y dejamos fermentar hasta que el pan casi doble su tamaño.
    13. Precalentamos el horno a 250º con una bandeja en su interior.
    14. Sobre una bandeja invertida, ponemos una lámina de papel vegetal y volcamos el pan encima. Si pusimos el pan a fermentar sobre papel vegetal, transferimos la hoja con el pan a la bandeja invertida, o a una madera que nos haga las veces de pala, Con la ayuda de un cuchillo afilado, hacemos un corte a lo largo de la superficie del pan o dos cortes oblicuos, como prefiramos.
    15. Con la ayuda de la bandeja invertida, o la madera, deslizamos el pan sobre la bandeja que hay dentro del horno. Antes de cerrar la puerta del horno, pulverizamos agua hacia las paredes del mismo con un pulverizador doméstico. Esto provocará un ambiente húmedo que será propicio para que el pan desarrolle un buen volumen.
    16. Bajamos el termostato a 230º y horneamos durante, aproximadamente, 45 minutos o hasta que el pan adquiera un color dorado. Hacia la mitad del horneado giramos el pan para que este se dore por igual.
    17. Antes de cortar el pan, dejamos enfriar durante, al menos, tres horas

    Notas y Consejos

    Las harinas del mismo cereal, y de distintas harineras, pueden presentar un comportamiento muy diferente, por ello, los tiempos de amasado son orientativos. Los ciclos de amasado y reposo tienen como objetivo conseguir, sin apenas esfuerzo, una masa lisa y brillante, hecho que puede suceder antes de completar todos los pasos de la receta, en cuyo caso dejaremos de amasar, o, en otros casos, puede llevarnos un poco más del tiempo especificado. Los tiempos de fermentación dependerán de la temperatura ambiente, por lo que estos variarán a lo largo del año. Es por ello que no nos gusta poner un tiempo de fermentación determinado en la receta. La cantidad de levadura indicada en la receta es la adecuada para obtener un pan de buena calidad. Añadir mayor cantidad de levadura, con el fin de acelerar la fermentación, irá en detrimento de la calidad del pan obtenido.

  • Pan de remolacha

    Pan remolacha

    La remolacha aporta a este pan dos propiedades destacables; por un lado una miga que se mantiene con una estupenda humedad durante varios días, y por otro, un color entre rosado y rojizo que resultante un auténtico espectáculo para la vista.

    Ingredientes para Pan de remolacha para 4 personas

    • Harina blanca de trigo (panificable)* - 330 gramos
    • Agua cocción remolacha - 165 gramos
    • Remolacha cocida - 99 gramos
    • Sal - 6 gramos
    • Sal - 6 gramos
    • Zumo de limón*** - 10 gra

    Cómo hacer la receta de Pan de remolacha

    1. Al menos cuatro horas antes de amasar, o el día previo, pelamos la remolacha y la cocemos en agua. Pondremos el agua justa para que cubra la remolacha. Cocemos a fuego medio entre 45 y 60 minutos aproximadamente, o hasta que la remolacha esté tierna. Dependiendo del tamaño de la remolacha, necesitaremos una o varias piezas. Durante la cocción la remolacha pierde peso, por lo que habrá que poner más peso en fresco que el indicado en la receta, ya que la receta se refiere a peso de remolacha cocida.  Una vez cocida, dejamos enfriar y reservamos junto al agua de cocción.
    2. Antes de amasar, ponemos en el vaso de la batidora la remolacha cocida y el agua de cocción que indica la receta. Batimos hasta obtener un puré fino.
    3. En un cuenco, echamos la harina y el puré de remolacha. Mezclamos bien hasta que toda la harina quede humedecida. Tapamos con un trapo y dejamos reposar 25 minutos. Este reposo, que recibe el nombre de autolisis, hará que nos sea más fácil el posterior proceso de amasado.
    4. Siguiendo una técnica de amasados cortos, y reposos entre amasados, sin apenas esfuerzo tendremos lista nuestra masa.
    5. Pasado el tiempo de reposo, extendemos la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente aceitada, distribuimos la sal  a lo largo de toda la superficie, y amasamos durante 1 minuto. Boleamos la masa (bolear significa formar una bola), la metemos en el cuenco,  tapamos éste con un trapo y dejamos reposar durante 15 minutos.
    6. Pasados los 15 minutos, añadimos la levadura del mismo modo que acabamos de hacer con la sal. Amasamos 1 minuto, boleamos, metemos la masa en el cuenco, tapamos y dejamos reposar durante 15 minutos.
    7. Tras el reposo, repetimos un nuevo ciclo de amasado (1 minuto) y de reposo (15 minutos).
    8. Volcamos de nuevo la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente aceitada. La superficie de la masa ya debería empezar  a presentar un aspecto liso y brillante. Si aún presenta un aspecto granuloso, volvemos a dar otro ciclo de amasado y reposo. Si nuestra masa tiene una superficie lisa y brillante, está lista para iniciar la primera fermentación, para ello; aceitamos ligeramente las paredes del cuenco, formamos una bola con nuestra masa y la metemos dentro. Tapamos y la dejamos fermentar hasta que doble su volumen.
    9. Una vez que la masa ha doblado su tamaño, la volcamos sobe la mesa de trabajo previamente enharinada. Formamos una bola con la masa (bolear), para bolear seguimos los siguientes pasos: cogemos la bola de masa y la aplanamos ligeramente en forma de disco. Vamos replegando pequeñas zonas del borde de la masa hacia el centro de la misma y, una vez la tenemos en el centro, presionamos ligeramente para que se fije. Repetimos esta secuencia con distintas zonas del borde hasta que la masa quede recogida. Una vez que la tenemos recogida hacia el centro, le damos la vuelta y la hacemos girar suavemente sobre su base para que la bola coja más tensión.
    10. Una vez que hemos boleado ambas porciones, las dejamos reposar sobre la mesa, tapadas con un trapo, durante 15 minutos. Este reposo hará que el gluten se relaje y nos sea más fácil el formado de los panes.
    11. Transcurridos los 15 minutos, formamos el pan. Para ello, cogemos una de la masa y la aplanamos ligeramente en forma de disco. Doblamos la mitad superior del disco hacia el centro. Hacemos lo mismo con la mitad inferior. Doblamos los extremos también hacia el centro. Por último, volvemos a doblar la mitad superior pero esta vez la llevamos hasta solaparla con la mitad inferior del mismo modo que haríamos para cerrar una empanadilla. Sellamos bien la junta pellizcando suavemente.
    12. Una vez que hemos formado nuestro pan, lo ponemos a fermentar. Para que nuestro pan mantenga la forma y desarrolle un buen volumen durante el horneado, es preferible colocarlo en el interior de un banneton o cesto de fermentación (uno para cada pan) que tenga una forma alargada. Si no tenemos banneton, un recipiente de plástico, o un cesto de mimbre, nos pueden hacer a la perfección el papel de cesto de fermentación. En este caso, ponemos un trapo en el interior del recipiente, con ayuda de un colador espolvoreamos harina por encima y ponemos el pan sobre el trapo con el cierre (lo que durante el horneado estará en contacto con la bandeja del horno) hacia arriba. Tapamos el pan con un trapo, ponemos encima del trapo una bolsa de plástico, y dejamos fermentar hasta que el pan casi doble su tamaño.
    13. Precalentamos el horno a 250 grados con una bandeja en su interior.
    14. Una vez que el pan ha doblado su tamaño, procedemos a hornearlo, para ello; sobre una bandeja invertida, ponemos una lámina de papel vegetal y volcamos el pan encima. Si pusimos el pan a fermentar sobre papel vegetal, transferimos la hoja con el pan a la bandeja invertida, o a una madera que nos haga las veces de pala. Con la ayuda de un cuchillo afilado, hacemos un corte  a lo largo de la superficie del pan, en el centro de la misma.
    15. Con la ayuda de la bandeja invertida,  o la madera, deslizamos el pan sobre la bandeja que hay dentro del horno. Antes de cerrar la puerta del horno, pulverizamos agua hacia las paredes del mismo con un pulverizador doméstico. Esto provocará un ambiente húmedo que será propicio para que el pan desarrolle un buen volumen.
    16. Bajamos el termostato a 230º y horneamos durante, aproximadamente, 45 minutos o hasta que el pan adquiera un color dorado. Hacia la mitad del horneado giramos el pan para que este se dore por igual.
    17. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante 3 horas.

  • Salteado de brócoli y langostinos

    Salteado brocoli editorial 1280x720x80xx

    Autor: Karlos Arguiñano

    Ingredientes (4 personas):
    • 2 brócolis
    • 24 langostinos
    • 2 tomates
    • 3 dientes de ajo
    • aderezo de hierbas aromáticas
    • aceite de oliva virgen extra
    • sal
    • sésamo
    Elaboración de la receta Salteado de brócoli y langostinos:

    Suelta el brócoli en ramilletes. Colócalos en el accesorio para cocer al vapor, sazona, introdúcelo en una cazuela con un poco de agua y tápala. Cuece el brócoli durante 15 minutos. Retira y resérvalo.

    Pela los ajos, aplástalos con el cuchillo y rehógalos un poco en una sartén con aceite. Corta los tomates por la mitad y rállalos. Agrega el tomate rallado y cocínalo durante 15 minutos.

    Pela los langostinos y saltéalos en una sartén con un chorrito de aceite. Agrega el brócoli y saltéalo. Vierte un chorrito del aderezo de hierbas aromáticas y el tomate con los ajos. Saltea y mezcla bien. Sirve en una fuente y espolvorea todo con el sésamo.

     

  • Receta de Acelgas con puré de patata y cecina

     

    Receta de Acelgas con puré de patata y cecina

    Autor: Karlos Arguiñano

    Receta de acelgas con puré de patatas y cecina de la mano del cocinero Karlos Arguiñano.

     

    Ingredientes (4-6 personas):
    • - Para 4-6 personas:
    • 1 kg. de acelgas
    • 3 patatas
    • 1 puerro
    • 1 cebolla
    • 2 dientes de ajo
    • 2 lonchas de cecina
    • agua
    • aceite de oliva
    • sal
    • 1 cucharada de pimentón dulce
    Elaboración de la receta de acelgas con puré de patata y cecina:

    Pica la cebolla y dórala en una cazuela con un chorrito de aceite. Cuando empiece a tomar color, añade las patatas troceadas y el puerro picado. Cubre con agua, sazona y cocina a fuego medio durante 20 minutos. Retira un poco del líquido y tritura con la batidora eléctrica. Reserva caliente.

    Pica las acelgas y ponlas a cocer en una cazuela con agua hirviendo y una pizca de sal. Tapa y cocina durante 20 minutos. Escurre y reserva.

    Pica los dientes de ajo y dóralos en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando empiecen a coger color, aparta la sartén del fuego, deja que temple y espolvorea con el pimentón. Agrega las acelgas y saltea y deja que se cocine todo durante dos minutos.

    Corta las lonchas de cecina en juliana y fríelas en una sartén con un chorrito de aceite.

    Sirve el puré de patata en un plato hondo, añade las acelgas en el centro con la salsa que ha quedado en la sartén y esparce la cecina frita por encima.

    Consejo:

    Para evitar que las acelgas se ennegrezcan, se pueden cocer en agua blanca, es decir, en agua y dos cucharadas soperas de harina.

    Comentario dietético:

    Original presentación para un primer plato tradicional rico en vitamina C, ácido fólico y fibra. Su moderado contenido calópermite acompañarlo con un segundo plato a base de carne en las comidas

  • Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras

     

     

    Por Eleonor Fischer, Fotógrafa gastronómica. 28 septiembre 2018

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras

    ¡Sorpresa! Estas deliciosas hamburguesas vegetarianas no contienen carne sino..., ¡berenjena! La textura de esta carne resulta muy jugosa y el sabor ahumado de los vegetales le da un toque único e irresistible.

    Esta receta maravillosa es muy sencilla y exquisita. Toda una alternativa culinaria, perfecta para cualquiera que desee propuestas sanas y sabrosas a la hora de comer. RecetaGratis te invita a seguir el paso a paso de esta sencilla preparación para descubrir cómo hacer hamburguesas de berenjena.

    8 comensales 45m Dificultad baja

    Características adicionales: Coste barato, Recomendada para vegetarianosRecomendada para perder peso, En sartén

    Ingredientes:

    También te puede interesar: Receta de Berenjenas a la plancha

    Pasos a seguir para hacer esta receta:

    1

    Para cocinar las verduras existen varias alternativas: al horno, al grill o a la parrilla. Si no posees ninguna de las anteriores opciones, puedes colocarlas una a una sobre la hornilla de la cocina y aplicar fuego alto. Espera hasta que queden negras y las introduces en una bolsa por 20 minutos. Pasado el tiempo saca los vegetales, retira la parte negra debajo de grifo y reserva.

    Si optas por el horno, coloca las verduras en una bandeja de metal en el nivel más alto. Aplica calor arriba y abajo. Coloca la temperatura a 250 grados, durante aproximadamente 45 minutos. Estira papel absorbente sobre la encimera y sitúa las verdura allí, así escurrirá todo el agua mientras alcanzan la temperatura ambiente. Una vez frías será muy fácil retirarles la piel. Reserva.

    Truco: Lo importante es lograr un sabor ahumado en las verduras.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 1

    2

    Corta los vegetales muy finamente, reserva. También puedes saltearlos en una sartén, hasta lograr una textura tierna. Si te apetece agregar otras verduras a las hamburguesas de berenjena también puedes hacerlo.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 2

    3

    Coloca los vegetales en un cuenco grande. Agrega el ajo y el perejil siguiendo las medidas o al gusto.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 3

    4

    Añade los dos huevos. Sazona con sal y pimienta. Si las hamburguesas de berenjena son para niños, suprime la pimienta.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 4

    5

    Remueve hasta integrar todos los ingredientes de nuestras hamburguesas vegetarianas de berenjena.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 5

    6

    Incorpora la avena o el pan rallado a la preparación. Integra muy bien, hasta que se unifiquen todos los ingredientes. Deja reposar la mezcla durante 20 minutos. Pasado el tiempo puedes detectar si necesitas más avena o no, todo depende de la densidad de la preparación. Si se te pega en las manos o está muy húmeda, agrega más avena pero poco a poco hasta lograr la consistencia deseada.

    Truco: Cuando reposa la preparación la avena o el pan rallado se hinchan y absorben la humedad de las verduras.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 6

    7

    Con las manos forma varias bolitas. Luego, aplasta cada una con las palmas hasta lograr la forma de una hamburguesa. Si lo deseas, después de prepararlas puedes empanizarlas con avena o pan rallado.

    Truco: Preferiblemente utiliza un sartén anti-adherente.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 7

    8

    Precalienta una sartén con poco aceite, agrega las hamburguesas de berenjena y cocina por cada lado hasta que se doren. Si empanizaste las hamburguesas, agrega un poco más de aceite. Recuerda colocarlas después sobre papel absorbente para escurrir la grasa.

    En esta ocasión la hamburguesa es bastante ligera, de manera que opta por una cantidad de aceite mínima para cocinarlas. Ideal para todo aquel que prefiere la comida más saludable.

    9

    ¡Qué exquisita receta de hamburguesas de berenjena! Las puedes ofrecer a tus comensales de muchas maneras, como la típica hamburguesa con pan, también con arroz blanco y ensalada de tomate, acompañadas de puré o incluso solas. Su textura es algo tostada por afuera y jugosa por dentro, si nadie lo dice dudarán sobre el tipo de carne gracias al toque ahumado.

    Saludables, novedosas y sabrosas... ¡Qué esperas para apuntarte! Prueba y me dices cómo te quedaron.

    Receta de Hamburguesas de berenjena fáciles y ligeras - Paso 9

  • Coles de Bruselas braseadas con arándanos y nueces

     

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    Las coles de Bruselas son una fuente maravillosa de vitamina C, vitamina K y ácido fólico, además de otros nutrientes esenciales; los arándanos de antioxidantes; las nueces contienen proteínas y mucha fibra. ¿Y el queso gorgonzola?, sencillamente delicioso.

    Ingredientes:

    – 500 gr. de coles de Bruselas cocinadas al vapor y cortadas por la mitad.
    – 2/3 taza de arándanos frescos
    – 1/3 taza de queso gorgonzola desmenuzado
    – 1/3 taza de nueces
    – 1/2 taza cebada
    – 1 cucharada de jarabe de arce
    – 1 cucharada de vinagre balsámico
    – Aceite de oliva
    – Sal y pimienta

    Preparación:

    1. Prepara la cebada según las instrucciones del paquete

    2. Pon las coles de Bruselas al vapor, los arándanos y el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Sazona con sal y pimienta. Cocina durante 8-10 min.

    3. Añade entonces el vinagre balsámico y el jarabe de arce. Revuelve para mezclar y retirar del fuego.

    4. Mezcla la cebada, las coles, los arándanos y las nueces en un tazón grande. Cubre con queso gorgonzola.

  • Zumo “piensa en verde”

     

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    Un nutritivo y delicioso jugo a base de berza, apio, manzana, pepino, menta, espinacas y mucho más. Un suplemento perfecto para las comidas regulares.

    Ingredientes:

    – 1 apio entero picado (hojas incluidas)
    – 1 manzana verde, sin semillas y picada
    – 2 hojas grandes de col rizada, sin tallos
    – 1 pepino picado
    – 1 poco de gengibre picado (poco más de 1 cm)
    – 1 puñado de hojas de espinacas
    – 1 puñado de hojas de menta
    – 2 limones (jugo)
    – 2 cucharadas de stevia
    – 1/4 cucharadita de sal de escamas
    – 600 ml de agua fría
    – 1 cucharadita de polvo de espirulina (opcional)

    Preparación:

    Mete todos los ingredientes en una licuadora y mézclalos a alta velocidad hasta que quede suave. Después cuela el zumo y sírvelo con unos cubitos de hielo y una rodaja de limón.

  • Macarrones con queso y calabaza

     

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    Una forma muy recomendable de cocinar la pasta. ¡Riquísima!

    Ingredientes:

    – 2 tazas de macarrones o pasta a elegir
    – 1 cucharada de mantequilla
    – 1 cebolla pequeña amarilla
    – 1 calabaza pequeña (para sacar 3 o 4 tazas cortada en cubos)
    – 5 tazas de caldo de pollo o de verduras
    – 3/4 de taza de leche
    – 1 cucharadita de sal
    – 2/3 de taza de queso rallado
    – 1 poco de perejil
    – Sal y pimienta al gusto

    Preparación:

    1. Cuece la pasta (aproximadamente 8 min.). Escurrir y reservar. Calienta la mantequilla en una sartén grande a fuego medio-bajo. Corta la cebolla en aros finos y añádeselos a la mantequilla en la sartén. Saltéala a fuego lento hasta que están fragantes y dorados. Unos 20 min.

    2. Mientras tanto, quítale la piel y las semillas a la calabaza. Corta su carne en cubos pequeños. Lleva el caldo de pollo o verduras a ebullición y añádele la calabaza. Cocina durante 5-7 min. o hasta que estén tiernos al pincharlos con el tenedor. Escúrrela, reservando 1/2 taza de caldo y la calabaza trasládala a la licuadora. Añádele leche, la cebolla, la sal y el caldo reservado y haz todo puré, hasta completamente suave y cremosa. Deberían salirte unas 4 tazas de salsa.

    3. Vierte la salsa de puré sobre la pasta cocida y añádele el queso rallado. Revuelve para derretir el queso; añádele agua o leche para ajustar la consistencia según sea necesario. Servir con perejil, pimienta y sal al gusto.

  • Pizza Margarita vegetariana con corteza de calabacín

     

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    Una pizza vegetariana en toda regla, y con un aspecto delicioso.

    Ingredientes:

    – 4 tazas de calabacín rallado
    – 1/2 taza de queso mozzarella bajo en grasas
    – 5 cucharadas de harina de almendras
    – 3 cucharadas de queso parmesano
    – 1 cucharadita de orégano
    – 1/2 cucharadita de ajo en polvo
    – 1 pizca de sal
    – 1 huevo
    – 1 lata de tomates picados y escurridos
    – 1 cucharada de aceite de oliva
    – 2 dientes de ajo finamente picados
    – 10-15 hojas de albahaca fresca

    Preparación:

    1. Precalienta el horno a 230 ºC. Ralla el calabacín usando un rallador de mano o un procesador de comida. También puedes hacerlo con un cuchillo. Mételo al microondas 5 minutos y escúrrelo hasta que enfríe.

    2. Prepara la salsa de tomate, comenzando por saltear el diente de ajo en una sartén con un poco de aceite de oliva. Añádele el tomate que previamente has escurrido y déjalo cocinar a fuego muy lento mientras preparas la masa. Justo antes de usarla, añádele un poco de aceite de oliva y sazónala al gusto con sal y pimienta.

    3. Cuando el calabacín se haya enfriado y le hayas extraído la mayor cantidad de agua posible, ponlo en un bol y añádele la harina de almendras, el parmesano, el orégano, el ajo en polvo, sal y el huevo batido. Mezcla hasta que todos los ingredientes se hayan combinado.

    4. Utiliza una bandeja para hornear o una de esas bases de silicona para poner la masa en ellas. Cúbrelas con un poco de aceite de oliva. Divide la masa en dos bolas y usa tus dedos para aplastar la masa hasta que tengas dos círculos. Ten cuidado de que los bordes no te queden muy finos para que no se te quemen. Hornéalas durante 12-13 minutos revisando siempre que no se te estén quemando.

    5. Sácalas del horno y cúbrelas con la salsa de tomate, las hojas de albahaca y rodajas de queso mozzarella. Ponlas de nuevo en el horno solo hasta que el queso se derrita, como 3 o 5 minutos, y listo.

  • Recetas con kale

    Gastronomia&cia

    ¿Cómo cocinar col kale? 12 recetas que te engancharán

    Para algunas personas la col kale es un alimento nuevo y tienen dudas sobre cómo se puede cocinar. No es más que una col rizada, por lo que puede hacerse como el resto de coles, ahora bien, también hay muchas personas que no incluyen esta verdura en su dieta normalmente. Así que para animaros a hacerlo, aquí os dejamos doce recetas con kale que os gustarán, son fáciles de hacer y están deliciosas.

    El boom de la col kale (Brassica oleracea var. sabellica L.) en España es muy reciente, quizá empezara el año pasado, mientras que en Estados Unidos, entre otros países, llevan años alabando las cualidades nutricionales de este alimento, sumándolo a la lista de los denominados ‘superalimentos’. Y este año seguramente su consumo aumentará mucho más en nuestro país gracias a que se ha incorporado como producto de cuarta gama en uno de los supermercados que más vende.

    El caso es que muchas personas que, por moda, por salud o por el motivo que sea, desean introducir esta col rizada en su dieta, no saben cómo prepararla, teniendo más dudas quienes compran las mencionadas bolsas de cuarta gama que quienes van a la verdulería y compran la col tal y como se cosecha. ¿Es para ensaladas?, ¿se debe cocinar?, ¿cómo? Por cierto para quien no la haya visto, os recomendamos leer este post en el que, además de ver fotos, podréis conocer más sobre el origen y las características de la kale.

    Pues la col kale se puede comer cruda en ensalada, pero hay que tener en cuenta que es una hoja bastante recia, por lo que no siempre resulta muy agradable al paladar. Pero si se quiere comer cruda para aprovechar al máximo sus nutrientes, se suele aderezar y ‘masajear’, para después dejar reposar y que así se ablande un poco. También se puede cocer al vapor, hervir y saltear, teniendo en cuenta lo mismo, que la textura final sea del agrado del comensal, pues es posible que si la primera vez que se prueba parece que se está masticando cartón, es posible que no se vuelva a comer.

    Quizá para esa primera vez lo mejor es cocerla al vapor y después saltearla en una sartén con sus condimentos, veréis varias recetas así en nuestras propuestas. No recomendamos hervir la kale, como ninguna otra verdura, porque es el método de cocción que provoca más perdidas de nutrientes. La col rizada también se puede saltear directamente sin la previa cocción al vapor, y otra forma de cocinarla y sorprender, es horneando las hojas hasta que queden crujientes, esta receta os la pasaremos en breve. De momento, en respuesta a la pregunta ¿cómo cocinar col kale?, os dejamos con doce recetas que posiblemente os van a enganchar a esta verdura. Esperamos que os gusten.

    Ensalada de kale y salmón ahumado

    Kale con carpaccio de buey y vinagreta de mostaza

    Kale con carpaccio de buey y vinagreta de mostaza

    Kale con aceite de coco y semillas

    Kale con aceite de coco y semillas

    Kale con salsa de soja y almendras

    Kale con salsa de soja y almendras

    Kale, portobello y coco

    Kale, portobello y coco

    Kale con halloumi y nueces

    Kale con halloumi y nueces

    Kale con requesón y salsa kimuchi

    Kale con requesón y salsa kimuchi

    Kale con tofu y kimuchi

    Kale con tofu y kimuchi

    Ensalada tibia de lentejas y kale

    Ensalada tibia de lentejas y kale

    Cazuela de pollo con kale y pimientos

    Cazuela de pollo con kale y pimientos

    Pollo con kale y salsa kimuchi

    Pollo con kale y salsa kimuchi

    Pizza con kale, berenjena y jamón

    Pizza de berenjena, kale y jamón

  • Borraja fina de Tudela con crema ligera de patata y crujiente de panceta

    INGREDIENTES PRINCIPALES

    • 1 Borraja(1k)
    • 400 ml de leche
    • 50 g de mantequilla
    • 3 Patatas
    • Sal
    • 200 g de panceta curada
    • Aceite de oliva

    PREPARACIÓN DE LA RECETA

    En primer lugar, limpiamos las borrajas quitándoles las hojas y los hilos

    Colocamos en el fuego una cazuela con agua y una pizca de sal y llevamos a ebullición. Cuando comience a hervir el agua, echamos las borrajas poco a poco para que el agua no deje nunca de hervir. Cocinamos durante 10 minutos.

    Al mismo tiempo, en otra cazuela, hervimos agua con sal. Cuando llegue a ebulliciónañadimos las patatas peladas y troceadas.

    Cuando las patatas estén tiernas las retiramos y las añadimos la leche y la mantequilla. Batimos todo para hacer la crema de patata.

    Después, en una sartén con un chorrito de aceite, sofreímos la panceta.

    Emplatamos las borrajas, encima el puré de patata,por encima la panceta y pintamos el plato.

    Servimos.

  • Recetas con calabaza

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    Diez recetas de otoño con calabaza, nuevas delicias para el Lunes sin carne

    Hoy renovamos las propuestas de recetas con calabaza para el Lunes sin carne con un nuevo recetario vegetariano que os va a encantar, pero antes de pasar a verlo, para quien no conozca el primero, aquí tiene diez recetas con calabaza deliciosas, nutritivas y fáciles de hacer, hay un par de currys, un risotto, un gratín de calabaza, polenta, cuscús y varias cremas. Pues bien, ahora podéis sumar estas Diez recetas de otoño con calabaza, son nuevas delicias para el Lunes sin carne y para cualquier otro día de la semana.

    También hay algunas cremas con esta dulce hortaliza, además de ensaladas, legumbres, cereales… incluso un postre, un exquisito flan de calabaza vegano que se puede hacer en el microondas en cinco minutos, es fácil que se convierta en uno de vuestros postres de cuchara favoritos para este otoño e invierno. Lo cierto es que tenemos pendiente de compartir con vosotros varios postres con calabaza que os van a sorprender.

    De momento, os recomendamos que toméis nota de estas recetas vegetarianas y veganas con calabaza, no sólo porque son platos deliciosos y fáciles de hacer, también porque son nutritivos y saludables, la calabaza es una hortaliza con buenos valores nutricionales y más versátil en la cocina de lo que se puede pensar. Ya sabéis que para acceder a las recetas paso a paso, simplemente tenéis que pulsar en el enlace que aparece sobre la foto. Esperamos que las disfrutéis y que las compartáis para que más personas puedan prepararlas y aumentar el consumo de alimentos vegetales.

     
    Hummus con calabaza y avellanas

    Hummus con calabaza bonetera y avellanas

     
    Crema de calabaza con brunoise de setas de cardo y piñones

    Crema de calabaza con brunoise de setas de cardo y piño

     
    Dip de calabaza, coco y avellanas

    Dip de calabaza y avellanas, una deliciosa salsa para m

     
    Crema de calabaza, chirivía y salvia

    Crema de calabaza, chirivía y salvia

     
    Crema de calabaza con queso manchego y ajo negro

    Crema de calabaza bonetera con queso manchego y ajo neg

     
    Ensalada templada de lentejas beluga con calabaza y aguacate

    Ensalada templada de lentejas beluga con calabaza y agu

     
    Ensalada con aguacate, calabaza y granada

    Ensalada con aguacate, calabaza y granada

     
    Bulgur de avena con calabaza y champiñones Portobello

    Bulgur de avena con calabaza y champiñones Portobello

     
    Arroz cremoso con calabaza, queso azul y granada

    Arroz cremoso con calabaza, queso azul y granada

     
    Flan de calabaza en microondas

    Flan de calabaza en microondas.

     

    ¡¡¡Feliz Lunes sin carne!!!

  • Pan crujiente de queso,ajo y perejil

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    pan crujiente de mozzarella 

    Una receta sencilla con la que utilizar los ajos y el perejil de nuestro huerto.

    Ingredientes

    • 1 pan (estilo pan de Viena)
    • 3/4 taza de queso mozzarella
    • 100 g de mantequilla
    • 2 dientes de ajo
    • Una pizca de sal
    • 1 cucharadita de perejil fresco ,picado

    Info Nutricional

    • 290 Kcal Pan tipo Viena (por 100 g)

    • 248 Kcal Mozzarella (por 100 g)

    Instrucciones

    • 1.Cortar el pan en diagonal formando rodajas de 2 cm pero sin llegar a cortar der todo
    • 2.Rellenar con el queso
    • 3.Calentar la mantequilla y añadirle la sal ,perejil y ajo .
    • 4.Pintar el pan varias veces y asegurandonos que entra dentro.
    • 5.Envolvemos en papel de aluminio y cocinamos durante 15minutos .
    • 6.Quitamos el papel de aluminio y cocinamos 5 minutos más para que quede crujiente

  • Cómo preparar cabello de ángel

    A este delicioso postre se le conoce como cabello de ángel, pero también como “dulce de calabaza” o como “calabaza confitera”. No importa el nombre que se le dé, lo cierto es que es uno de los clásicos de la comida de dulce. Se utiliza como relleno de muchísimos productos de repostería.

    Lo que más destaca del cabello de ángel es su elevado contenido nutritivo. Además de que es una fuente muy importante de fibra, también tiene una alta cantidad de antioxidantes, como vitamina C y carotenos.

    Los ingredientes del cabello de ángel

    Lo único difícil de esta receta es encontrar una auténtica calabaza de cidra, que es el componente central del cabello de ángel. No es fácil conseguirla porque requiere seis meses de espera entre el momento en que se recoge y el momento en que puede utilizarse en la cocina. Superado ese obstáculo, lo demás es muy sencillo.

    Los ingredientes para una preparación de cuatro porciones son los siguientes:

    • Una calabaza de cidra o calabaza confitera mediana
    • Azúcar al gusto
    • Una cucharada de ralladura de cáscara de limón
    • Una rama de canela mediana

    La proporción correcta es utilizar una parte de azúcar por dos partes de pulpa. Así, si se emplean 1.000 gramos de pulpa, lo adecuado es utilizar 500 gramos de azúcar y así sucesivamente. De este modo el cabello de ángel no queda demasiado dulce.

    La preparación de la calabaza

    Lo primero que se debe hacer es tratar la calabaza, de modo que quede lista para sacar las hebras de cabello de ángel, que son el elemento esencial de esta preparación. Los pasos a seguir son estos:

    • Lavar muy bien la calabaza, bajo el agua del grifo, para retirar toda la tierra e impurezas que pueda contener.
    • Cortar la calabaza en trozos grandes. Se debe tener mucho cuidado, ya que la corteza es bastante dura. El cuchillo tiene que estar bien afilado para no tener accidentes.
    • Meter los trozos de calabaza en una olla con agua, hasta que estén cubiertas por completo de líquido. Luego, se prende el fuego y se ponen a hervir.
    • Cuando se llegue al punto de ebullición, se baja la intensidad del fuego y se deja a llama media-baja por unos 20 minutos aproximadamente. Lo mejor es comprobar que la pulpa ya esté blanda, antes de retirar la olla.
    • Se sacan los trozos y se ponen a enfriar. No meter al refrigerador, sino dejar que pierdan temperatura naturalmente.
    • Retirar todas las semillas. Si se dejan, podrían generar un gusto amargo.
    • Con la ayuda de un tenedor sacar las hebras de la pulpa, hasta que quede solo la corteza.
    • Poner las hebras cabello de ángel en un escurrido toda la noche. Se reserva el líquido que destile.

    El proceso de confitado

    La parte final de esta receta es el proceso de confitado. Para ello, lo primero es pesar la pulpa de cabello de ángel. Esto da la medida de la cantidad de azúcar a emplear. Una vez hecho este paso, se realiza el siguiente procedimiento:

    • En una olla grande, mezclar la pulpa y el azúcar, junto con laralladura de limón y la rama de canela.
    • Se añade una pequeña parte del líquido destilado de la calabaza y se pone a cocer a fuego medio, alrededor de una hora y media. Se debe revolver constantemente.
    • Si la preparación se ve seca o comienza a pegarse, se añade más líquido del que se tiene reservado.
    • Poco a poco la preparación va cambiando de color. Cuando se vea dorada, es momento de retirarla del fuego. Generalmente el proceso tarda unos 90 minutos.
    • Se deja enfriar en un lugar fresco.
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    Una vez se haya enfriado completamente, lo que sigue es verter la preparación en frascos de vidrio. Estos se han debido limpiar y esterilizar previamente. Así mismo, deben estar bien secos.

    Enseguida, se ponen a cocer los frascos a baño maría. Un método sencillo para hacerlo es tomar una olla a presión y ponerle un paño en el fondo. Luego introducir los frascos, dejando que el agua los cubra hasta la mitad. Cerrar la olla y poner al fuego durante unos 15 minutos aproximadamente.

    Después de esto se sacan los frascos de la olla a presión y se dejan enfriar a temperatura ambiente. Una vez completado este paso, el cabello de ángel ya está listo para ser almacenado.

    Este relleno se puede utilizar en infinidad de preparaciones como bizcochos, hojaldres, como Bayonesa o diversas clases de pasteles, en empanadillas y prácticamente en todos los productos de repostería.

  • Calabaza en almíbar

     

    Cocina: Hispanoamericana

    Ingredientes

    • 1 kg y medio de pulpa de calabaza en dados de 2 o 3 cm.
    • 3 litros de agua
    • 150 g de cal viva
    • Para el almíbar
    • 2 litros y medio de agua
    • 1 kg y medio de azúcar
    • cáscara de limón (opcional)
    • 1 vaina de vainilla (opcional)

    Instrucciones

    1. Corta la calabaza en dados. Reserva
    2. Vierte la cal en un recipiente de cristal o acero, también puede ser plástico resistente y a continuación añade el agua, verás que en el momento de agregar el agua sale como una especie de humo, es normal, no te preocupes, es la reacción de la cal con el agua.
    3. Mezcla bien con unas varillas para que la cal se disuelva en el agua, no introduzcas las manos porque la cal reseca mucho.
    4. Una vez que la cal esté disuelta en el agua, incorpora la calabaza cortada en dados. Como flota, es mejor poner algo de peso encima, por ejemplo puedes poner platos pequeños de postre que cubran la superficie y hagan presión hacia abajo.
    5. Lo dejaremos así toda la noche, o un mínimo de 5 horas.
    6. ¿Qué le hace la cal mezclada con el agua a la calabaza? formará una piel dura en toda la superficie y eso significará el gran milagro de esta receta.
    7. Al día siguiente...
    8. Vuelca el agua con la cal y la calabaza en la pileta del fregadero y debajo del grifo ve lavando los trozos de calabaza que te quepan entre las manos y los vas pasando a un bol.
    9. Una vez que todos los trozos de calabaza han pasado por debajo del grifo, llenas un recipiente con agua limpia y vuelcas los trozos de calabaza, los dejas unos 5-10 minutos y repites esta operación dos veces más. Lavando a conciencia la calabaza nos aseguramos que queda perfectamente limpia y libre de ningún resto de cal.
    10. Ahora pincharemos con una brocheta la superficie de cada trozo de calabaza. El objeto de pinchar la calabaza es conseguir que durante la cocción en almíbar a la que lo vamos a someter, el almíbar penetre en el interior de los trozitos de calabaza y los impregne.
    11. Ponemos el azúcar y el agua con el limón y la vainilla en el interior de una olla e introducimos los trozos de calabaza, encendemos el fuego a temperatura alta, cuando alcance el punto de ebullición, bajamos a fuego medio y lo dejamos cocer durante 45-50 minutos.
    12. En este momento la calabaza habrá adquirido un precioso color y el almíbar habrá espesado.
    13. Puedes conservarlo en la nevera durante diez días o envasarlo siguiendo el proceso que te expliqué AQUÍ.

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    La cal viva la puedes conseguir en una ferretería o si la pides en alguna obra en la que haya albañilería te la darán sin problema

    Envasamos como si fuese una conserva más, rellenamos con almíbar.

     

    Una exquisitez con la que acompañar cualquier postre.

  • Sorbete de frambuesa y cava

    Ingredientes para el sorbete:

    • 400gr. de frambuesas congeladas
    • 200gr. de azúcar o edulcorante
    • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
    • 1 botella de cava
    • Unas hojas de menta o albahaca para decorar

    Elaboración de la receta

    1. Con ayuda de un procesador de alimentos o batidora trituramos las frambuesas junto con el azúcar y el jengibre hasta conseguir un puré homogéneo.
    2. Colamos este puré si os molesta encontraros alguna pepita en vuestro sorbete.
    3. Descorchamos la botella de cava bien fría y mezclamos con nuestro puré de frambuesas, ayundándonos de una cuchara o espátula mezclaremos hasta integrarlo todo.
    4. Servimos inmediatamente y decoramos con alguna frambuesa y una hojita de menta o hierbabuena, para dar un toque refrescante.

  • Lombarda con manzana,pasas y piñones

    Esta lombarda es perfecta para tomar tal cual a temperatura ambiente o caliente, sola o acompañada de unas patatas asadas, algún corte de cerdo –con unos medallones de solomillo a la plancha ya lo peta, igual que con lomo asado frío–, un pescado graso como la caballa o en un bocadillo con pan de centeno y un queso fundente (le puede ir muy bien el de tetilla, y si se le añade algo de cerdo ahumado se consigue una lujuria germanogalaica increible).

    Un acompañamiento que podría ser un pariente lejano y sin fermentar del chucrut –tiene un sabor mucho más sutil y carece de sus propiedades probióticas, pero su sabor y textura pueden hacer un apaño si tienes mono– que se puede tunear con ajo, bayas de enebro, semillas de cilantro, cardamomo o anís estrellado (sin pasarse con estas especias, que en exceso pueden ser muy invasivas).

    También es importante adaptar tanto la cantidad de vinagre como el punto de cocción al gusto del cocinero/comensal: a mí me encanta que la lombarda conserve un punto crujiente y habrá quien la prefiera casi compotada, y también la prefiero alegre de ácido mientras a otros les rechinen los dientes solo pensarlo. Ante la duda, prudencia: es mejor que te quede un punto más suave de lo que te gustaría que conseguir un plato que deje a tus invitados con la cara del Joker al primer bocado.

    Ingredientes

    Para 4/6 personas

    • 1/2 col lombarda (unos 600-750 g).
    • 2 cebollas
    • 2 manzanas tipo Gala
    • 1 vaso de vino blanco seco
    • 30 g de piñones
    • 60 g de pasas
    • 1 vaso de caldo o agua
    • Vinagre de manzana o vino blanco al gusto (entre 3 cucharadas y medio vaso)
    • Aceite de oliva
    • Sal
    • Pimienta

    Preparación

    1. Pelar las cebollas, cortarlas en tiras finas y sofreír en una olla más bien grande (la lombarda al principio abulta bastante) con 3 cucharadas de aceite de oliva y un poco de sal hasta que empiecen a dorarse. Poner las pasas a remojar en el vino.

    2. Mientras, quitar el tronco y las partes más leñosas de la lombarda y cortarla en tiras finas. Añadir a la olla y dar vueltas cinco minutos más. Hacer lo mismo con la manzana pelada y cortada a dados.

    3. Salpimentar, subir un poco el fuego y añadir el vinagre, removiendo hasta que se haya evaporado (como mucho un par de minutos). Añadir el vaso de agua o caldo, tapar y dejar cocinar a fuego lento entre 30 minutos y una hora, dependiendo de si se busca una textura más crujiente o suave.

    4. Sumar las pasas (pueden suprimirse si no gustan), el vino y los piñones previamente tostados en la sartén (sin aceite) y dejar cocer a fuego medio y destapado unos 5 minutos, hasta que parte del líquido de cocción se haya evaporado y quede una especia de salsita ligera. Servir caliente o a temperatura ambiente.

  • Mermelada otoñal de calabaza, naranja y canela

     

    Ingredientes

    500 g de calabaza pelada y sin pipas

    400 g de azúcar

    el zumo de 3 naranjas

    1 corteza de naranja

    2 palos de canela

    Cómo hacer mermelada de calabaza, naranja y canela

    Ponemos la calabaza pelada y troceada, el azúcar, el zumo de naranja, la corteza y los palos de canela en una olla. 

    Cocemos durante unos 45 mn a fuego medio-bajo (si al pinchar aún  le faltará un poco dejamos 5 minutos más), trituramos y envasamos en tarros desinfectados. 

    Cerramos muy bien los tarros y los ponemos boca abajo para que hagan el vacío. Si vamos a tardar en gastarlos, los hervimos en una olla durante 10 mn.

     

  • Berenjena frita con vinagreta de miel y mostaza

     

     

    Berenjena frita con vinagreta de miel y mostaza

    ¡Cómo me gusta la berenjena cocinada de esta forma! Y lo mejor de todo es que a los niños les chifla. También se puede elaborar con calabacín.

    Su preparación es muy sencilla y los resultados son espectaculares; así que, esta noche cenamos berenjena frita con vinagreta de miel y mostaza.

    INGREDIENTES para 2 ó 3 personas:

    -1 Berenjena grande

    -2 huevos, harina, sal

    -Aceite para freír

    -2 cucharadas de miel, 1 cda de vinagre, 1 cda de aceite, 1 cda de mostaza, sal y pimienta.

    ELABORACIÓN:

    Cortamos la berenjena en rodajas de 5 mm. La sumergimos en agua fría con un chorro de vinagre y un puñadito de sal, durante 20 minutos.

    Escurrimos bien de agua y salamos ligeramente.

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    Pasamos cada rodaja por harina y posteriormente por huevo batido.

    Freímos por tandas en aceite caliente, 1 minuto por cada lado o hasta que se doren.

    Retiramos a un plato con papel absorbente.

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    Mientras, preparamos la vinagreta de miel y mostaza. ¡Es muy sencillo!

    En un cuenco, mezclamos la miel, la mostaza, el vinagre, el aceite, sal y pimienta.

    Regamos las berenjenas fritas con la vinagreta ¡y a disfrutar!

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    Espero que disfrutéis con esta sencilla receta y que nos veamos en la próxima entrada.

    Gracias, gourmets.

  • Base de pizza de coliflor (mitad de calorias)

    OCIO Y CULTURA | GASTRONOMÍA

    Esta base de pizza de coliflor tiene menos de la mitad  de calorías que una base de pizza tradicional. El ingrediente principal, la coliflor tiene solo 27 calorías por 100 gramo, frente a 275 calorías de la base de pizza elaborada con harina. ¿Te chiflan las pizzas pero apenas las pruebas? De esta pizza podrás comer sin remordimientos. Aquí  te contamos el paso a paso de la base de pizza de coliflor.

    La pizza convencional engorda mucho porque lleva ingredientes muy calóricos. La base es el primero. Una base convencional de unos 250 gramos tiene 275 calorías  por cada 100 gramos (más o menos). Esto supone al ser 250 gramos un total de 687,5 calorías. Sin embargo una base de 250 gramos elaborada con coliflor tiene solo 67,5 calorías de la coliflor (y un poco más por los huevos y resto de ingredientes pero no pasará de 110 calorías ). ¡La diferencia es notoria! Si aligeramos la base y el relleno no es excesivamente calórico (usa queso rallado ligero, rodajas de tomate natural etcétera), nuestra pizza quedará deliciosa y con muchísimas menos calorías que la pizza normal.

    Cómo hacer la base de pizza de coliflor

    Ingredientes

    • Coliflor cortada en floretes – 250 g
    • Queso mozzarella rallado – 60 g
    • Orégano – ½ cucharadita
    • Huevos – 2 unidades
    • Sal – al gusto

    Preparación

    1. Cortar la coliflor, más o menos entre media o ¼ según su tamaño. De nuevo cortar en floretes, preparar un recipiente con agua y sumergirlos. La coliflor al estar tan ‘apretada’ puede contener tierra y no es fácil de quitar. La tenemos a remojo unos minutos y luego volcamos los floretes en un colador. Los pasamos por debajo del grifo y escurrimos bien. Secar la coliflor con papel de cocina.
    2. Es importante que dejemos escurrir la coliflor y la sequemos bien para que el siguiente paso nos quede con la textura deseada. Parte la coliflor en trozos pequeños e introducir en una picadora o procesador de alimentos. Picar hasta lograr nos quede desmenuzada, con textura como ‘’de migas de pan’’.

    3. Introducir esta coliflor en un recipiente apto para  microondas tapar con papel film, le hacemos unos cuantos agujeros y programamos 8 minutos a máxima potencia. Terminado este tiempo dejamos que repose fuera del microondas hasta que pierda temperatura.
    4. En un paño fino de cocina (o un trozo de tela de sábana que ya no uses), introduce la coliflor en el centro. Envuelve y cierra el paño. Aprieta y retuerce para lograr que vaya saliendo el agua que aún contenga la coliflor. Cuando no te salga ya apenas abrimos de nuevo el paño, la textura ahora se parecerá más a migas de pan. Si no estuviera aguada al salir del microondas este paso  no sería  necesario.
    5. Precalentar el horno a 180 grados.
    6. En un recipiente combinamos los dos huevos batidos, el orégano, el queso mozzarella, un poco de sal y la coliflor. Trabaja la mezcla hasta lograr se integre.
    7. Colocar papel de hornear sobre la bandeja de horno o harina sobre bandeja de pizza  y volcar la masa de pizza de coliflor extender y aplanar con las manos o un rodillo. Hacer un círculo similar al tamaño de una pizza.
    8. Introducir la base de pizza en el horno (sin relleno) y hornear 10 minutos a 180 grados más dos de reposo. Este paso previo de  horneado sin relleno nos asegura una textura más crujiente.

    9. A continuación sacamos la base de pizza del horno y añadimos nuestro relleno de pizza (el que más te guste). Por ejemplo: dos cucharadas de tomate frito, queso rallado ligero, rodajas de tomate y un poco de albahaca. Sazonar con sal y pimienta la gusto. Volvemos a introducir en el horno otros 10m más o menos según los ingredientes con el fin de que queden hechos y derretido el queso, pero no se quemen. Estar al tanto y vigilar.

    ¿Te ha gustado la receta de base de pizza de coliflor?¿Te atreves a probarla?

  • Cómo hacer coliflor al ajillo paso a paso

    ¡Receta fácil y ligera, coliflor al ajillo! Para disfrutar sin remordimientos, ya que la coliflor es muy baja en calorías, (una 27 por ración de 100 gramos). La textura de esta hortaliza la hace tan versátil que incluso se pueden prepara bases de pizza con coliflor. Si eres vegano no te pierdas esta receta y si no lo eres también porque está deliciosa y además es fuente de ácido fólico, vitamina C y antioxidantes. En Periodista Digital te contamos el paso a paso de esta receta clásica y tan sabrosa.

    ¿Que vitaminas y otros nutrientes tiene la coliflor?

    La coliflor pertenece a la misma familia que el brócoli, las crucíferas verduras ricas en antioxidantes, y vitaminas y con poquísimas calorías. Aporta 0.90 gramos de grasa y hasta 2.5 gramos de proteínas. Las proteínas de origen vegetal tienen menos valor nutricional  que las de la carne, pero siguen siendo aportes saludables.

    La coliflor es muy rica en agua contiene casi un 90%, es por eso que es tan ligera. Aporta vitaminas por ejemplo: vitamina A (7 ug), vitamina, vitamina C (58 mg), vitaminas del grupo B como la vitamina B3 (1.27 mg), vitamina B9 o ácido fólico (72 mg), una alta cantidad. También vitamina B7 (1.5 ug). Si buscas alimentos ricos en hierro la coliflor tiene 84 mg de hierro por ración.

    El hierro es un mineral importante para el buen funcionamiento del cuerpo, todas nuestras células contienen hierro, ayuda a los glóbulos rojos a transporta oxígeno a los distintos órganos. Cuando existe deficiencia de hierro o anemia aumenta la predisposición a las infecciones y existe dificultad en mantener la temperatura corporal. Además del hierro la coliflor también tiene fósforo 52 mg y 296 mg de potasio. En el capítulo de los antioxidantes en la coliflor encontramos betacarotenos, rutina, ácido felúrico y la vitamina C que también tiene efecto antioxidante.

    Receta de coliflor al ajillo

    Ingredientes

    • Coliflor pequeña– 500 g
    • Dientes de ajo – 6 unidades
    • Pimentón dulce – 1 cucharadita
    • Pimienta -  una pizca
    • Vinagre blanco – un chorrito
    • Aceite de oliva virgen extra – 80 ml
    • Sal – al gusto

    Preparación

    1. Corta la coliflor en floretes, lávalos en un recipiente con una gotita de lejía. Deja reposar un  minuto y luego remueve. La coliflor por su forma tan prieta camufla bien pequeños rastros de tierra que luego son desagradables si te los encuentras mientras comes.

    2. El siguiente paso es más sencillo y rápido (unos 5 minutos) si usamos la olla a presión o olla rápida. Introduce la coliflor cubre con agua y programa la olla unos 5 minutos de tiempo. Si prefieres hacerlo en una cazuela es lo mismo pero tardarás unos 20 minutos.

    3. Mientras se va cociendo la coliflor, pelar y laminar los ajos. En una sartén con aceite de oliva sofreír los ajos durante un minuto aproximadamente.  Retira los ajos (pero no los tires) y deja reposar el aceite.

    4. En cuanto se pueda abrir la olla escurrir la coliflor, sazonar con sal y pimienta. Rehogar la coliflor en el mismo aceite de los ajos para que se vaya impregnado del sabor. 
    5. Apagar el fuego y agregar un chorrito de vinagre y pimentón, remover un poco los floretes de coliflor para que cojan color del aceite y el pimentón.

    6. Este plato se puede enriquecer añadiendo un huevo (opcional para los no veganos). Cuando tenemos la coliflor en la sartén se añade el huevo y dejamos que cuaje.

  • Crema fría de pepino y aguacate

     

    Tipo de receta: Entrantes, Cremas, Dieta

    Cocina: Española

    Autora: Rosa Ardá

    Preparación: 

    Cocinado: 

    Tiempo total: 

    Raciones: 4

    ¿Una receta en 5 minutos? Cocina esta crema de pepino fresca, es estupenda para servir en vasos de chupito como entrante o en tacita como primer plato.

    Ingredientes

    • 400 g de pepino sin semillas
    • 1 aguacate maduro (150-200g) solo la carne
    • 240 g de yogur desnatado -2 yogures-
    • El zumo de 1 limón
    • Sal y pimienta la gusto
    • Unas hojas de albahaca o menta o al gusto
    • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra

    Instrucciones

    1. Pon en el vaso el pepino sin pepitas, la carne del aguacate y el resto de ingredientes y tritura 2 minutos en velocidad 5-10. Comprueba el punto de sal. Listo.
    2. *Me encanta para servir como entrante en vasitos altos de chupito. El toque de limón o lima ponlo a tu gusto. Sirve bien fresquita

  • 4 Formas de cortar verduras para hacer ZOODLES o espaguetis vegetales

    Con estos 4 métodos vas a aprender cómo hacer zoodles en un momento. Son geniales para preparar platos muy sanos de cara al buen tiempo.

    ¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de los famosos zoodles? Seguro que todos vosotros ya los habéis visto o incluso probado,  y es que este plato tan de moda se está convirtiendo en todo un acierto si se quiere seguir una dieta sana y equilibrada. Nosotros os mostramos cómo hacer zoodles en su sentido más amplio.

    Es decir, cómo cortar los vegetales para que el resultado sea en forma de fideos, y cómo prepararlos para que queden perfectos.

    Qué son los zoodles

    Por si alguien todavía no sabe de qué hablamos, lo explicamos en un momento. Los zoodles son fideos de vegetales. Viene a ser más bien un trampantojo, porque en apariencia muchas veces los podríamos confundir con pasta real, pero no. Se trata de vegetales cortados en forma de espaguetis, lo que resulta mucho más saludable y, además, sin gluten.

    La palabra zoodles viene de la fusión entre zuchinni (de calabacín en italiano) ynoodles (de fideos en inglés). Pero también escucharéis hablar de este plato como fideos o espaguetis de vegetales. El calabacín es la verdura estrella con la que se elaboran los zoodles, aunque la zanahoria o la remolacha son opciones también muy acertadas.

    Cómo hacer zoodles, técnicas para cortar vegetales en forma de fideos

    1: Pelador normal

    Tallarines de calabacín, cómo hacer zoodles

     

    Con un pelador normal lo que conseguimos es cortar el calabacín u otras verdurasen forma de tallarines, más que en forma de fideos. El método es muy sencillo. Igual que lo utilizamos para pelar un vegetal, una vez que ya le hemos quitado la piel, seguimos ‘pelando’ la verdura, aunque en este caso no estamos pelando sino laminando, cortando el calabacín u otro vegetal en forma de tallarines.

    2: Pelador de verduras en juliana

    El pelador en juliana se diferencia del pelador normal en que no tiene dos láminas de cuchillas lisas, sino que una de sus cuchillas es dentada. Es un método muy apropiado porque los propios dientes de la cuchilla, además de laminar la verdura, lo van separando en finísimas tiras, formando así fideos muy delgados que parecen espaguetis.

    Twinzee PRO - Pelador dual de verduras en juliana con mango antideslizante, color negro y plateado width=

    3: Mandolina

    Si alguien quiere aprender cómo hacer zoodles, la mandolina es uno de los métodos más sencillos y efectivos. Solo tienes que poner la verdura, sobre la mandolina, habiendo colocado previamente la cuchilla adecuada para este tipo de corte. Después, pasas el vegetal tantas veces como sea necesario hasta acabar cortando el calabacín entero en finos espaguetis.

     

    4: Espiralizador de verduras

    espaguetis de calabacín con pesto, cómo hacer zoodles

    Existe un aparato estupendo, y bastante barato (los hay desde 10-12 euros) que te facilita mucho la tarea a la hora de elaborar los zoodles. Simplemente tienes que cortar la verdura en cuestión de forma que uno de los extremos quede plano, y fijar esta parte en el mecanismo. (Podéis mirar la foto para haceros mejor a la idea).

    Una vez que la verdura esté colocada, con una mano tienes que girar la manivela de forma manual, de manera que la verdura da vueltas, y con la otra mano vas empujando suavemente hacia delante, con lo que van saliendo los fideos perfectos. Para mí, es la forma más sencilla, rápida y eficaz si me preguntan cómo hacer zoodles.

    Aunque en realidad, como podréis comprobar, aparatos hay muchos. Más grandes, más pequeños, más compactos o más completos, todos los que os mostramos cumplen perfectamente la función de cortar vegetales en forma de espiral. 

    Cómo cocinar los zoodles

    Una vez que sabemos cómo hacer zoodles y que ya los tenemos hechos, procedemos a preparar un plato o receta con ellos. Puedes cocinarlos, o no, sirviéndolos en crudo. Vemos qué opciones tenemos.

    Salteados en la sartén

    Tallarines de calabacín, cómo hacer zoodles

    Una opción es saltear las verduras en forma de fideos un par de minutos en la sartén. Eso sí, no les eches sal o soltarán muchos agua, especialmente el calabacín, y la textura no quedará perfecta para consumirlos como si fueran espaguetis. Si quieres echarles sal, que sea después de saltearlos.

    Al vapor

    Si quieres reblandecerlos un poco, la mejor opción es cocinarlos al vapor durante un minuto, máximo dos. En este caso quizás la remolacha o las zanahoria lo requieran, y no tanto los calabacines, que tienen ya una textura bastante blandita de por sí.

    Crudos

    espaguetis de calabacín con pesto, cómo hacer zoodles

    Sin embargo, a mí me encantan los zoodles crudos. Sin saltear ni hacer al vapor, simplemente en crudo, con una buena salsa, son perfectos y sanísimos para consumir.

    ¿Has probado ya alguno de estos métodos? ¿Cuál es tu preferido? ¡Estamos deseando leer vuestras experiencias!

  • ¿Conoces todas las posibilidades que tiene el apio?

    Seguro que si has ido a un restaurante vegetariano en los últimos meses te habrán ofrecido una tempuracon apio o, si has pedido una ración de humus, estos tallos verdes estarían también entre la variedad de crudités con los que dippear en esta salsa que nos encanta. Y es que, ¿quién dijo que el apio debía limitarse a los caldos y purés? Sus posibilidades y beneficios son muchos así que, ¿por qué no comenzar a incluirlo como un habitual de tu dieta?

    ¿Sabes cómo limpiarlo? Se recomienda pelar cada una de las ramas para retirar las partes demasiado fibrosas y evitar hilos desagradables en la boca. Se cortan dependiendo de la receta que se vaya a elaborar.

    Modos de cocinarlo. El tallo y el pie se comen crudos en ensaladas de apio rallado con salsa de mayonesa con ajo y mostaza. Asimismo, se puede añadir en otras ensaladas pero con cuidado, ya que su sabor picante y ligeramente amargo y puede destacar en exceso sobre el resto de los ingredientes.

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    Si te decides por consumirlo en crudo, también puedes incorporarlo, como hemos dicho, a una tabla de crudités vegetales con los que dippear en hummus, salsa de yogur o guacamole.

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    Lo puedes incorporar como acompañamiento cortado en juliana sobre algunos de tus purés favoritos. Encaja a la perfección con la crema de zanahorias y la de calabacín. Nosotras también lo hemos probado como acompañante de la boloñesa que preparamos para nuestros zoodles (espaguetis vegetales) ¡Es una delicia!

    Su olor es penetrante, amargo y ácido a la vez, con una sensación de frescura anisada y, por ello, resulta ideal para sopas, potajes, fondos de carne, cocidos, etc. Se trata, en definitiva, de un sabor intenso que no convence a todo el mundo. Por eso, te proponemos que lo cocines, ya que conseguirás un sabor mucho más suave. También puedes utilizar las hojas como hierba aromática para acompañar algún plato.

    ¡Ah! Y que no se te olvide incorporarlo a alguno de tus zumos o smoothies detox, ya que tiene muchos beneficios y combina a la perfección con las espinacas o la manzana, entre otros frutos

     

    Nuestras apuestas seguras son:

    Como guarnición de carnes, aves, caza, pato, pescado
    Como puré mezclado con patatas con una pizca de nuez moscada
    Como crema con cáscara de naranja
    ​Asado en el horno y aliñado con salsa de soja
    En ensalada con una vinagreta de naranja
    Confitado con un poco de miel
    En caldo de carnes cocidas
    Salteado en un wok con tallarines

    ¿Te convence a ti también este vegetal?

  • Verduras sobre cremoso de calabaza

     

    La Verdad

    Crujiente de verano

    Verduras sobre cremoso de calabaza

    Verduras sobre cremoso de calabaza

     

     

    PACHI LARROSA

    Viernes, 3 agosto 2018, 23:06

      

    La calabaza es una hortaliza originaria de Asia Meridional, que al principio, se cultivaba para el aprovechamiento de sus semillas más que para ser consumida como hortaliza, entre otras razones porque aquellas calabazas no tenían el sabor dulce de las variedades actuales. Pero no fue hasta el siglo XV cuando los españoles la introdujeron en Europa, donde se propagó en mayor medida por los países de clima más cálido. Y así, rodando rodando, acabó en Totana. Más o menos. Bueno, vamos al lío.

     

    Ingredientes

    250 gr de judías verdes.
    1 calabacín.
    zanahorias.
    pencas (de acelga morada).
    1 manojo de trigueros.
    Aceite de oliva.
    Sal.
    Pimienta negra.
    Nuez moscada.
     
    Para la crema de calabaza
    :
    200 gr de calabaza.
    puerro.
    zanahorias.
    dientes de ajo.
    guindilla roja o un chile.
    Caldo de ave o de verduras.

    Empecemos por la crema. Pelamos la calabaza y las zanahorias y las cortamos en trozos, picamos el puerro entero, una vez bien limpio, así como la guindilla y los ajos. Lo ponemos todo a pochar a fuego fuerte en una cazuela con un chorro de aceite. Cuando empiecen a dorarse las verduras y a pegarse el fondo, cubrimos del caldo, salpimentamos, añadimos un poco de nuez moscada rallada y dejamos cocer 25 minutos.

    Quitamos las hebras a las judías y a las pencas y pelamos las zanahorias. Las cortamos en bastoncitos y las cocemos cada una en su agua, con un poco de sal y dejándolas al dente. Colamos y reservamos. Salteamos las judías en una sartén con unos taquitos de jamón.

    Aparte, pasamos también por la sartén los trigueros y el calabacín cortado en bastoncitos. Todo a fuego medio-fuerte. Trituramos bien para hacer la crema de calabaza algo espesa y la emulsionamos con un poco de aceite. Ponemos un poco de crema en la base de los platos y encima ponemos las verduras. Un hilito de aceite y listo.

  • Salmorejo de remolacha y pistachos.

    Salmorejo de remolacha

    El “Salmorejo de remolacha y pistachos” es una versión más de las tantas que circulan, a mí personalmente me gusta mucho y del color no os voy a decir nada porque ya véis lo precioso que queda.

    Las sopas frías son ideales en primavera y verano, tanto nos sirven para un entrante como para una cena ligera. Resultan además muy rápidas de hacer y permiten hacer bastante cantidad para tener un primer plato hecho durante 2 o 3 días.

    Casi no tiene ni receta de lo fácil que es, pero os voy a contar como la hago yo.

    4 personas

    Frabisa: Frabisa

    Cocina: Mediterránea

    Ingredientes

    • 400 g de remolacha cocida
    • 1 cucharadita de ajo asado (receta aquí) o un diente de ajo
    • 60 g de miga de pan remojada en agua
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Vinagre de Jerez
    • Sal
    • Pimienta negra de molinillo
    • Para decorar
    • 100 g de queso fresco, queso feta, queso de cabra o requesón
    • 40 g de pistachos picaditos
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Albahaca.

    Instrucciones

    1. Pon todos los ingredientes de esta sopa fría en el vaso de tu batidora y tritura.
    2. Guarda en el frigorífico hasta el momento de servir y asegúrate que está bien fresca.
    3. Decora con los ingredientes detallados "para decorar" según ves o a tu gusto.

  • Limonada de pepino

    Esta limonada de pepino es la forma más original de refrescarte este verano

    Ya sabéis que soy un fanático del pepino y que me encanta utilizarlo en mil y un recetas, pero hoy he descubierto una forma ideal para incorporarlo a la lista de bebidas refrescantes. Esta limonada de pepino es la forma más original de refrescarte este verano y además es riquísima.

    Si ayer os enseñaba la receta de limonada turca con un ligero toque amargo al incorporar la cáscara del limón en su elaboración, hoy he recuperado esta receta de limonada con pepino que además me trae el recuerdo de mi abuela, que en los días de calor, cortaba los extremos del pepino y me los apoyaba en la frente, donde quedaban pegados refrescando un montón.

    Ingredientes

    Para 4 personas

    • Limón: 6
    • Pepino: 1
    • Azúcar: 200 gr
    • Agua: 1 L

    Cómo hacer limonada de pepino

    Dificultad: Fácil

    • Tiempo total: 15 m
    • Elaboración: 10 m
    • Cocción: 5 m
    • Reposo: 20 m

    Para hacer esta limonada de pepino, comenzamos exprimiendo los limones y reservando el jugo. Por otro lado, con la mandolina, cortamos unas rodajas de pepino muy finas que usaremos para decorar los vasos cuando sirvamos nuestra bebida.

    Para endulzar nuestro brebaje, preparamos un almíbar disolviendo el azúcar en un vaso de agua y llevándolo a ebullición, mientras removemos bien, durante cinco minutos. Así obtenemos un producto azucarado en el que los granos de azúcar no se precipitarán en el fondo de la jarra. Dejamos enfriar el almíbar.

    Con un rallador, rallamos el resto del pepino, colocándolos después en un colador fino donde los apretamos para obtener su zumo. Si tenéis una licuadora, también podéis exprimir así el pepino y después colarlo bien, sobre todo si vais a hacer más cantidad.

    En una jarra, mezclamos el zumo de los limones, el del pepino y el almíbar, completando con agua hasta llegar a un litro y medio aproximadamente. Añadimos hielo y servimos en jarras individuales decoradas con dos o tres rodajitas de pepino.

    Con qué acompañar la limonada de pepino

    Esta bebida refrescante, la limonada de pepino resulta perfecta para acompañar un aperitivo al que le vayan bien los toques cítricos. Puedes ofrecerla como bebida con unos gambones en salsa de ostras o sacarla en reuniones en torno a las brasas o barbacoas antes de que salgan los primeros platos. Por otra parte, no os imagináis lo rico que queda un Gin-Lemon usando esta limonada con toque de pepino. ¡¡Ahí lo dejo!!

  • La ensaladilla rusa

    Ensaladilla rusa: seis errores que te la pueden arruinar. 

    Toma nota si quieres una ensaladilla perfecta. La mayonesa es una de las claves

    AMP

    Es una tapa de las más clásicas, pero también un plato o acompañamiento muy recurrente en verano: una buenaensaladilla rusa, un plato frío cuyos ingredientes principales son tan sencillos como la patata, el huevo y la mayonesa.

    Pero no siempre nos queda bien. Unaensaladilla aguada o con poco sabor puede estropear una comida de verano. Hemos consultado los secretos de algunos establecimientos míticos que sirven ensaladilla para saber qué errores debes evitar.

     

    1. Usar una mala patata

    Patatas
    Patatas (ROGER LLEIXA / Roger Lleixà)
     

    La calidad de la patata es primordial para que la ensaladilla rusa quede buena, es su ingrediente base. Pero como en tantos temas, para gustos, colores. “La mejor es la monalisa. Con ella no te equivocas y seguro que la puedes encontrar en todas partes”, dice Carles Abellán, alma, entre otros, del Tapas 24 barcelonés.

    “Nosotros siempre usamos la patata lo más nueva posible y que no esté tocada”, apunta Juanjo López, cocinero y propietario de La Tasquita de Enfrente, un clásico madrileño. En el Uvedoble de Málaga, ganador del Campeonato de Málaga de ensaladilla rusa, el propietario y jefe de cocina Willie Orellana asegura que la mejor es “la ágata, una patata que cremosa y dulzona que da una textura agradable al conjunto y que no absorbe demasiada mayonesa”.

    2. Que quede aguada

    Para evitar que la ensaladilla quede aguada hay algunos trucos. El primero de ellos es cocer la patata (y zanahoria, si se le pone) con piel, pelarla cuando está todavía tibia, y a continuación cortarla en trocitos pequeños. De esta manera, la hortaliza no coge agua. Así lo hacen en muchos establecimientos.

    En otros, como La Tasquita madrileña, prefieren cocer las patatas una vez cortadas, pero apuntan que es muy importante el escurrido. “Lo cocemos cortado porque así el tiempo de cocción de los ingredientes (patata y zanahoria), es similar. Luego hay que escurrirlo todo bien, antes de añadir el resto de elementos”.

    3. Una mayonesa mala o aburrida. 

    Para conseguir una buena ensaladilla, debes hacer la mayonesa en casa. Es tan sencillo como poner un huevo (si es ecológico o del número 1, mejor) en el vaso de la minipimer, añadir aceite de oliva virgen, sal y vinagre o limón, poner la batidora en el fondo de todo, y batir a la máxima potencia, en un inicio sin mover el brazo batidor, luego levantándolo poco a poco. Pero si le das un toque de sabor, mejor que mejor.

    En el Uvedoble malagueño hacen un fondo concentrado con cabezas de gambas que incorporan a la salsa, dándole potencia. En el Tapas 24, en cambio, consiguen ese añadido de fuerza añadiendo a la mayonesa una pequeñísima parte de ajo, el aceite del atún y un par de cucharadas de agua de las aceitunas. Son trucos que pueden mejorar mucho tu ensaladilla.

    3. Añadir la mayonesa en frío

    A menudo añadimos la mayonesa en frío, pero es un error: la salsa queda poco integrada en el plato. Para evitarlo hay un truco que usan muchos cocineros, que es agregar la mayonesa a las hortalizas cuando todavía están templadas. “Es muy importante porque así se introduce de forma más amorosa en la patata y en el plato, la mezcla no queda tan bien si se hace en frío”, dice Abellán. Lo mismo apunta Juanjo López desde Madrid.

    4. Hacerla de un día para otro..

    En esto coinciden todos los expertos: hay que hacer la ensaladilla el mismo día que se va a consumir. Además de no jugárnosla con la salsa mayonesa –que en verano puede causar alguna que otra intoxicación por el huevo crudo que lleva-, los sabores serán mejores. Hay que descartar cualquier ensaladilla expuesta desde el día anterior en un bar, o en las que veamos partes verdosas u oscuras en la yema de huevo.

    5. ... o comerla demasiado fría

    Además, desde La Tasquita de enfrenten recomiendan comerla sin enfriar, pero preparada al momento: “Cuando la patata ya ha bajado de temperatura después de la cocción, se aliña, se mezclan los ingredientes y ya está”. ¿Por qué sin frío? “El frío camufla sabores y genera toques metálicos”, dicen.

    Aquí podemos apuntar que hay que ser cautelosos con la temperatura, para no exponernos a una intoxicación. Podemos añadir la mayonesa con los ingredientes tibios, pero si no la vamos a comer de inmediato, la refrigeraremos y la sacaremos de la nevera con tiempo para que pierda un poco de frío.

    6. Hacerla siempre igual

    No explorar sus miles de versiones es un error. ¿Patata, huevo, atún y mayonesa? Pues esa sería la base, pero le puedes dar muchos matices a tu ensaladilla, poniendo un poco de imaginación. Desde los clásicospepinillos, aceitunas o anchoas hasta los más arriesgados langostinos, salpicón de carabinero, mojama o huevas de trucha, opciones que figuran entre la treintena de propuestas de La Tasquita de Enfrente. Una buena lasca de ventresca coronando una ración de ensaladilla siempre se agradecerá.

  • Sopa de pepino

    Sopa de pepino

    Se puede tomar como aperitivo, primer plato o durante el día

    AMP
    Receta de Sopa de pepino

    Ahora que es temporada de pepinos os proponemos esta receta de absoluto verano. Una sopa refrescante para sobrellevar el calor, gracias a la gran cantidad de agua que su ingrediente principal nos aporta. Una receta versátil que se puede tomar como aperitivo, primer plato o incluso para hidratarnos durante el día.

    Ingredientes

    >2 pepinos.

    >1 zanahoria.

    >2 ramilletes de canónigos.

    >1 vaso de agua.

    >Vinagre de manzana.

    >Sal.

    >Aceite.

    >Pimienta.

    Paso a paso

    1.Cortar pepinos por la mitad, salar un poco y dejar reposar 20 minutos para que pierdan el amargor. Lavarlos.

    2.Colocarlos en un vaso batidor con un chorro de aceite de oliva, un vaso de agua, un poco de vinagre, sal y pimienta.

    3.Triturarlo todo hasta que quede una sopa fina. Pasar la sopa por un colador.

    4.Servir la sopa con un poco de zanahoria rallada, unas hojas de canónigo y un chorrito de aceite de oliva.

  • Cómo congelar verduras correctamente

    Verduras congeladas

    Has de tener mucho cuidado porque la mayoría de ellas NO pueden congelarse directamente, y tendremos que escaldarlas, hervirlas o guisarlas antes de ser congeladas.

    VERDURAS APTAS PARA SU CONGELACIÓN

     

    • Acelgas y espinacas: Tienes dos opciones, coge las verduras crudas, escáldalas durante dos minutos o cuécelas. En ambos casos después congélalas. (max. 1 año).
    • Berenjenas: Las cortamos por la mitad, posteriormente las escaldamos dos minutos, secamos y guardamos. También puedes congelarlas una vez cocidas. (max. 1 año).
    • Brócoli: Puedes congelarlo crudo, deberás escaldarlo durante 3 minutos. Si lo congelas cocido podrás guardarlo sólo o incluso con salsas (max. 1 año).
    • Coliflor: Se puede guardar en crudo, directamente en cogollos (max .6 meses).
    • Perejil: Lávalo, quita los tronquitos y mételos en bolsas. (max. 6 meses).
    • Cebolla: Pícala y embólsala. También podrás guardarla rehogada o en salsa. (max. 6 meses).
    • Para el resto de verduras, tendrás que cocerlas entre dos y cinco minutos, a continuación mételas en agua helada y escúrrelas muy bien.
    • Sí quieres hacer un rico puré, que lleve por ejemplo zanahoriasjudías, patatas, apio, calabacín, etc, tendrás que cocinarlo previamente y una vez frío, guárdalo en un tupper y ya podrás congelarlo.

    RECOMENDACIONES

    • Guárdarlas en un recipiente apto o simplemente mételas en una bolsa de congelar.
    • Te sugiero que pongas en el envasado la fecha de la congelación.
    • NUNCA debes congelar verduras con un alto contenido en agua como el apiopepinopatatas y lechuga porque al someterlas a muy bajas temperaturas hace que se agrieten y pierdan su textura, convirtiéndose en hielo en tu congelador.
    • Tu congelador se convertirá en un gran aliado en tu vida diaria. Te permitirá organizar las comidas semanalmente y tendrás siempre algo listo para ser descongelado y servido en minutos.

    Ya has aprendido a congelar verduras en casa sin perder sus propiedades, ahora sólo te queda disfrutar de tu tiempo.

  • Crema de Calendula (remedio natural para la piel)

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    La caléndula es una planta que cultivamos en nuestro huerto, también los petalos de sus flores son comestibles, y también tiene propiedades terapéuticas para tratar trastornos digestivos, gastritis y malas digestiones.

    Pero la caléndula sobre todo es conocida y empleada por sus cualidades protectoras cutáneas, antiinflamatorias, antisépticas y cicatrizantes, lo que la hace muy apropiada para tratar trastornos de la piel.

    Para hacer crema de caléndula en casa el procedimiento es bastante sencillo.Esta es la receta.

    CREMA DE CALENDULA

    Ingredientes:

    Aceite de oliva ó de almendras

    Caléndula  seca  

    Cera virgen de abeja

    crema de calendula

    Cantidades: 

    Respecto a las cantidades, una cosa importante, para una cantidad de 750 gr. de aceite hay que utilizar 50 gr. de cera.    En función de esta proporción podeis adaptarla a la cantidad que vosotros hagais.

    Respecto a la cantidad de caléndula, la proporción habitual es de : 1/3 del volumen de plantas y 2/3 de aceite.

    Con estas cantidades la receta sale perfecta de textura.

    Procedimiento:

    Paso 1:   Poner a macerar en aceite las flores de caléndula, pueden ser secas ó frescas.   Dejarlas macerar al sol durante 40 días y 40 noches.

    ¿Como lo podeis hacer?   Llenando un bote hasta un tercio con flores secas, y luego rellenando con aceite de oliva.

    crema de calendula

    Paso 2:   A los 40 días hay que colar el aceite.   Se puede utilizar un colador ó también utilizar una gasa que colocamos en la boca del recipiente.

    ¿Como lo podéis hacer? :  Lo colais en un recipiente sobre una balanza, porque tenemos que saber la cantidad de aceite que tenemos, para poder calcular la cantidad de cera de abeja que necesitaremos para hacer la mezcla.  

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    Y escurrimos bien el aceite que queda entre las flores de la caléndula.   No hay que desperdiciar nada.

    Paso 3:   Poner el aceite en un recipiente para calentarlo al baño maria.   Es muy importante que el aceite no se caliente en exceso.

    crema de calendula

    Paso 4:   Una vez que el aceite está caliente, le añadimos la cera virgen de abeja, y removemos.

    Paso 5:    Cuando la cera está disuelta volcamos rápidamente sobre los tarros que vayamos a utilizar.   Este paso hay que hacerlo rápido porque la crema se empieza a endurecer enseguida.

    crema de calendula
     

    Paso 6:   Dejar enfriar.  Y al cabo de un rato ya teneis vuestra crema lista para utilizar.

    crema de calendula

    Rápido y sencillo, ¿ a que si?

    Una última recomendación, todos los botes que vayais a utilizar tanto para hacer el oleomacerado como para poner la crema, acordaros de esterilizarlos antes de utilizarlos.  Es importante para evitar el desarrollo de bacterias.

  • Pote de Nabos

    Receta del auténtico pote de nabos de la Cofradía de Amigos de los Nabos

     

    pote de nabos

    El auténtico pote de nabos preparado al estilo tradicional de Morcín.

     

    • Tiempo estimado: 45 minutos

    Ingredientes:

    • 4 kilos de nabos
    • 1 morro de cerdo
    • 2 orejas de cerdo
    • 1 rabo de cerdo
    • 1 trozo de cabeza de cerdo
    • 4 morcillas
    • 4 chorizos

    Normalmente la carne del cerdo suele estar salada (ya que la época de los nabos coincide con la matanza del cerdo) y por tanto para cocinarlos se pone a remojo 24 horas antes de cocinarlo, cambiándose el agua 2 o 3 o en su defecto darles antes un escaldado de media hora o algo más y tirarle el agua del escaldado. Se pelan los nabos bastante gordos para que queden correosos o con estilla y se cortan en gajos gordos (ya que al cocerlos sueltan mucha agua y menguan mucho). Se pone en una tartera, en el fondo de ella una capa buena de nabos, encima se pone otra capa de compango o carne de cerdo, luego otra capa de nabos y encima otra capa del compango restante, se le añade agua (no mucha pues los nabos ya sueltan bastante agua al cocerlos) y se dejan cocer a fuego medio durante 2 horas aproximandamente, y se dejan reposar para que cuajen y se empapen del caldo del compango (La cocción se suele hacer el día antes de comerlo). El día después se separan el compango de los nabos y se trocea para servirlo teniendo mucho cuidado no deshacer los nabos al hacer esta operación. Los nabos se sirven en una sopera o bol y el compango en en larguero todo ello bien caliente.

  • Fresas bañadas de chocolate

    Sencilla, deliciosa y muy muy dulce. Lava las fresas y rebózalas en chocolate fundido. Un postre muy chocolateado

  • Copa de yogur con fresas

    Hará la delicia de los peques y es un postre de lo más fresco. Solamente necesitarás: un yogur natural, un poco de mermelada de fresa, y unas fresas para decorar.
    Prepara una copa y pon en la base el yogur natural, encima de éste, una pequeña capa de mermelada de fresas y sobre ella, decora con unas fresas. ¡Fácil y riquísimo!

  • Milhojas de fresas

    Ingredientes

    • 1 masa de hojaldre
    • 250 ml de nata líquida para montar
    • 100 gr de queso crema
    • Fresas
    • Azúcar glass

    Si estás pensando en un postre sencillo y que puedes preparar facilmente en menos de 40 minutos, sin duda te recomendamos las milhojas. Para que nos sea más fácil prepararlo, compraremos cualquier masa de hojaldre para hacerla. Seguro que encanta a vuestros invitados.

    Preparación

    Estira la lámina de hojaldre hasta que quede bien fina, y córtala en tres partes de igual tamaño. Pincha con un tenedor la superficie de las tres láminas de hojaldre, y ponlas en el horno a 200 grados hasta que se doren bien por ambos lados. Déjalas enfriar y reserva.

    En un bol prepararemos nuestra nata montada. Esta nata tendrá un toque especial, será más espesa gracias a la crema de queso. Para ello pondremos en un recipiente los 250 ml de nata líquida y los 100 gr de queso crema. Batimos todo hasta que se vaya montando la nata a punto de nieve, y vamos añadiendo azúcar hasta que nos quede dulce.

    Una vez tenemos la nata montada, la dejamos reservada. Partimos nuestros trozos de milhojas en cuadrados iguales, y sobre cada uno de los cuadrados, con la ayuda de una manga pastelera, (si no tenemos no pasa nada, podemos hacerlo con una cuchara), iremos poniendo un montoncito de nata, y sobre él, trozos de fresas cortados en láminas. Una vez hecha la composición, le ponemos la otra tapa de hojaldre.

    Para decorar, utilizamos azúcar glass, que le dará ese toque dulce al hojaldre y decoramos por encima unas láminas de fresas.

    ¡Listas para disfrutarlas!

  • Smoothie de fresas y yogur griego

    Un sencillo postre nutritivo y super dulce que hará la delicia de peques y mayores. Necesitarás: 4 cucharadas de leche, 2 yogures griegos azucarados, 8 fresas y unas frutas del bosque para decorar.¡Disfruta de tu smoothie!

  • Zumo de fresas y zanahoria

    Una bebida de lo más refrescante y dulce, que además está llena de vitaminas y antioxidantes. Licúa 2 zanahorias y 6 fresas con un poco de hielo picado, y tendrás un zumo riquísimo. Si lo prefieres puedes añadirle un poco de azúcar moreno, aunque sin ella también está delicioso. Decora con unas hojitas de menta.

  • Encurtidos en vinagre

     

    ENCURTIDOS. TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA CONSERVA EN VINAGRE

    LÚA MONASTERIO

     

     Lo que nació hace miles de años como una técnica para alargar la vida útil de los alimentos, hoy se ha convertido en un aliado de primer orden para los artífices de la cocina contemporánea.

    Los encurtidos no sólo aportan matices a un plato distintos a los del producto original. También son fuente de inspiración para que cada cocinero, vinagre en mano, dé rienda suelta a su imaginación y a su pericia.

    Las cebollitas son unos de los encurtidos más célebres. 

    Un alimento, previamente fermentado o no -o previamente marinado en una salmuera o no- que se introduce en una solución con vinagre. En algunas ocasiones, junto a hierbas aromáticas y/o especias. Hace miles de años, y ante la evidente falta de tecnología, nació desde el ingenio para poder alargar la vida útil de los alimentos fuera de temporada o en épocas de escasez. Hace décadas, trascendió como aperitivo y como una de las grandes familias de conservas. Sólo hay muy pocos años, se tornó en un aliado de primer orden para los artífice de la cocina contemporánea. Hablamos de los encurtidos.

    Bien como ingrediente, bien como técnica, el encurtido tiene mucho que decir al que cocina con pasión1 con la única intención de hacer felices a sus comensales. Apicius.es expone las nociones indispensables sobre esta elaboración a continuación.

    Definición

    El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua ofrece una definición escueta de ‘encurtir’: “Hacer que ciertos frutos o legumbres tomen el sabor del vinagre y se conserven mucho tiempo teniéndolos en este líquido”. Y, con todo, aporta dos elementos fundamentales en la técnica. Uno de ellos es el vinagre. Éste no sólo aporta sabor, y aquí es donde llega el otro factor clave: el de la conservación. Así, y tal y como puede leerse más arriba, lo que nació hace miles de años como una técnica para conservar alimentos, hoy se ha transformado en un gran aliado para los que buscan platos memorables.

    Otros expertos hablan en sus definiciones de procesos clave en el ámbito del encurtido, como el de la curación en vinagre del alimento en cuestión o la posible fermentación a la que éste puede ser sometido antes de su conserva. Y añaden los productos que, tradicionalmente, se suelen encurtir en las gastronomías occidentales. Como norma general, entre ellos se encuentran las hortalizas, las legumbres y los frutos. Añaden que al vinagre, además, se le suelen añadir hierbas aromáticas, que sueñen variar en función de la región de la que provenga el encurtido.

    Apuntes históricos

    La de encurtir es una de las técnicas de cocina más antiguas de cuantas se han documentado. Los expertos sitúan su origen unos 1.000 años antes que el de la escritura. Por tanto, y según la concepción general historiográfica actual, estamos hablando de una elaboración prehistórica.

    Así, se cree, por ejemplo, que empezaron a prepararse de este modo en la antigua Mesopotamia hace más de 4.000 años, y que los comerciantes las habrían llevado a China en el siglo II a.C. Siglos antes, en torno al 350 a.C., Aristóteles ya había ensalzado las bondades de los pepinillos. Y Julio César se encargaba de que sus soldados los consumiesen con cierta asiduidad, ya que les atribuía una gran capacidad para mejorar las condiciones físicas y espirituales del que los comiese.

    En España, los encurtidos atesoran una bella tradición histórica. Amén de las aceitunas, que empezaron a curarse y aliñarse para alargar su consumo tras toda la recolección otoñal, llaman la atención las berenjenas. Estas tuvieron una especial importancia en la cocina andalusí, ya que se cree que fueron los árabes procedentes de Siria los que introdujeron no sólo el producto, sino el método de conservación que pervive en la actualidad con las célebres berenjenas de Almagro (Ciudad Real). Pasados los siglos, y además de como tapa en los bares, los encurtidos se han dispensado tradicionalmente en puestos de mercados y en tiendas de ultramarinos como las de la imagen.

     

    Encurtidos en la tradición. Algunos productos protagonistas

    Tal y como se explica más abajo, en la actualidad son muchos los productos que, encurtidos de forma casera, se emplean en una multitud de platos de la cocina contemporánea. Con todo, hay algunos que forman parte de la tradición y que se encuentran dentro de lo que podría llamarse ‘encurtidos clásicos’. A continuación, se exponen algunos de ellos:

    Cebollitas

    Además de en España, son muy típicas de Reino Unido, donde se las conoce como ‘pickled onions’. Se elaboran con variedades de cebollas de pequeño tamaño, que se destinan ex profeso para someterlas a un proceso de encurtido. Además de como aperitivo, pueden emplearse como ingrediente en algunos estofados y formar parte de algunos sándwiches. Además, cabe destacar que en Reino Unido puede servir de guarnición al ‘fish and chips’.

    Pepinillos

    Ya sea como guarnición o como aperitivo, los expertos sitúan al pepinillo como uno de los encurtidos más antiguos y más populares en el mundo. Se emplea en varias cocinas asiáticas, de Oriente Medio y a lo largo y ancho de toda Europa. Es fácil, por tanto, pensar que sus aplicaciones son múltiples y variadas: se aplica en hamburguesas y sándwiches, en ensaladas y en la salsa tártara, por citar sólo unos pocos ejemplos.

    Guindillas

    Guindillas, piparras (en el País Vasco), chiles (en México) -normalmente Serranos y Jalapeños-, ajíes (en Perú)… Todos son productos de la misma familia. Y todos atesoran una tradición centenaria como encurtidos.

    Coliflor

    La coliflor encurtida es muy típica de la cocina rumana. En ciertos países de Oriente Medio, de igual manera, forma parte de una mezcla de encurtidos -junto con nabo remolacha y pepino, entre otros- que se toma como guarnición para varios platos. En Italia, se usa la coliflor encurtida para preparar ‘giardiniera’, que también incluye cebolla, zanahoria y apio con la misma elaboración.

    Zanahorias

    Además de emplearse en varias cocinas europeas, llama la atención su uso en países como Indonesia y Filipinas. En este último país, destaca el ‘atsara’, que también incluye papaya, ajo y pasas; y que se adereza con azúcar y diversas pimientas.

    Aceitunas

    Junto a la gastronomía española, es de vital importancia en las cocinas griega y de varios países de Oriente Medio. Podría decirse que es el encurtido por antonomasia… Amén del aceite, no hay ninguna otra elaboración en la que se empleen crudas.

    Alcaparras y alcaparrones

    Junto con las aceitunas, las alcaparras y los alcaparrones se suelen emplear -y servir- encurtidos en lugar de frescos. Además de en España, son muy utilizados en la cocina piamontesa -en Italia- y en países como Argentina.

    Curiosidades

    • En la Antigua Roma, los pepinillos encurtidos gozaban de un gran aprecio gastronómico. Los romanos, de hecho, desarrollaron varias técnicas para encurtirlos.
    • Por norma general, y en la cocina tradicional, los productos que suelen encurtirse son vegetales. Una de las excepciones está en la cocina escandinava. En ella, son típicos los arenques encurtidos. De igual forma, en Reino Unido son famosos los ‘pickled eggs’, o huevos encurtidos.
    • Además de las hortalizas, también hay cítricos que son sometidos a este proceso. Por ejemplo, en la cocina marroquí está muy extendido el uso de limones encurtidos. Y, en las algunas asiáticas, el protagonista principal es el kumquat.

    Empleo de encurtidos en la cocina contemporánea. Algunos ejemplos gráficos

    Tal y como se explica a lo largo de este artículo, la del encurtido nació como una técnica destinada a conservar ciertos alimentos. Con el devenir de los años, ha trascendido como un aliado de primer orden para algunos de los cocineros punteros en este país. Así, muchos de ellos no sólo los aplica desde hace tiempo, sino que los emplea como una parte fundamental de la propuesta desde el mismo momento de su concepción.

     

  • Elaborar Encurtidos con Arzak

    Encurtidos

    Vamos a hacer unos encurtidos también conocidos como pickles, que podemos tomar como aperitivo o como guarnición.

    En el supermercado podemos encontrar una buena variedad (ajos, pepinillos, cebolletas), pero también podemos hacerlos en casa.

    Hay esencialmente 2 maneras de hacerlos. La primera, añadiendo vinagre al vegetal (encurtidos no fermentados). Y la segunda, añadiendo al vegetal una mezcla de agua y sal (encurtidos fermentados) o salmuera, que es como los vamos a preparar hoy.

    Y esto es todo lo necesario para enseñaros a hacerlos:

    • 1 litro de agua
    • 2 cucharadas de sal marina
    • 1 bote de cristal
    • Unos vegetales: pimiento (rojo y verde), zanahoria, nabo (cortados en bastones del mismo tamaño) y unos rabanitos
    • Una hoja de laurel 
    • Unos granos de pimienta

    Para hacer la salmuera,mezclamos 1 litro de agua con 2 cucharadas de sal hasta que se diluya bien. Colocamos los vegetales en el bote, cubrimos con la salmuera y lo cerramos.

    Y la pregunta más obvia es: ¿Cuándo están listos para consumir? 

    Hay que dejarlos fermentando por lo menos durante una semana en un lugar oscuro. Cuanto más tiempo los dejemos, el sabor se hará más fuerte. 

    Una vez abierto el bote, conviene guardarlo en el frigorífico.

    Como conclusión podemos afirmar que son fáciles de preparar, son nutritivos y muy fáciles de conservar.

    Nutrición:

    Tienen además efecto desintoxicante y alto valor nutritivo (los fermentos contienen folatos y abundante vitamina C). 

    Además, son muy buenos para mejorar la digestión. Tomar estos encurtidos alrededor del plato principal en cada comida favorece la digestión, ayuda a evitar los gases (siempre que la masticación sea correcta) y a favorecer el buen funcionamiento de la vesícula biliar para la digestión de las grasas, pues estimulan la secreción de bilis. 

    También es muy beneficioso en caso de afecciones del hígado.

    Ver vídeo:

  • Borraja con ajo y jamón

    Receta de Borraja al vapor con refrito de ajo y jamón

    • Ingredientes (4 p.):
    • 2 kg. de borrajas
    • 1/2 kg. de patatas
    • 200 gr. de jamón
    • 3 dientes de ajo
    • 1 cucharada de harina
    • 2 huevos cocidos
    • agua
    • aceite virgen extra
    • 1 cucharadita de pimentón
    • sal
    Elaboración:

    Limpia (quita los hilos del tallo con el cuchillo o con el estropajo) y corta las borrajas en trozos. Mantenlas a remojo en un bol con agua. Mientras, pon a cocer en un cazo con agua, los huevos durante 8-10 minutos.

    Pela las patatas y trocéalas. Ponlas en el fondo de la olla rápida con un poco de agua y coloca las borrajas en el cestito para cocer al vapor. Cuece las verduras durante 4 minutos.

    En una cazuela baja, con un poco de aceite, fríe los ajos fileteados. Añade el jamón troceado y un poco de harina. Rehoga y agrega el caldo de las borrajas (que no quede muy espeso).

    Incorpora a esta salsa la borraja y las patatas cocidas y cocínalas a fuego lento unos 2 minutos. (si espesa mucho puedes agregar mas caldo). Añade los huevos cocidos cortados en cuatro trozos, espolvorea con pimentón y sirve.

    Consejo:

    Generalmente el consumo de ajo genera problemas de digestión y mal aliento. Estos problemas se pueden solucionar en parte, retirando el tallo central. Y recordar que el "perejil" es una aliado para quitar o la menos "rebajar" el "olor a ajo".

  • Verduras en microondas

    Cómo cocinar verduras en el microondas
    Al dente. MÒNICA ESCUDERO

    TÉCNICAS

    CÓMO COCINAR VERDURAS EN EL MICROONDAS

    El electrodoméstico más infrautilizado de la cocina casera es perfecto para cocinar verduras al vapor en cuestión de minutos, y también sirve para hacer sofritos o patatas para una tortilla rápida.

    Aunque en este país todavía arrastra el sambenito de que es peligroso y se sigue usando sobre todo para calentar, las aplicaciones culinarias del microondas son múltiples (y muy prácticas). Una de las más interesantes tiene que ver con la cocción de las verduras, ya que conserva tanto el sabor como el color y la textura, además de ser práctico, limpio y rápido como pocos otros métodos. A continuación os daremos algunos trucos para que dejéis de ver el microondas solo como el electrodoméstico que os ayuda con la leche cada mañana, y empecéis con él una relación verdulera que acabe en verdadero amor (además de ayudar con esas cenas que a veces nos pillan con la inspiración ya en fase REM). 

    La cocción más sencilla

    La manera más sencilla de usar el microondas para hacer verduras es utilizar el agua que contienen para conseguir una especie de cocción al vapor. Simplificando al máximo, podríamos decir que las ondas de radio de alta frecuencia generan movimiento en el agua que contienen los alimentos, lo que aumenta su temperatura y la convierte en vapor, sin tener que añadir nada (solo tapándolas bien para que el vapor no se escape y queden secas).

    Siempre tendremos que hacerlo a máxima potencia y controlando el tiempo, para que no se pasen. Para verduras que suelen necesitar una cocción corta, como las judías verdes, los guisantes, zanahoria tierna cortada, floretes de brócoli o espárragos verdes podemos empezar con 2:30 minutos, si vamos a preparar una ración de unos 200 g (3:30 si ponemos el doble de cantidad). Si no están a nuestro gusto, seguiremos con cocciones de un minuto.

    Con la calabaza en trozos, la coliflor, la col y la lombarda –troceadas o en arbolitos–, el apio, la kale o berza más tiernas, las endivias, la cebolla en trozos grandes, el nabo y la chirivía podemos empezar con 4 minutos, y seguir cociendo un minuto y medio más cada vez. Si lo que queremos hacer es remolacha en trozos grandes, patata, boniato, yuca o los tallos y troncos de las acelgas o las partes más más leñosas de algunas coles, arranquemos con seis minutos y ajustemos a razón de minuto y medio por ciclo, como en el caso anterior.

    Cada vez que destapemos el recipiente para comprobar la cocción, hay que remover para que el calor se reparta uniformemente. Si no las vamos a utilizar las verduras al momento porque queremos añadirlas a una ensalada, un salteado o como guarnición, será necesario enfriarlas en agua con hielo para que el calor residual no las recueza.

     

     

    Enfriar es la clave. 

    Escoger los recipientes

    Aunque la firma Lekué ha sacado al mercado todo tipo de utensilios especializados para cocinar arroz, huevos o bacon, para cocinar verdura este electrodoméstico necesitas poco más que un recipiente apto -un bol de Pyrex, por ejemplo- y un film de uso alimentario que lo cubra bien. Si lo vas a usar habitualmente, un estuche básico de silicona puede serte de gran ayuda, y si no tienes fogones -por ejemplo, en el trabajo- puede ser de gran ayuda para improvisar algo con un puñado de judías, patatas y zanahorias que puedes comprar en cualquier verdulería.

    Las patatas y boniatos pueden asarse en el microondas tal cual, tomando la precaución de pincharles un par de veces la piel con un tenedor para que no exploten. Pero hay unas bolsas especiales que ayudan a que se hagan en menos tiempo, las mantienen calientes después si se nos ha ido el santo al cielo y distribuyen el calor. Se pueden usar con varias patatas a la vez, pero si vas a hacer más de unos 600 g es posible que el proceso se alargue demasiado, y vale más la pena hacerlo en varias tandas.

    Ajustar bien las cantidades

    Seguramente este sea el mayor problema de la cocción de verduras al microondas: es complicado hacer grandes cantidades de una sola vez, así que por muy rápido que sea es complicado hacer una comida caliente para cuatro en pocos minutos. Si ponemos demasiada cantidad el proceso se ralentiza, es fácil que se genere demasiado vapor y las verduras queden cocidas y el calor estará mal repartido: desastre al canto.

    Pero que no pueda solucionarte una comida o una cena completas no significa que no puedas sacarle partido. Si quieres acortar el tiempo de preparación de la tortilla de patatas y, de paso, hacerla más ligera, el microondas puede ayudarte. Pon las patatas cortadas para tortilla -como suelas hacerlo- en un recipiente apto para microondas, añade un chorro de aceite y un poco de sal dale unas vueltas para que se reparta bien. Ponlo al máximo bien tapado y déjalo cuatro minutos; destapa, remueve y dale tres minutos más, o el extra que sea necesario para conseguir unas patatas que parezcan confitadas. Unas vueltas a fuego alegre en una sartén antiadherente le darán el punto crujiente: listas para convertirse en la tortilla de tus sueños.

     

     

    Trío maravillas al microondas.

    Y los tiempos

    Como ya os comentamos en este post sobre cocinar verduras al vapor, podemos preparar juntos alimentos que tengan diferentes tipos de cocción si ponemos al principio los que más vayan a tardar y añadimos en orden los demás. Para que la operación sea un éxito, deberíamos tener todos los ingredientes preparados desde el primer momento, y destapar, añadir lo que sea y volver a arrancar la cocción en el menor tiempo posible.

    Si esto os parece muy complicado, podéis jugar con los tamaños de corte, haciendo más pequeños los que vayan a tardar más y dejando en trozos más grandes los que se cocinen antes. ¿Hay alguna excepción? Si haces confetti de patata o boniato vas a conseguir un bonito puré; en este caso es altamente recomendable dejarlas a tamaño normal y darles el extra de tiempo que necesitan.

    Mejor aliñar siempre después

    Darles un extra de sabor a estas verduras con aceite, sal, vinagre o limón y especias, semillas o alguna salsa es básico para que comerlas sea, además de sano, sabroso. Para asegurarnos de que los elementos líquidos no interfieren en el proceso de cocción, lo más adecuado es ponerlos al final, cuando saquemos las verduras del microondas. El vinagre o el limón, si se ponen con la verdura la recocerán, además de cambiar su sabor (el limón se agriará, y el vinagre quedará demasiado concentrado). Podemos poner especias en polvo, sin pasarnos: si nos hemos quedado cortos, es posible ajustar la cantidad después. Si nos hemos pasado, será imposible rectificar.

     

     

    Puede hacerse sin encender el fuego.

    Sofritos sin sartén

    Podemos usar aceite cuando queramos conseguir un sofrito, como una sanfaina o pisto. Para este tipo de preparaciones es recomendable poner primero las verduras en daditos sin tapar a máxima potencia, parando para remover más o menos cada minuto y medio. Con esto conseguiremos que pierdan parte de su agua sin dejar el microondas hecho un ecce homo, y controlar perfectamente el punto en el que ya están suficientemente deshidratadas como pasar a a segunda fase.

    Ahora pasa el puré de tomate que vayas a usar por un colador fino de malla para que pierda parte de su agua, ya que seguiremos haciendo el sofrito tapado (por el bien del microondas y quien le toque limpiarlo). Remueve cada dos minutos, esperando unos segundos antes de destaparlo para que no salte: puede estar listo a partir de los cuatro, dependiendo de la cantidad que hayamos puesto.

    ¿Con qué las acompañamos?

    Pensemos en acompañamientos para verduras que también puedan hacerse al microondas. ¿Qué tal suena un crujiente de bacon, panceta o jamón? Puedes hacerlo en cuestión de minutos, tal y como nos contó Ana Vega ‘Biscayenne’ en este post sobre trucos panceteros. “Se cubre un plato grande o fuente resistente al calor con tres capas de papel absorbente, se ponen las lonchas encima, juntas pero no amontonadas, y se ponen encima otras dos capas de papel, apretando un poco. A máxima potencia un minuto por cada loncha que tengamos en el plato”. El papel empapa casi el total de la grasa, y deja la panceta muy crujiente, lista para darle vidilla a unos deliciosos guisantes.

    El huevo también es un salvavidas perfecto para hacer en este horno: solo tenemos que pintar con aceite un film de cocina, cascar el huevo dentro y cerrarlo con un poco más de film. Si lo queremos pasado por agua, bastará con 45 segundos, en un minuto estará como escalfado y en 1:15 casi duro. Si lo prefieres “frito”, unta el fondo de un bol un poco ancho con un chorrito de aceite, vuelca el huevo y cocínalo 45 segundos destapado.

    Si lo que te apetece es pescado, decántate por el blanco: la merluza, el bacalao o la lubina quedan muy bien así, y no dejan nada de olor. Los mejillones también se hacen muy bien, aunque no es aconsejable preparar más de 400 g de golpe: cúbrelos solo con la tapa o campana antisalpicaduras, hazlos al máximo 2:30 minutos y deja reposar dos minutos más antes de sacarlos. Si quedan algunos cerrados, devuélvelos un minuto más. Un chorrito de limón, pimienta y perejil; ya tienes media cena lista gracias a la magia de las ondas.

     

    ¿CHIPS AL MICROONDAS? SÍ, SE PUEDE

    Puedes conseguir texturas ligeras y crujientes que nada tienen que envidiar a las de la freidora, pero con mucho menos aceite (aunque tampoco podrás preparar grandes cantidades de una vez). Corta láminas de patata de un par de milímetros, píntalas con un poco de aceite de oliva y añade tus hierbas secas favoritas y una pizca de sal. Dispón las patatas sobre un papel de horno del tamaño del plato de tu microondas -deja algún milímetro de separación, y ponlo a la máxima potencia durante unos cuatro minutos. Si ya están listas por ese lado -secas y doradas- dales la vuelta y hazlas un minuto más (si no, cocínalas un minuto más antes de girarlas). Puedes cambiar las patatas por chirivía, boniato o remolacha, y si te enganchas a este sistema de cocción puedes hacerte con uno de estos aparatitos, que te permitirán hacer más del doble de chips cada vez.

  • Crema fría de calabacín con manzana

    Crema fría de calabacín y manzana ácida
     

    SOPAS FRÍAS

    CREMA FRÍA DE CALABACÍN Y MANZANA ÁCIDA

    Estrenamos la temporada de sopas frías con una que combina la frescura de la manzana ácida con el dulzor de la cebolla y la textura del calabacín. La cremosidad corre a cuenta del yogur.

    Hay dos cosas sin las que, en mayor o menor medida, no puedo vivir en el día a día. Una es el hummus, que sale tirado de precio de preparar y da para varias comidas (o, mejor aún, para varios desayunos). Esto lo mantengo a lo largo del año, haga frío, calor, llueva, truene o nieve. La otra es una sopa fría, en cualquiera de sus variedades, cuando el calor empieza a apretar.

    Aunque soy fan incondicional del gazpacho y es lo que más suelo preparar, hay un montón de sopas y cremas frías más que son maravillosas y no requieren más esfuerzo (aunque tal vez sí un poco más de tiempo a la hora de prepararse). Esta crema de calabacín y manzana es el ejemplo perfecto.Si no tienes yogur de cabra, no te preocupes, cualquier yogur te servirá. Este le dará un matiz de sabor diferente, pero al final lo que te interesa es añadirle algo cremoso. Si te apetece que tenga más cuerpo, puedes añadir otro yogur sin problema: en caso de querer aligerarla, con agregar unos 200 ml más de caldo va que chuta.

    Por último, la butifarra dorada es un pequeño capricho, pero también le irán genial cebollino picado y picatostes, almendras tostadas fileteadas o unas tiras de pepino encurtido en zumo de limón, sal y azúcar. Ni confirmo ni desmiento que, como el hummus del que hablábamos al principio, sea un desayuno delicioso.

    Dificultad

    Baja, basta con dejar el fuego bajo y se cocina sola

    Ingredientes

    Para 4 personas

    • 3 calabacines grandes
    • 400 ml de caldo de verduras
    • 2 manzanas granny smith
    • 2 dientes de ajo
    • 3 cebollas dulces
    • 125 g de yogur natural de cabra
    • 1 cucharada grande de orégano
    • 150 g de butifarra o salchicha frescas de carnicería (opcional)
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal
    • Pimienta

    Preparación

    1. Calentar una olla amplia con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Sofreír la cebolla cortada durante unos media hora a fuego bajo, con la olla tapada y agregando un chorrito de agua de vez en cuando.
    2. Pelar, despepitar y cortar las manzanas. Cortar el calabacín en cubos y picar los ajos. Añadirlos a la olla junto con el caldo de verduras y cocinar suavemente durante tres cuartos de hora.
    3. Apagar el fuego y esperar a que atempere. Pasarlo al vaso de la batidora junto con el orégano y el yogur. Triturar y corregir el punto de sal.
    4. Guardar en la nevera durante un mínimo de dos horas. Sacar 10 minutos antes de servir y acompañar con un poco de butifarra o salchicha doradas en la sartén.

  • Crema de calabacín y apionabo al aroma de trufa

    Escrito por Mer Bonilla


    Preparación: 10 min    Cocción: 20 – 25  min     Dificultad: 1/5     Raciones: 8     Coste: 3 €

    Hoy compartimos con vosotros una receta de una exquisita crema de calabacín y apionabo con un toque muy especial gracias a la sal y al aceite de trufa y que se puede preparar al fuego si son grandes cantidades (tardaremos unos 35-40 minutos) o en el microondas si es poca cantidad (tardaremos unos 10 minutos).

    Yo esta vez la he hecho en una cacerola al fuego porque éramos muchos, pero también os explicaremos la forma de prepararla en microondas por si lleváis prisa y solo necesitáis hacer una o dos raciones.

     Ingredientes

    • Calabacines, 2 kg (8 unidades)
    • Apionabo, 1 (*)
    • Cebollas, 500 g (3 unidades)
    • AOVE, 2 cucharadas
    • Leche, 200 ml (**)
    • Bicarbonato, 1 g
    • Pimienta
    • Sal común, 2 g y, si fuese necesario, algo más para rectificar
    • Sal de trufa, 1 cucharadita (***)
    • Aceite de trufa, 1 cucharadita (***)

    (*) Elapionaboes un tubérculo que hasta hace poco no se utilizaba mucho en España pero que, a raíz de programas como MasterChef y Top Chef, ahora empieza a ser habitual encontrarlo en los mercados. Su sabor es parecido al apio pero más suave, por lo que podría sustituirse por un par de ramitas de apio. Destaca por sus propiedades diuréticas y depurativas por lo que es perfecto para una sopita después de unos días de excesos.

    (**) Se añadirá más o menos cantidad en función de la textura que nos guste para la crema de calabacín. Yo, personalmente, prefiero que quede espesita.

    (***) La sal y el aceite de trufa se pueden conseguir a muy buen precio en el supermercado DIA (la sal puede encontrarse en el lineal fijo de la nueva gama que han sacado) y en Lidl (el aceite de trufa lo traen cuando ponen las ofertas de productos italianos).

     

    Preparación de la Crema de calabacín y apionabo al aroma de trufa (método tradicional)

    1. Lo primero que haremos será pochar la cebolla cortada en aros en el aceite de oliva virgen extra con los 2 gramos de sal y el bicarbonato tal como os explicábamos en aquí. Será suficiente con que amarillee ligeramente y empiece a soltar el jugo.
    2. Mientras tanto pelamos el apionabo y los calabacines y los cortamos. Yo suelo cortar estos últimos en láminas finas con la mandolina para que tarden menos tiempo en cocinarse.
    3. Cuando la cebolla haya soltado su jugo añadimos el apionabo y el calabacín, que se cocinarán en el jugo que ha soltado la cebolla y en el propio jugo que irá soltando el calabacín.
    4. Tapamos la olla, bajamos el fuego (en mi caso 3/12) y dejamos cocinar unos 20 – 25 minutos hasta que todo esté muy tierno. El tiempo dependerá del grosor del corte de las verduras.
    5. Añadimos la sal y el aceite de trufa y trituramos con la batidora eléctrica. Añadimos la leche poco a poco mientras trituramos hasta obtener la consistencia deseada.
    6. Si queremos una textura fina sin ningún pequeño tropezón que haya podido quedar pasamos la crema por un colador chino.
    7. Probamos nuestra crema de calabacín y apionabo, añadimos pimienta molida al gusto y rectificamos de sal si fuese necesario.

    Preparación de la Crema de calabacín y apionabo al aroma de trufa (en microondas y para 2 raciones)

    1. En un bol apto para microondas ponemos 1 cebolla con  1 cucharada de aceite de oliva, la sal y el bicarbonato. Cocinamos destapado en el microondas durante 2 minutos a 800 W.
    2. Añadimos el trozo de apionabo (o media ramita de apio) y 2 calabacines pelados y cortados en láminas finas. Tapamos el bol y cocinamos en el microondas a 800 W durante 4 minutos. Sacamos, damos unas vueltas y comprobamos si están tiernas las verduras, si no lo están, tapamos y cocinamos un minuto más (el tiempo no es exacto porque según la cantidad de agua que tengan los calabacines tardarán más o menos en hacerse).
    3. Cuando estén tiernas las verduras, añadimos la sal y el aceite de trufa, trituramos, añadimos la leche, colamos si queremos que quede más fino, rectificamos de sal y pimienta y tendremos lista nuestra riquísima crema de calabacín y apionabo.

    Resultado

    Una crema de calabacín con un toque muy especial gracias a la cebolla pochada, al apionabo y al aroma de trufa y sin necesidad de añadir nata, queso o mantequilla, por lo que seguirá siendo una crema saludable y depurativa con la que disfrutaremos de sabor a tope sin cargarnos de calorías.

    Probadla y nos contáis porque os va a sorprender lo buenísima que está.

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  • Salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo

    Escrito por Mer Bonilla

    Preparación: 10 min  Dificultad: 1/5  Raciones: 3  Coste: < 2 €

    Las temperaturas suben por momentos y a la hora de comer las recetas rápidas y fresquitas se agradecen muchísimo. Y si aún por encima están ricas y cargadas de vitaminas mucho mejor ¿no?. Cumpliendo estos requisitos, hoy os traemos una receta de salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo facilísima de preparar, que no lleva pan como el salmorejo tradicional, por lo que es perfectamente apta para celíacos.

    Si las zanahorias son muy tiernas se pueden usar crudas, aunque yo prefiero cocinarlas un poco al vapor para que luego sean más fáciles de triturar y el salmorejo quede mucho más meloso.

    Ingredientes

    • Zanahorias cocidas al vapor, 500 g (*)
    • Aceite de oliva virgen extra, 50 ml
    • Zumo de naranja, 100 ml (**)
    • Vinagre de manzana, 3 cucharadas
    • Ajo, 1 diente
    • Agua fría, 100 ml
    • Sal al gusto
    • Huevo cocido, 1 para decorar
    • Lomo embuchado, 6 lonchas
    • Zanahorias en vinagre, para decorar

    (*) Yo lo que hago es cocinarlas por la noche y dejarlas en la nevera hasta el día siguiente.

    (**) El zumo de una naranja grande.

    Preparación del Salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo paso a paso

    La verdad es que pasos no hay muchos que dar, pues simplemente tenemos que pelar y cocer las zanahorias al vapor durante unos 5 minutos. Si son pequeñas las podemos cocer enteras, si son grandes las cortamos en trozos.

    Salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo

    El resto es bien fácil, ponemos en el vaso de la batidora o picadora las zanahorias cocidas, el zumo de naranja, el diente deajo pelado, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de manzana. Trituramos a velocidad máxima hasta obtener un puré fino y vamos añadiendo agua fría hasta obtener la textura que deseemos. A nosotros nos gusta más bien espeso y le ponemos solo 100 ml, pero si se quiere más líquido solo hay que ir añadiendo más agua poco a poco.

    Probamos, rectificamos de vinagre si fuese necesario y añadimos sal al gusto.

    Salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo

    Para hacer el crujiente de lomo simplemente colocamos las lonchas entre dos hojas de papel de cocina absorbente y lo cocinamos en el microondas durante 30-40 segundos a 800 W en función del grosor de las lonchas.

    Salmorejo de zanahorias con crujiente de lomo

    Servimos el salmorejo de zanahorias frío, adornado con el crujiente de lomo, un poco de huevo duro picado fino y unas rodajas de zanahorias en vinagre.

    Resultado

    Una alternativa al clásico salmorejo de tomate perfecta para poder disfrutar cada día de una sopa fría como entrante en los días de calor sin tener que recurrir siempre al gazpacho o el salmorejo tradicionales.

    Por otro lado, la combinación de la zanahoria con la naranja, es un cóctel vitamínico y delicioso perfecto para un día de playa.

  • Smoothie de Zanahoria y Manzana

    Muy buenas! ¿Os habéis apuntado ya a la moda de los  o batidos de verduras? Pues para los que aún no lo habéis hecho, hoy os traigo una receta de smoothie de zanahoria y manzana muy suave y perfecta para iniciarse.

    Los smoothies son una mezcla de frutas y verduras frescas y crudas. Su textura es más espesa que la de un zumo y tienen un sabor más dulce que salado. Son muy sanos y perfectos para tomar por la mañana y así, afrontar el día llenos de vitaminas.

    Existen infinidad de combinaciones, así que lo mejor es ir probando distintas verduras y frutas hasta encontrar nuestros sabores favoritos. Además, dependiendo de la fruta o verdura que utilicemos, éstas nos aportarán diferentes beneficios.

    En lugar de agua, se puede añadir leche de coco, leche de avena o leche de almendra. También podemos utilizar frutos secos o especies.

    Partes:2   Tiempo:10 minutos   Dificultad:baja

    INGREDIENTES

    • 2 zanahorias medianas
    • 1 manzana
    • Un trocito pequeño de jengibre fresco
    • 1 vaso de de agua
    • [Opcional] Un chorrito de limón

    ELABORACIÓN

    1. Primero lavamos y secamos bien todos los ingredientes. Yo no pelo las zanahorias ni la manzana, pero si vosotros queréis, podéis hacerlo.
    2. Retiramos los extremos de las zanahorias y las troceamos.
    3. Partimos la manzana, le retiramos el corazón y la troceamos también.
    4. Cortamos un trocito pequeño de jengibre (la cantidad es a vuestro gusto, yo no suelo poner mucho).
    5. Ponemos el agua en el vaso americano junto con las zanahorias, la manzana, el trocito de jengibre y el chorrito de limón, si lo deseáis. La cantidad de agua también es un poco a vuestro gusto. De hecho, podéis omitirla si lo deseáis. Sirve para que la mezcla no quede tan espesa.
    6. Trituramos bien, y listo :)

     

     

     

  • Aliño de rabanitos y hierbabuena

    Aliño de rabanitos y hierbabuena

     

    El Aliño de rabanitos y hierbabuena da un punto riquísimo a las ensaladas, y a muchas de ellas, desde las ensaladas de hojas verdes, pasando por las ensaladas de patatas o las de pasta e incluso a las ensaladas de arroz.

    Los rabanitos son ligeramente picantes, y muy refrescantes, esto lo potenciamos con la hierbabuena fresca que aún inunda más de frescor el paladar. Así que este Aliñopuede ser una interesante opción para cualquier plato de sabores intensos que desees suavizar.

    Pero además, es también una salsa saludable para tomar con crudités o para mojar pan de pita u otros tipos de pan plano. Como aperitivo, os recomendamos probar el Aliño de rabanitos y hierbabuenasobre una tostada con algún fiambre suave.

    Ingredientes

    150 gramos de rabanitos, 125 gramos de queso quark, 5 gramos de sal, 20 gramos de aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida, zumo de limón, hierbabuena fresca.

    Elaboración

    Lava los rabanitos retirándoles las dos puntas, trocéalos y ponlos en el vaso de la batidora, puede ir bien el recipiente accesorio para picar de la batidora de mano. Tritura y a continuación incorpora el queso quark, el aceite de oliva, la sal y unas gotas de zumo de limón.

    Vuelve a triturar y pruébalo por si fuera necesario rectificar de sal. Añade la pimienta negra recién molida al gusto y mezcla bien.

    Reserva en el frigorífico hasta el momento de servir, pero antes de aliñar la ensalada añade unas hojas de hierbabuena fresca picada.

  • Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Nos alegró mucho saber que los que habéis probado las Lentejas con manzana y aguacate disfrutasteis del plato, así que vamos a seguir compartiendo nuestras recetas con lentejas que combinamos con distintas ensaladas o guarniciones que son ideales para continuar disfrutando de las legumbres en verano, hoy con estas Lentejas con rabanitos, pepino y menta.

    Seleccionamos una lenteja del país que nos encanta, es la que consumimos de forma habitual, la lenteja pardina de Tierra de Campos, además de suave y cremosa, es de rápida cocción sin necesidad de ponerla en remojo. Una sencilla cocción da como resultado un plato delicioso, pero le añadimos mucha chispa con los refrescantes sabores de los rabanitos, el pepino, la hierbabuena y algunas especias. Además de sabor, es un contraste de texturas muy agradable. Esperamos que también os animéis a probar esta receta de lentejas y nos contéis qué os parecen, tenemos muchas propuestas más que compartir con esta humilde legumbre.

    Ingredientes (4 comensales)

     

     

    Para las lentejas

     

    380 gramos de lentejas pardinas, 1/2 cebolla blanca, 1-2 dientes de ajo, 1 hoja de laurel, 1 ramita de tomillo fresco, 1 c/p generosa de pasta de pimiento choricero, 1/2 c/c de comino, 1/2 c/c de pimienta negra recién molida, sal, c/n de agua.

     

    Para la guarnición

     

    4 rabanitos, 1 pepino grande, 1 cebolla tierna (media si es muy grande), 1 trozo de raíz de jengibre (algo menos de una nuez), c/n de hojas de hierbabuena o menta, aceite de oliva virgen extra, flor de sal picante (o sal y pimienta al gusto).

     

    Elaboración

    Lava bien las lentejas y escúrrelas. Ponlas en una olla convencional y añade la cebolla pelada y cortada en uno o dos trozos, los dientes de ajo pelados y con un golpe, la hoja de laurel, el tomillo, la pasta de pimiento choricero, el comino y la pimienta negra. Añade sal al gusto y agua, unos dos o tres dedos por encima del nivel de las lentejas.

    Pon la olla al fuego y lleva a ebullición, cuando rompa a hervir, baja el fuego al mínimo y cuece, con la olla tapada, durante 30 minutos o hasta que las lentejas estén tiernas. Antes de servirlas retira el tomillo y el laurel, el resto de ingredientes troceados se pueden servir o retirar, en ese caso resérvalos para añadirlos a un puré de verduras o similar.

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Prepara la ensalada o guarnición para las lentejas, lava bien los rabanitos, y con ayuda de un pelador de verduras (o con la mandolina) corta finas rodajas. Pela el pepino y córtalo también con el pelador dándole vueltas para utilizar todo el exterior, el interior de semillas resérvalo para un gazpacho, por ejemplo.

    Corta ahora la cebolla tierna, el mismo pelador te proporcionará finas láminas de cebolla. Pela el jengibre y rállalo. Pon todos estos ingredientes en un bol y adereza con flor de sal picante y aceite de oliva virgen extra.

    Emplatado

    Estas lentejas puedes servirlas calientes o frías, apenas tienen caldo pero sí conviene que no estén muy secas. Sírvelas en los platos hondos y reparte en el centro la ensalada de rabanitos, pepino y menta. ¡Buen provecho!

    Lentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y menta

  • Pimientos asados

    Pimientos asados en su jugo, receta fácil

    Receta con explicación paso a paso para preparar de manera fácil unos pimientos asados en su jugo para tomar como guarnición, en ensaladas o sándwiches.

    Escrito por Mer Bonilla el 5/02/2015


    Preparación: 15 min   Cocción: 1 h    Dificultad: 1/5   Raciones:-  Coste: < 2 €

    Esta tarde os traemos una receta que no puede ser más fácil, unos pimientos asados en su jugo que ya casi os adelantamos cuando os explicamos nuestros trucos para pelar tomates y pimientos.

    En casa, estos pimientos asados en su jugo nos encantan tanto formando parte de ensaladas templadas del estilo de este timbal de ensalada de bacalao y verduras, como guarnición de platos de carne o pescado o en sándwiches como este al estilo sueco.

    Ingredientes

    • Pimientos rojos o verdes, 1 kg (*)
    • Sal de trufa o en escamas (**)
    • Aceite de oliva virgen extra

    (*) Que sean carnosos, como los de la variedad Lamuyo. No es aconsejable utilizar pimientos italianos porque tienen la carne demasiado fina.

    (**) Yo he utilizado la sal de trufa de la que os hablé eneste post, pero se puede usar cualquier sal en escamas o flor de sal como las que os enseñamos eneste otro post.

    Preparación de los pimientos asados en su jugo

    1. Precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
    2. Envolvemos cada uno de los pimientos en un trozo de papel de aluminio sin aceite ni sal ni nada.
    3. Los colocamos en una bandeja de horno y horneamos durante 45 minutos a 250ºC, pasado ese tiempo apagamos el horno, dejamos la puerta entreabierta, pero los dejamos dentro 15 minutos más.
    4. Sacamos la bandeja, vamos abriendo los paquetes con cuidado de no quemarnos y podremos pelar los pimientos sin dificultad, pues la piel saldrá sola. Rasgamos el pimiento pelado en tiras y las vamos dejando en una fuente. El jugo que hayan soltado en el papel de aluminio lo iremos recogiendo en un bol.
    5. Cuando hayamos pelado todos, añadimos sal al gusto, el jugo pasado por un colador para que no nos caigan las semillas y aceite de oliva virgen extra al gusto.

    Resultado

    Con muy poco trabajo tenemos unos riquísimos pimientos asados en su jugo que se conservan hasta 3 días en una fuente tapada con papel film en la nevera.

    No os indico las raciones porque depende del uso que les vayamos a dar, pero haceros la idea de que si son para servirlos como guarnición de un plato de carne o de pescado saldrán unas 4-5 raciones.

    En casa nos gustan simplemente con sal y aceite de oliva virgen extra, pero también se les puede añadir ajo picado y/o un chorrito de vinagre.

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  • Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz (receta para microondas)

    Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz, receta para microondas

    Escrito por Ana Suso el 31/10/2014

    Estos son unos deliciosos pastelitos que haremos muy rápidamente en el microondas. Es otra manera de hacer que los más reacios a las acelgas, y a las verduras en general, nos las comamos sin protestar, ya que van muy bien acompañadas y bajo una rica capa de queso gratinado.

    Son unos pastelitos muy completos, ya que combinamos verdura con cereal y marisco, además de contener lácteos y huevo. Por supuesto, podemos combinar en estos pastelitos los ingredientes que más nos gusten o los “restillos” que tengamos por la nevera. Además están ricos calentitos o a temperatura ambiente, por lo que serán también una estupenda opción para llevar de tupper al trabajo.

    Ingredientes

    Para 4 pastelitos:

    • 200 gr.  de acelgas frescas o congeladas
    • 1 huevo XL
    • 125 gr. de queso crema
    • 125 ml de nata para cocinar
    • 10 langostinos
    • 50 gr.  de maíz dulce
    • 1 cucharadita de pimienta y nuez moscada
    • Aceite de Oliva Virgen Extra
    • Sal de ajo o sal común
    • Queso rallado

     

    Preparación de los Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz en el microondas

    1. He utilizado acelgas congeladas. En un recipiente apto para microondasponemos las acelgas congeladas con una cucharadita de agua. Cocinamos a máxima potencia durante 3 minutos. Removemos añadimos sal de ajo y cocinamos otros 3 minutos. Escurrimos y reservamos.
    2. Pelamos los langostinos y los cortamos en trocitos de bocado. Los ponemos en un bol y añadimos un chorrito de aceite y sal de ajo. Cocinamos a máxima potencia durante 1 minuto.
    3. Mezclamos en un bol las espinacas, los langostinos y el maíz. Rectificamos de sal.
    4. Pincelamos con aceite los moldes que hayamos elegido para cocinar nuestros pastelitos. En esta ocasión he elegido unos bajitos de silicona. Llenamos con la mezcla.
    5. Batimos con la batidora la nata líquida, el queso crema y el huevo. Añadimos la pimienta y la nuez moscada. Removemos.
    6. Vertemos la masa líquida en los moldes sobre la mezcla de acelgas.
    7. Cocinamos en el microondas durante dos minutos a máxima potencia. Dejamos reposar en el interior. Comprobamos que están hechos con un palillo, que saldrá limpio si ya están listos. Si utilizas moldes más altos necesitarás más tiempo de cocción.
    8. Sacamos y espolvoreamos con queso rallado.
    9. Volvemos a meterlos al microondas y programamos el grill durante 1 minuto o hasta que veamos el queso fundido y los bordes un poco doraditos. Dejamos reposar.

    Resultado

    Y ya tenemos listos unos deliciosos y rápidos pastelitos, que serán una cena perfecta acompañados de una rica ensalada de tomate, por ejemplo.

    Si estamos cuidando la línea, podemos sustituir la nata líquida por leche evaporada y utilizar queso crema light.

     

  • Ensalada de Espinaca y Fresas

    Ingredientes

    Ensalada con fresa, almendras, espinacas y aguacate:

    • 4 a 6 tazas espinacas o espinaca bebe
    • 8 fresas
    • 1 aguacate, maduro (opcional)
    • 4 cucharadas almendras picadas o fileteadas

    Aderezo de fresa:

    • ½ taza fresas picadas
    • ¼ taza aceite oliva
    • 1 cucharada vinagre balsámico
    • 1 cucharada agua o al gusto
    • 1 cucharita jugo de limón
    • Miel de abeja o azúcar, al gusto
    • Sal y pimienta, al gusto

    Elaboración

    Aderezo de fresa:

    1. Limpia las fresas y retira el rabito.
    2. Coloca todos los ingredientes en la licuadora. Licua hasta que tenga consistencia tersa.
    3. Sazona al gusto con sal, pimienta y revisa el dulzor. Si lo prefieres más liquido agrega más agua al gusto.

    Ensalada con fresa, almendras, espinacas y aguacate:

    1. Corta el rabito de las fresas y corta en 4. Separa las espinacas del tallo, a mi me gusta usar espinaca baby o espinaca bebe ya que las hojas son más chicas y con tallos más chicos.
    2. Coloca las espinacas en un plato, encima agrega las fresas, aguacate en cubos o lajas, almendras y acompaña con el aderezo de fresa al gusto.

    Notas

    VEGANO: Reemplaza la miel de abeja en el aderezo por miel de agave, stevia, azúcar o tu endulzante favorito.

    También está buenísima con un simple aderezo de aceite y vinagre balsamico.

  • Ensalada Caprese

    La ensalada caprese es una ensalada a base de tomate y mozzarella. Su apellido indica su procedencia, la isla de Capri, en Italia. Es una ensalada muy fácil, fresca y deliciosa. Hacerla no te llevará más de 5 minutos, pues sólo hay que cortar tomate y mozzarella en rodajas y aliñar. Eso sí, para disfrutarla hay que hacerse con unos buenos tomates, un buen aceite y una buena mozzarella de búfala.

    Aquí te dejo la receta:

    Personas: 4 Tiempo: Dificultad: Fácil

    Ingredientes

    • 1 bola de mozzarella de búfala
    • 2 tomates maduros
    • Hojas de albahaca fresca
    • Aceite de oliva
    • Pimienta negra recién molida
    • Aceitunas negras (opcional)
    • Sal

    Elaboración

    1. Lava los tomates y quítales el tallo haciendo a su alrededor un círculo con un cuchillo.
    2. Corta los tomates en rodajas de medio centímetro de grosor, más o menos.
    3. Añadea cada rodaja una pizca de sal.
    4. Corta la bola de mozzarella de búfala más o menos de igual grosor que las rodajas de tomate.
    5. En el plato de servir, intercala rodajas de tomate y rodajas de mozzaella.
    6. Añade unas aceitunas negras si lo deseas.
    7. Lava las hojas de albahaca y sécalas bien. Repártelas por la ensalada.
    8. Aliña con aceite de oliva virgen extra al gusto.
    9. Por último, espolvorea la ensalada caprese con un poco de pimienta negra recién molida.
    10. Y listo.

    Sugerencias, trucos y consejos

    • A mi me gusta echarles la sal sólo a los tomates, para equilibrar, ya que la mozzarella de por si está algo salada. No obstante, si te gusta más, puedes añadir la sal al final.
    • Puedes utilizar aceite de albahaca para darle un sabor aún más intenso a albahaca. 
    • Puedes aderezar la ensalada caprese con un poco de vinagre balsámico, si lo deseas.
    • En esta ensalada, al tener pocos ingredientes, la calidad de los mismos es primordial, sobre todo, el tomate, la mozzarella y el aceite de oliva

  • Tortitas de calabacín

    Rösti de Calabacín (o tortitas de calabacín)

    Escrito por Ana Fuentes el 26/07/2012 a las 7:02

    Hoy os traigo una receta a medio camino entre mis buenos propósitos de comer sano y mis verdaderos deseos de hincharme de fritos.

    Estas tortitas de calabacín son un ejemplo estupendo de cómo dejaros una buena sensación en el paladar sin atormentaros por las calorías de más.

    Ingredientes

    1 calabacín grandecito o 2 normales

    1 huevo

    Sal y pimienta

    60 gr. de harina

    1 cucharada sopera de harina de maíz (maizena)

    1 cucharadita de impulsor químico (“levadura” Royal)

    1 cucharada sopera de pan rallado

    1 cucharada sopera de parmesano rallado (también vale cualquier otro queso curado)

    Un chorrito de aceite para freir

     

    Preparación

    Lo primero que haremos será pelar el calabacín. A mi me gusta pelarlo enterito, pero hay quien también gusta de dejarle unas tiritas de piel o incluso dejarlo entero… eso va en gustos, se puede hacer de todas las maneras. Lo que sí es importante, dejes como dejes el calabacín es que lo limpies bien bien bien debajo del grifo.

    Una vez lavado procedemos a rallarlo con un rallador. Si tienes uno de esos que tienen varios grosores de agujeritos, usa los más grandes, como si fueras a rallar queso.

    Deja el calabacín rallado sobre un escurridor para que vaya soltando toda el agua (tiene mucha eh? El volumen se va a quedar reducido a la mitad). Podemos ayudar a que suelte más agua aplastando con la mano. Lo dejamos escurriendo mientras preparamos la masa para las tortitas.

    Batimos el huevo en un bol amplio y le añadimos el calabacín lo más escurrido que podamos (coge pequeñas porciones y aplástalas entre tus manos para que suelten toda el agua posible). Salpimentamos a nuestro gusto y mezclamos bien. Seguidamente añadimos la harina, la maizena, la cucharadita de impulsor químico, el pan rallado y el parmesano. Revolvemos todo bien y reservamos.

    Para terminar, ponemos a calentar un chorrito de aceite en una sartén (mejor si es antiadherente). Cuando el aceite esté bien caliente, con la ayuda de un par de cucharillas cogemos pequeñas porciones de masa y las ponemos a dorar en el aceite. Verás que es muy fácil, la parte que entra en contacto con el aceite se dora enseguida y es facilísimo darles la vuelta para que se doren por el otro lado.

    Cuando estén hechas por los dos lados, retira a una fuente con papel absorvente para que suelten el exceso de aceite y repite el proceso hasta acaba con toda la masa.

    Solas, como aperitivo y mojaditas en cualquier salsa están estupendas, aunque también es un acompañamiento perfecto para carnes y pescados y pueden sustituir perfectamente a cualquier guarnición a base de patatas. De hecho, este mismo proceso puedes hacerlo con unas patatas cocidas en vez de calabacín y tendrás unas magnificas tortitas de patata (en paises germanos esto se conoce como Rosti de patata y es toda una institución en sus menús). Anímate también a hacer tortitas con cebolla, o ¿por qué no? Mezclarlo todo!! Rosti de patata, calabacín y cebolla!! Como nuestra tortilla de siempre pero en cómodos bocados para llevar… será por ideas!

     

    Resultado

    Como aperitivo o guarnición, un plato versatil y delicioso.

     
    recetas de guarniciones

  • Porrusalda

    Porrusalda, receta tradicional

    Os proponemos una deliciosa receta de una sopa de puerros típica del País Vasco que se llama porrusalda. Será tu favorita en las noches más frías.

    Escrito por Mer Bonilla el 6/10/2014 a las 11:16

    Tiempo: 30 min   Dificultad: fácil   Raciones: 3-4   Coste: barato


    En general, a los cocinillas nos encanta experimentar en la cocina, probar cosas nuevas o métodos diferentes para cocinar. Pero también disfrutamos del recetario más tradicional, de la gastronomía típica de la tierra, de los platos de cuchara de toda la vida como este que os traemos hoy. Un plato humilde, barato, ligero, muy fácil de preparar y enormemente reconfortante en esos días más fríos que ya empiezan a dejarse notar.

    Porrusalda significa literalmente “caldo de puerros”, y es que, aunque se hace de muchas formas, el puerro es siempre el ingrediente principal. Puede llevar o no zanahoria, puede llevar trozos de bacalao o huevo duro picado, pero en casa la versión que más nos gusta es la que os traemos hoy.

    ¡Tomad nota!


    Ingredientes para hacer Porrusalda


    • puerros grandes
    • zanahorias medianas
    • patatas medianas
    • cebolletas (solo el tallo verde)
    • 1,2 litros de caldo de pescado, pollo o verduras (*)
    • sal al gusto

    (*) Yo le pongo caldo de pescado casero hecho con unos cuantos huesos de rape.


    Preparación de Porrusalda


    1. Pelamos las hortalizas, retiramos las partes feas, las lavamos y las cortamos en trozos de bocado (los puerros, cebolleta y zanahorias en rodajas y las patatas en dados).
    2. En una cacerola amplia ponemos el aceite a calentar a fuego medio (6/12), echamos las hortalizas cortadas y damos unas vueltas con la cuchara. No buscamos que las hortalizas se doren ni que se cocinen, solo que se impregnen con el aceite. Salamos ligeramente.
    3. Añadimos el caldo y subimos el fuego hasta que rompa a hervir.
    4. Cuando hierva, bajamos el fuego (3/12) lo justo para que se mantenga el hervor y dejamos cocer destapado durante unos 20 minutos o hasta que veamos que las hortalizas están tiernas.
    5. Rectificamos de sal si fuese necesario y servimos. En el momento de servir, se pueden poner por encima un huevo duro picado, aunque esto es opcional.

    Resultado

    Se trata de un plato sencillísimo y perfecto como cena para una noche de invierno. La clave del éxito está en el caldo, cuánto más rico sea éste, mejor será el resultado final, por eso os animamos a preparar vuestros propios caldos caseros para tenerlos siempre a mano en el congelador para este tipo de cosas.

  • Crema de guisantes con menta

     

    Crema de guisantes con menta

    Receta fácil y rápida con explicación detallada paso a paso con fotografías para preparar una deliciosa crema de guisantes con menta.

    Escrito por Mer Bonilla el 11/03/2015 a las 11:03

    Preparación: 1 min   Cocción: 7 min   Dificultad: 1/5  Raciones: 2  Coste:  < 1 €

    Después de todas las patatas y el bacon de las recetas de ayer, hoy regresamos con algo verde, que ya falta menos de una semana para San Patricio y en Cocinillas nos encanta saborear Irlanda por estas fechas. O al menos intentarlo, porque esta receta de crema de guisantes con menta que es la que suelo preparar en casa y, aunque inspirada en los populares “Mushy peas” que se consumen en tierras irlandesas, sus ingredientes resultan más fáciles de conseguir donde yo vivo,

    A diferencia de los “Mushy peas” que es un puré que se prepara con guisantes secos que hay que poner a remojo como si fuesen garbanzos antes de cocerlos y que yo no he sido capaz de conseguir aquí en Ferrol, esta crema de guisantes con menta se prepara con guisantes congelados o, ahora que está a punto de empezar la temporada, con guisantes frescos.

    Ingredientes

    • Guisantes, frescos o congelados, 350 g
    • Agua, 200 ml
    • Mantequilla, 15 g
    • Azúcar, 1 cucharadita (*)
    • Zumo de limón o vinagre blanco, 1 cucharada (*)
    • Salsa de menta, 1 cucharada (**)
    • Sal, al gusto

    (*) El azúcar y el zumo de limón (o el vinagre) son opcionales pero es, junto con respetar el tiempo de cocción, una de las claves para que los guisantes mantengan un intenso color verde después de cocinados.

    (**) La salsa de menta se puede encontrar en grandes superficies, pero se puede hacer macerando unas cuantas hojas de menta fresca con vinagre y un poco de sal.

    Preparación de la Crema de guisantes con menta

    1. En un cazo ponemos el agua y la mantequilla a calentar con el fuego a tope (12/12).
    2. Cuando rompa a hervir, añadimos los guisantes congelados, el azúcar y elzumo de limón o el vinagre blanco. Esperamos a que recupere el hervor (tardará un par de minutos), bajamos el fuego (6/12) y dejamos cocinar 5 minutos más (si son congelados, conviene consultar las instrucciones de la bolsa sobre el tiempo de cocción porque puede variar en función del tamaño de los guisantes).
    3. Escurrimos los guisantes pero sin tirar el caldo de cocción. Los trituramos con la batidora, añadimos la cucharada de salsa de menta y caldo hasta obtener la consistencia deseada. Yo suelo añadirlo todo.
    4. Añadimos sal al gusto, terminamos de triturar y servimos. Si queremos una textura más fina se puede pasar por un colador chino.

    Resultado

    Esta crema de guisantes con menta, aparte de ser facilísima de preparar, gracias al frescor que aporta la salsa de menta no resulta nada pesada de comer y es una forma deliciosa de disfrutar de estas legumbres para todas esas personas a las que las “bolitas verdes” en el plato no les hacen ninguna gracia.

    Si se toma caliente resulta reconfortante, ya que como los guisantes tienen fécula, a pesar de no usar leche ni nata en la crema, el resultado final es muy untuoso. Si se toma fría, se potencia el sabor de la menta y resulta un plato muy refrescante.

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