Estudio de la UPM sobre los Huertos Urbanos
SEGÚN UN ESTUDIO DE LA UPM
Huertos urbanos “saludables” para la ciudadanía
Los huertos urbanos proliferan cada vez más. Concebidos generalmente más como una actividad de ocio que de producción de alimentos, estos espacios verdes tienen un efecto “saludable” en las urbes, ya que ayudan a filtrar contaminantes y mejoran la calidad del aire, entre otros aspectos.
14 MAYO 2018
https://www.efeagro.com/noticia/huertos-urbanos-salud/
Imagen de archivo de una parcela de huertos alquilados en Valencia. EFE/Manuel Bruque
Los huertos urbanos pueden mejorar la salud de la ciudadanía, ya que contribuyen a reducir el impacto de las ciudades sobre el cambio climático y a mejorar la calidad del aire, al filtrar contaminantes atmosféricos, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
"Se evitan problemas y gastos sanitarios por la mejora en la salud humana derivada de una mayor calidad del aire"
Así lo explica a Efeagro la investigadora Ivanka Puigdueta, coautora, junto a otros 4 científicos más, del estudio “Impactos de los huertos urbanos en la ciudad de Madrid”, aunque los datos del informe son “perfectamente extrapolables” a otras ciudades donde también hay huertos urbanos.
El estudio del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano (ITD) de la UPM y la Fundación Foro Agrario ha cuantificado el papel de los huertos urbanos frente al cambio climático y la contaminación atmosférica, además de analizar la calidad del suelo de estos espacios.
Flores de pepino, calabaza y tomate en un huerto urbano. Foto: EFE/Fernando Bravo
Huertos urbanos y cambio en hábitos de consumo
La investigadora especifica que se han percibido cambios en los hábitos de consumo de las personas que trabajan en los huertos urbanos como los son apostar por alimentos de proximidad y ecológicos o aumentar el consumo de productos hortofrutícolas en detrimento de las proteínas de origen animal, con claros efectos sobre el medio ambiente.
"Los huertos urbanos generan cambios en hábitos de consumo con repercusiones positivas sobre el medio ambiente"
En este sentido, Puigdueta destaca que tienen “repercusiones positivas sobre el cambio climático” al contribuir a un cambio en el comportamiento de las personas que participan en los huertos urbanos, así como influir en sus hábitos de consumo que pueden lograr disminuir un 10 % su huella de carbono individual.
El estudio recoge que la alimentación está en el origen de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) individuales, pero que cambios en nuestra dieta pueden estabilizar estas emisiones en niveles no peligrosos e incluso lograr su reducción.
También se han observado cambios relacionados con la movilidad urbana, con efecto sobre los GEI, ya que se priorizan el transporte público, la bicicleta o ir a pié, según la investigadora.
Huertos urbanos: potencial transformador en la sociedad
Puigdueta asegura que “los huertos urbanos tienen un potencial transformador en la sociedad” y vaticina que si estos comportamientos se extendieran al resto de ciudadanos de Madrid podría llegar a suponer una reducción de las emisiones equivalentes a las de todo el sector industrial madrileño.
"Los huertos urbanos sirven para filtrar los contaminantes atmosféricos y contribuyen a reducir su concentración"
Respecto a la contaminación atmosférica, la investigadora resalta el papel de los huertos urbanos en la mejora de la calidad del aire, ya que las plantas operan como filtros de aire y absorben los contaminantes generados por el tráfico rodado, los hogares y las industrias.
En este caso, el estudio ha analizado la absorción del ozono troposférico y del dióxido de nitrógeno, contaminantes que causan problemas de salud a toda la ciudadanía, en cuatro de los más de 200 huertos urbanos que hay actualmente en Madrid.
Ahorro en gasto sanitario por la acción de los huertos urbanos
De esta forma, según explica Puigdueta, la ciudad de Madrid se ahorra, por la acción de estos cuatro huertos urbanos objeto de estudio, el equivalente a 40.000 euros al año, al evitar problemas sanitarios por la mejora en la salud humana derivada de una mayor calidad del aire.
En Madrid, insiste la investigadora, hay más de 200 huertos urbanos, con lo que “nos podemos hacer una idea” del potencial que tienen para la calidad de vida de toda la ciudadanía.
Respecto a si ese “filtro” que ejercen las plantas tiene efecto sobre la calidad de los alimentos, Puigdueta especifica que no existe ningún riesgo por la ingesta de alimentos de cultivos que hayan absorbido los dos contaminantes atmosféricos estudiados (ozono troposférico y dióxido de nitrógeno)
Por otro lado, el estudio ha evaluado la calidad del suelo y, aunque los análisis revelan que las concentraciones de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), potencialmente perjudiciales para la salud, son bajas, “conviene cambiar” la tierra antes de cultivar para garantizar la salubridad de los alimentos.
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