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Control de plagas en agricultura ecológica: una combinación de técnicas que se han transmitido y puesto en práctica durante milenios y de nuevas investigaciones realizadas aprovechando los últimos adelantos tecnológicos.
Plagas del tomate, plagas del olivo…. y todo tipo de plagas de las plantas se pueden prevenir o reducir en gran medida con métodos agroecológicos sencillos de poner en práctica que nos van a ayudar a mantener un ecosistema equilibrado en nuestro huerto o jardín ecológico y a favorecer la biodiversidad.
El uso de agroquímicos de síntesis no está aconsejado porque a medio y largo plazo empobrecen los suelos y contaminan el aire, las aguas subterráneas y de ríos o arroyos próximos así como la propia tierra de cultivo. Además son muy dañinos para fauna tan importante para la naturaleza como los polinizadores. Su uso no es sostenible y no es saludable ni para el medio ambiente ni para nosotros.
12 cosas que puedes hacer para prevenir plagas en huerto y jardín.
1.- Apostar por los policultivos frente a los monocultivos.
Se ha comprobado que cultivar diferentes tipos de plantas frente a uno sólo tiene grandes beneficios para prevenir plagas. Esto ocurre por varios motivos:
- Hay mayor presencia y diversidad de depredadores naturales de los insecto plaga.
- Al cultivar varias plantas diferentes juntas, los insectos y otros pequeños animales plaga se pueden desorientar y son repelidos.
- Es más difícil y menos probable que una plaga se extienda en huertos o jardines con policultivo, ya que, requiere de mayor esfuerzo y es menos sostenible para el insecto plaga.
2.- Utiliza semillas autóctonas y de buena calidad.
Si quieres tener buenas hortalizas y plantas ornamentales necesitarás semillas de calidad. Las semillas ecológicas provienen de plantas con certificación ecológica que no han sido tratadas con productos de síntesis. Cuando siembres las semillas y las plantas en edad adulta te den nuevas semillas, éstas se podrán guardar y sembrar en sucesivas temporadas y germinarán sin problemas.
La gran mayoría de semillas que se encuentran en el mercado son semillas híbridas (F1, F2… dependiendo de la generación). ¿Cuáles son los inconvenientes de las semillas híbridas?. Aquí te expongo algunos motivos por los cuales recomiendo evitar semillas híbridas:
- Son semillas que, aunque no son transgénicas, han sido manipuladas para añadir alguna “mejora”. Se han obtenido a partir del cruce de diferentes variedades. Esto se puede dar de manera natural o espontánea en nuestro huerto o jardín a través de los polinizadores o el viento y no tiene porqué ser necesariamente negativo en estos casos. El problema está cuando se hace de forma artificial.
- Si guardas las semillas híbridas que obtengas de las plantas híbridas, F2 (segunda generación) para sembrar en la siguiente temporada la tasa de germinación de éstas va a ser muy muy baja porque el material genético de la semilla se degrada y los frutos que da la planta son de peor calidad. Es decir, que cada año tendrás que comprar de nuevo y nunca vas a saber con exactitud qué planta vas a obtener, puesto que la semilla contiene material genético de diferentes variedades.
¿Por qué es importante intentar conseguir semillas autóctonas y ecológicas? Porque están adaptadas al clima, plagas y otras condiciones de nuestra zona, contribuimos a que no desaparezca la biodiversidad local y no están sometidas a tratamientos con agroquímicos (por ejemplo para los hongos).
3.- Poner en práctica las rotaciones y asociaciones de cultivos.
La rotación de cultivos es cultivar diferentes plantas en el mismo lugar de manera sucesiva. Por ejemplo: primero cultivas tomates, cuando se termina la temporada retiras la planta y cultivas en ese mismo lugar después cultivamos habas, cuando las retiramos cultivamos lechugas, cuando cosechamos las lechugas sembramos patatas y así sucesivamente.
¿Qué se consigue con la rotación de cultivos? Alternando los cultivos en un mismo espacio evitamos que las plagas persistan, porque éstas aparecen en plantas concretas y si cada temporada cultivamos diferentes plantas, prevenirmos su aparición cada año. Además es una forma muy sencilla de aprovechar mejor los nutrientes del suelo.
La asociación de cultivos consiste en combinar plantas que generan sinergias entre sí, es decir, que cultivamos juntas y al mismo tiempo plantas de diferentes familias botánicas que van a crear un beneficio mutuo. Este beneficio puede ser repeler las plagas entre sí. Pero hay más beneficios de esta práctica. Lee sobre las rotaciones y asociaciones de cultivos para conocer más detalles.
4.- Cultivar plantas protectoras o repelentes de plagas.
Este tipo de plantas van a ser muy útiles para repeler a los insectos plaga. Además, este tipo de plantas repelentes de plaga son plantas aromáticas, culinarias o medicinales que podemos utilizar para otros menesteres.
Por ejemplo:
- La albahaca repele a la araña roja y a la mosca blanca
- La ortiga repele los pulgones
- La capuchina repele las hormigas y los caracoles.
Es muy útil y sencillo tener estas plantas protectoras en huertas y jardines porque son una gran ayuda.
Pero también podemos utilizar otras plantas multifunción para nuestro huerto o jardín, como por ejemplo la Bardana, la Consuelda o la Borraja que van a mejorar la fertilidad, proteger ante plagas, etc.
5.- Crear un estanque en tu huerto o jardín.
Un estanque puede tener un impacto muy positivo en nuestra huerta o jardín ecológico. No es necesario que sea muy grande, con dedicarle un metro cuadrado o similar podemos crear este espacio que va a favorecer la biodiversidad y atraerá a muchos animales (incluyendo los depredadores) que van a favorecer la autoregulación de las plagas impidiendo que éstas proliferen.
Lo mejor que podemos hacer en nuestro huerto o jardín es intervenir lo mínimo posible y dejar que se cree un equilibrio a base de la autoregulación de insectos plaga por medio de sus depredadores naturales. Por eso es importante conocer a los insectos beneficiososque van a ser nuestros aliados a la hora de regular las plagas.
Además la planificación y creación del propio estanque puede ser toda una experiencia y poder ver cómo lo utilizan para beber desde pájaros insectívoros pasando por libélulas, abejas hasta ranas que van a ayudar a mantener un ecosistema más rico en equilibrio
6.- Aporte adecuado de materia orgánica.
Ni el defecto ni el exceso de abono son beneficiosos, y mucho menos si se hace uso de productos de síntesis porque tienden a agotar los suelos a medio y largo plazo. Pero además, en cuanto a plagas, el exceso de nutrientes, como por ejemplo el nitrógeno, puede favorecer la proliferación de plagas de pulgón. En este caso, más no es sinónimo de mejor.
Lo recomendable es aprender a conocer las necesidades de macro y micronutrientes de las plantas que cultivamos y poner en práctica la rotación de cultivos.
Con la rotación de cultivos vamos a aprovechar mucho mejor los nutrientes del suelo porque cada tipo de planta puede tener unas necesidades diferentes.
De forma general, se suele aportar materia orgánica dos veces al año: en primavera y en otoño/invierno. Principalmente podemos usar compost que hagamos nosotros mismos, humus de lombriz, té de compost, mejorantes caseros a base de plantas (de Valeriana, de Ortiga, tierra de diatomeas, etc.).
No obstante, te recomiendo que leas esta guía sobre el suelo de cultivo y el abonado.
7.- Buen manejo del riego.
En ocasiones no saber regular correctamente y a tiempo el riego puede ser la principal causa de proliferación de plagas en nuestras plantas.
Hay cultivos que no soportan muy bien la falta de agua y no aguantan el estrés hídrico, por otra parte, el exceso de agua también es otra causa de que la planta pierda vitalidad debido a que hay una asfixia radicular y las raíces no pueden obtener correctamente los nutrientes del suelo.
Tanto el exceso como el defecto de agua mantenido tienden a debilitar a las plantas y esto las va a hacer más vulnerables a las plagas porque los insectos plaga son capaz de detectar cuándo una planta es más débil y la atacan.
Lee sobre el exceso de agua y el riego por goteo.
8.- Sembrar o plantar en el momento idóneo.
Cuando empezamos en la jardinería o la horticultura muchas veces no tenemos muy claro cuándo sembrar o trasplantar. Conocer este dato es muy importante para que la planta pueda crecer en el momento del año indicado.
Las plantas tienen un ciclo de vida y si tienen que desarrollarse bajo unas condiciones a las que no está acostumbradas no van a crecer correctamente y no tendrán la misma vitalidad que si la sembramos en el momento del año óptimo. Esto, como ya sabemos, las hace más vulnerables a las plagas.
¿Cuándo sembrar? Consulta los calendarios de siembra para hemisferios norte y sur para asegurarte de cuál es el mejor momento para esta labor tan importante.
9.- Evitar el laboreo profundo.
A la hora de prevenir plagas a veces nos olvidamos de lo importante que es la tierra o suelo de cultivo.
Si el suelo tiene una buena estructura va a permitir una buena circulación del aire y del agua y favorece la actividad biológica de microorganismos beneficiosos.
Un suelo en buenas condiciones puede hacer de filtro ante plagas siempre y cuando evitemos el laboreo profundo, una práctica que contribuye a reducir esa vida microbiana positiva que actúa como barreara protectora ante insectos plaga.
Y además de evitar el laboreo a más de 50 cm de profundidad, ¿Cómo podemos mejorar la vida microbiana del suelo? Los abonos verdes son una estrategia fantástica para conseguirlo. Lee sobre los abonos verdes.
10.- Poner acolchado o mulching.
El acolchado o mulching es un mantillo que se crea en la superficie de la tierra cuando se cubre con materiales como gravilla, paja, serín, césped cortado, trozos de corteza de árbol, algas, pinaza, hojas, etc. Esta práctica se lleva a cabo porque produce varios efectos beneficiosos en nuestro huerto o jardín:
- Inhibe la proliferación de plantas espontáneas, no cultivadas o adventicias. Estas plantas en muchas ocasiones sirven para hospedar insectos plaga, por lo tanto, si reducimos o limitamos este tipo de plantas estaremos previniendo plagas.
- Incrementa la fertilidad y microbiana de la tierra.
- Aumenta la capacidad de retención de humedad
- Protege las raíces de cambios de temperatura brusco.