Sector agroalimentario asturiano
Alimentos con apellido: el buque insignia del sector agroalimentario asturiano
Los productos con inequívoca vinculación al Principado gozan de un sello de calidad que inauguró en 1981 el cabrales y hoy forman una larga lista
Oviedo, M. J. Iglesias 21.05.2018 | http://www.lne.es/asturias/2018/05/21/alimentos-apellido-buque-insignia-sector/2289917.html
Alimentos con apellido: el buque insignia del sector agroalimentario asturiano
Los alimentos con "apellido" son la gran insignia del sector agroalimentario asturiano, que ha descubierto en ellos un filón casi inagotable. El cabrales inauguró en 1981 la ascensión de los productos regionales al olimpo de la calidad europea y se convirtió en el primer queso español en contar con una denominación de origen. Fue el prometedor inicio de una carrera de fondo por prestigiar las producciones locales que lleva casi cuatro décadas de recorrido constante. La industria pone sus ojos en las amplias posibilidades de desarrollo que aún encierran la carne, los lácteos, la miel, la sidra y los propios quesos. Las marcas y sellos que inciden en el origen de los productos constituyen un elemento de distinción que premia el mercado. El último caso es el del lechazo de los Picos de Europa. Que las carnes producidas a la sombra de las emblemáticas cumbres lograsen el reconocimiento que las cataloga como producto Pro-Biodiversidad ha sido todo un acicate. Los productores han logrado duplicar el precio de venta gracias a incorporar un "apellido" emblemático que vincula a Asturias.
El Salón de Gourmets celebrado en Madrid a principios de este mes sirvió de presentación oficial a las nuevas marcas de garantía Verdina Asturiana y Vacuno Mayor Asturiano, así como a la iniciativa de una nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la miel, la sidra brut dentro de la DOP Sidra de Asturias y la campaña para impulsar la cultura sidrera a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Los alimentos con marca oficial europea son en la actualidad: la sidra, la faba, el chosco de Tineo, el vino de Cangas, los quesos cabrales, gamonéu, afuega'l pitu, casín y los beyos, la ternera de asturiana de los valles y de la montaña y los productos de la agricultura ecológica.
En torno a ellos se ha generado una musculosa red de marcas y reconocimientos que aportan valor al PIB asturiano. Las cifras hablan. La sidra batirá récords en esta campaña, con más de cuatro millones de litros de producción. Es la única de España con etiqueta comunitaria. Fue un proceso duro y tortuoso el que vivió el sector para llegar a un acuerdo que permitiese poner el sello en marcha. Lo sabe bien el exconsejero de Agricultura Santiago Menéndez de Luarca, artífice de aquel gran pacto entre lagareros y cosecheros, fruto de una compleja negociación.
El vino de Cangas, uno de los ejemplos europeos de "viticultura heroica", también avanza con la creación de dos nuevas bodegas este año y 100.000 botellas puestas en el mercado en 2017, con un valor comercial que superó los 670.000 euros.
La IGP Ternera Asturiana, a la que se ha asociado la marca Vacuno Mayor, con doscientas explotaciones acogidas, abandera el desarrollo del vacuno de las razas autóctonas, asturiana de los valles y de la montaña. Asturias cuenta con más de 5.000 ganaderos en el sector y más de 20.000 sacrificios anuales, con un valor de 30 millones de euros. La actual consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, gran valedora de las producciones locales, se ha marcado como objetivo integrar todos los productos cárnicos asturianos en una IGP común. La Consejera confía en que la nueva ley de defensa y promoción de la calidad alimentaria y la calidad diferenciada, que se encuentra en proceso de tramitación parlamentaria, permita al Principado disponer de un instrumento integral y actualizado de regulación. La norma incorpora, entre otras novedades, la venta directa, consolida el marco legal de las figuras de calidad diferenciada y otorga soporte a la producción ecológica. También avanza en la ordenación de las marcas de garantía y dota de instrumentos de protección a la producción local.
La Consejera destaca la inclusión de la artesanía alimentaria entre la producción agroalimentaria asturiana. Se trata de productos elaborados con respeto al medio ambiente, características diferenciales y con la consideración de pequeñas producciones controladas.
Y es que en los últimos años a las marcas refrendadas por Europa se les han unido sellos de ámbito regional que también son un valioso instrumento para dar a valer las producciones y acomodarlas a un mercado obsesionado por la calidad. Con ese fin nació el gran paraguas Alimentos del Paraíso, bajo el que conviven productos con marca europea con otros que no la tienen. Entre ellos se encuentran productos frescos, carnes, pescados, frutas y miel, y productos elaborados, quesos, conservas, repostería y platos preparados, siempre que se produzcan en Asturias y cumplan todos los requisitos de calidad específicos exigidos para cada producto, desde la materia prima y el proceso de elaboración hasta el producto final. Arándanos, kiwis, miel, queso de cabra, repollo relleno, carajitos, marañuelas, chorizo, morcilla y compango asturianos, pulpo, pescado de pincho y pescado de rula con artes sanos figuran en la selecta lista alternativa que han imitado otras comunidades de España, como Castilla y León.
Pedigrí para la tradición
Una de las últimas iniciativas para poner en el mapa la riqueza alimentaria asturiana es la marca Pro-Biodiversidad, a la que se han adscrito cinco productores de lechazo de los Picos de Europa. La etiqueta garantiza que los animales se han criado y manejado de una forma tradicional desde su nacimiento hasta que fueron sacrificados. Los productores de lechazo no tienen que hacer nada especial, sólo mantener la técnica tradicional con la que llevan trabajando toda la vida y que es merecedora de este sello de calidad.
Según el director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, "nuestra producción agroalimentaria está muy condicionada por el territorio, no vale con decir que Asturias es el Paraíso Natural, hay que poner en valor las producciones agroalimentarias que se llevan a cabo en explotaciones en espacios naturales y que se manejan bajo sistemas tradicionales".
Bajo esas premisas avanza la gran nave de las marcas de calidad. Su gran logro ha sido otorgar pedigrí a siglos de tradición. También a la hora de elegir productos que llevarse a la mesa el apellido importa.
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