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  • Pimientos asados

    Pimientos asados en su jugo, receta fácil

    Receta con explicación paso a paso para preparar de manera fácil unos pimientos asados en su jugo para tomar como guarnición, en ensaladas o sándwiches.

    Escrito por Mer Bonilla el 5/02/2015


    Preparación: 15 min   Cocción: 1 h    Dificultad: 1/5   Raciones:-  Coste: < 2 €

    Esta tarde os traemos una receta que no puede ser más fácil, unos pimientos asados en su jugo que ya casi os adelantamos cuando os explicamos nuestros trucos para pelar tomates y pimientos.

    En casa, estos pimientos asados en su jugo nos encantan tanto formando parte de ensaladas templadas del estilo de este timbal de ensalada de bacalao y verduras, como guarnición de platos de carne o pescado o en sándwiches como este al estilo sueco.

    Ingredientes

    • Pimientos rojos o verdes, 1 kg (*)
    • Sal de trufa o en escamas (**)
    • Aceite de oliva virgen extra

    (*) Que sean carnosos, como los de la variedad Lamuyo. No es aconsejable utilizar pimientos italianos porque tienen la carne demasiado fina.

    (**) Yo he utilizado la sal de trufa de la que os hablé eneste post, pero se puede usar cualquier sal en escamas o flor de sal como las que os enseñamos eneste otro post.

    Preparación de los pimientos asados en su jugo

    1. Precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
    2. Envolvemos cada uno de los pimientos en un trozo de papel de aluminio sin aceite ni sal ni nada.
    3. Los colocamos en una bandeja de horno y horneamos durante 45 minutos a 250ºC, pasado ese tiempo apagamos el horno, dejamos la puerta entreabierta, pero los dejamos dentro 15 minutos más.
    4. Sacamos la bandeja, vamos abriendo los paquetes con cuidado de no quemarnos y podremos pelar los pimientos sin dificultad, pues la piel saldrá sola. Rasgamos el pimiento pelado en tiras y las vamos dejando en una fuente. El jugo que hayan soltado en el papel de aluminio lo iremos recogiendo en un bol.
    5. Cuando hayamos pelado todos, añadimos sal al gusto, el jugo pasado por un colador para que no nos caigan las semillas y aceite de oliva virgen extra al gusto.

    Resultado

    Con muy poco trabajo tenemos unos riquísimos pimientos asados en su jugo que se conservan hasta 3 días en una fuente tapada con papel film en la nevera.

    No os indico las raciones porque depende del uso que les vayamos a dar, pero haceros la idea de que si son para servirlos como guarnición de un plato de carne o de pescado saldrán unas 4-5 raciones.

    En casa nos gustan simplemente con sal y aceite de oliva virgen extra, pero también se les puede añadir ajo picado y/o un chorrito de vinagre.

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  • Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz (receta para microondas)

    Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz, receta para microondas

    Escrito por Ana Suso el 31/10/2014

    Estos son unos deliciosos pastelitos que haremos muy rápidamente en el microondas. Es otra manera de hacer que los más reacios a las acelgas, y a las verduras en general, nos las comamos sin protestar, ya que van muy bien acompañadas y bajo una rica capa de queso gratinado.

    Son unos pastelitos muy completos, ya que combinamos verdura con cereal y marisco, además de contener lácteos y huevo. Por supuesto, podemos combinar en estos pastelitos los ingredientes que más nos gusten o los “restillos” que tengamos por la nevera. Además están ricos calentitos o a temperatura ambiente, por lo que serán también una estupenda opción para llevar de tupper al trabajo.

    Ingredientes

    Para 4 pastelitos:

    • 200 gr.  de acelgas frescas o congeladas
    • 1 huevo XL
    • 125 gr. de queso crema
    • 125 ml de nata para cocinar
    • 10 langostinos
    • 50 gr.  de maíz dulce
    • 1 cucharadita de pimienta y nuez moscada
    • Aceite de Oliva Virgen Extra
    • Sal de ajo o sal común
    • Queso rallado

     

    Preparación de los Pastelitos de acelgas, langostinos y maíz en el microondas

    1. He utilizado acelgas congeladas. En un recipiente apto para microondasponemos las acelgas congeladas con una cucharadita de agua. Cocinamos a máxima potencia durante 3 minutos. Removemos añadimos sal de ajo y cocinamos otros 3 minutos. Escurrimos y reservamos.
    2. Pelamos los langostinos y los cortamos en trocitos de bocado. Los ponemos en un bol y añadimos un chorrito de aceite y sal de ajo. Cocinamos a máxima potencia durante 1 minuto.
    3. Mezclamos en un bol las espinacas, los langostinos y el maíz. Rectificamos de sal.
    4. Pincelamos con aceite los moldes que hayamos elegido para cocinar nuestros pastelitos. En esta ocasión he elegido unos bajitos de silicona. Llenamos con la mezcla.
    5. Batimos con la batidora la nata líquida, el queso crema y el huevo. Añadimos la pimienta y la nuez moscada. Removemos.
    6. Vertemos la masa líquida en los moldes sobre la mezcla de acelgas.
    7. Cocinamos en el microondas durante dos minutos a máxima potencia. Dejamos reposar en el interior. Comprobamos que están hechos con un palillo, que saldrá limpio si ya están listos. Si utilizas moldes más altos necesitarás más tiempo de cocción.
    8. Sacamos y espolvoreamos con queso rallado.
    9. Volvemos a meterlos al microondas y programamos el grill durante 1 minuto o hasta que veamos el queso fundido y los bordes un poco doraditos. Dejamos reposar.

    Resultado

    Y ya tenemos listos unos deliciosos y rápidos pastelitos, que serán una cena perfecta acompañados de una rica ensalada de tomate, por ejemplo.

    Si estamos cuidando la línea, podemos sustituir la nata líquida por leche evaporada y utilizar queso crema light.

     

  • Ensalada de Espinaca y Fresas

    Ingredientes

    Ensalada con fresa, almendras, espinacas y aguacate:

    • 4 a 6 tazas espinacas o espinaca bebe
    • 8 fresas
    • 1 aguacate, maduro (opcional)
    • 4 cucharadas almendras picadas o fileteadas

    Aderezo de fresa:

    • ½ taza fresas picadas
    • ¼ taza aceite oliva
    • 1 cucharada vinagre balsámico
    • 1 cucharada agua o al gusto
    • 1 cucharita jugo de limón
    • Miel de abeja o azúcar, al gusto
    • Sal y pimienta, al gusto

    Elaboración

    Aderezo de fresa:

    1. Limpia las fresas y retira el rabito.
    2. Coloca todos los ingredientes en la licuadora. Licua hasta que tenga consistencia tersa.
    3. Sazona al gusto con sal, pimienta y revisa el dulzor. Si lo prefieres más liquido agrega más agua al gusto.

    Ensalada con fresa, almendras, espinacas y aguacate:

    1. Corta el rabito de las fresas y corta en 4. Separa las espinacas del tallo, a mi me gusta usar espinaca baby o espinaca bebe ya que las hojas son más chicas y con tallos más chicos.
    2. Coloca las espinacas en un plato, encima agrega las fresas, aguacate en cubos o lajas, almendras y acompaña con el aderezo de fresa al gusto.

    Notas

    VEGANO: Reemplaza la miel de abeja en el aderezo por miel de agave, stevia, azúcar o tu endulzante favorito.

    También está buenísima con un simple aderezo de aceite y vinagre balsamico.

  • Ensalada Caprese

    La ensalada caprese es una ensalada a base de tomate y mozzarella. Su apellido indica su procedencia, la isla de Capri, en Italia. Es una ensalada muy fácil, fresca y deliciosa. Hacerla no te llevará más de 5 minutos, pues sólo hay que cortar tomate y mozzarella en rodajas y aliñar. Eso sí, para disfrutarla hay que hacerse con unos buenos tomates, un buen aceite y una buena mozzarella de búfala.

    Aquí te dejo la receta:

    Personas: 4 Tiempo: Dificultad: Fácil

    Ingredientes

    • 1 bola de mozzarella de búfala
    • 2 tomates maduros
    • Hojas de albahaca fresca
    • Aceite de oliva
    • Pimienta negra recién molida
    • Aceitunas negras (opcional)
    • Sal

    Elaboración

    1. Lava los tomates y quítales el tallo haciendo a su alrededor un círculo con un cuchillo.
    2. Corta los tomates en rodajas de medio centímetro de grosor, más o menos.
    3. Añadea cada rodaja una pizca de sal.
    4. Corta la bola de mozzarella de búfala más o menos de igual grosor que las rodajas de tomate.
    5. En el plato de servir, intercala rodajas de tomate y rodajas de mozzaella.
    6. Añade unas aceitunas negras si lo deseas.
    7. Lava las hojas de albahaca y sécalas bien. Repártelas por la ensalada.
    8. Aliña con aceite de oliva virgen extra al gusto.
    9. Por último, espolvorea la ensalada caprese con un poco de pimienta negra recién molida.
    10. Y listo.

    Sugerencias, trucos y consejos

    • A mi me gusta echarles la sal sólo a los tomates, para equilibrar, ya que la mozzarella de por si está algo salada. No obstante, si te gusta más, puedes añadir la sal al final.
    • Puedes utilizar aceite de albahaca para darle un sabor aún más intenso a albahaca. 
    • Puedes aderezar la ensalada caprese con un poco de vinagre balsámico, si lo deseas.
    • En esta ensalada, al tener pocos ingredientes, la calidad de los mismos es primordial, sobre todo, el tomate, la mozzarella y el aceite de oliva

  • Tortitas de calabacín

    Rösti de Calabacín (o tortitas de calabacín)

    Escrito por Ana Fuentes el 26/07/2012 a las 7:02

    Hoy os traigo una receta a medio camino entre mis buenos propósitos de comer sano y mis verdaderos deseos de hincharme de fritos.

    Estas tortitas de calabacín son un ejemplo estupendo de cómo dejaros una buena sensación en el paladar sin atormentaros por las calorías de más.

    Ingredientes

    1 calabacín grandecito o 2 normales

    1 huevo

    Sal y pimienta

    60 gr. de harina

    1 cucharada sopera de harina de maíz (maizena)

    1 cucharadita de impulsor químico (“levadura” Royal)

    1 cucharada sopera de pan rallado

    1 cucharada sopera de parmesano rallado (también vale cualquier otro queso curado)

    Un chorrito de aceite para freir

     

    Preparación

    Lo primero que haremos será pelar el calabacín. A mi me gusta pelarlo enterito, pero hay quien también gusta de dejarle unas tiritas de piel o incluso dejarlo entero… eso va en gustos, se puede hacer de todas las maneras. Lo que sí es importante, dejes como dejes el calabacín es que lo limpies bien bien bien debajo del grifo.

    Una vez lavado procedemos a rallarlo con un rallador. Si tienes uno de esos que tienen varios grosores de agujeritos, usa los más grandes, como si fueras a rallar queso.

    Deja el calabacín rallado sobre un escurridor para que vaya soltando toda el agua (tiene mucha eh? El volumen se va a quedar reducido a la mitad). Podemos ayudar a que suelte más agua aplastando con la mano. Lo dejamos escurriendo mientras preparamos la masa para las tortitas.

    Batimos el huevo en un bol amplio y le añadimos el calabacín lo más escurrido que podamos (coge pequeñas porciones y aplástalas entre tus manos para que suelten toda el agua posible). Salpimentamos a nuestro gusto y mezclamos bien. Seguidamente añadimos la harina, la maizena, la cucharadita de impulsor químico, el pan rallado y el parmesano. Revolvemos todo bien y reservamos.

    Para terminar, ponemos a calentar un chorrito de aceite en una sartén (mejor si es antiadherente). Cuando el aceite esté bien caliente, con la ayuda de un par de cucharillas cogemos pequeñas porciones de masa y las ponemos a dorar en el aceite. Verás que es muy fácil, la parte que entra en contacto con el aceite se dora enseguida y es facilísimo darles la vuelta para que se doren por el otro lado.

    Cuando estén hechas por los dos lados, retira a una fuente con papel absorvente para que suelten el exceso de aceite y repite el proceso hasta acaba con toda la masa.

    Solas, como aperitivo y mojaditas en cualquier salsa están estupendas, aunque también es un acompañamiento perfecto para carnes y pescados y pueden sustituir perfectamente a cualquier guarnición a base de patatas. De hecho, este mismo proceso puedes hacerlo con unas patatas cocidas en vez de calabacín y tendrás unas magnificas tortitas de patata (en paises germanos esto se conoce como Rosti de patata y es toda una institución en sus menús). Anímate también a hacer tortitas con cebolla, o ¿por qué no? Mezclarlo todo!! Rosti de patata, calabacín y cebolla!! Como nuestra tortilla de siempre pero en cómodos bocados para llevar… será por ideas!

     

    Resultado

    Como aperitivo o guarnición, un plato versatil y delicioso.

     
    recetas de guarniciones

  • Porrusalda

    Porrusalda, receta tradicional

    Os proponemos una deliciosa receta de una sopa de puerros típica del País Vasco que se llama porrusalda. Será tu favorita en las noches más frías.

    Escrito por Mer Bonilla el 6/10/2014 a las 11:16

    Tiempo: 30 min   Dificultad: fácil   Raciones: 3-4   Coste: barato


    En general, a los cocinillas nos encanta experimentar en la cocina, probar cosas nuevas o métodos diferentes para cocinar. Pero también disfrutamos del recetario más tradicional, de la gastronomía típica de la tierra, de los platos de cuchara de toda la vida como este que os traemos hoy. Un plato humilde, barato, ligero, muy fácil de preparar y enormemente reconfortante en esos días más fríos que ya empiezan a dejarse notar.

    Porrusalda significa literalmente “caldo de puerros”, y es que, aunque se hace de muchas formas, el puerro es siempre el ingrediente principal. Puede llevar o no zanahoria, puede llevar trozos de bacalao o huevo duro picado, pero en casa la versión que más nos gusta es la que os traemos hoy.

    ¡Tomad nota!


    Ingredientes para hacer Porrusalda


    • puerros grandes
    • zanahorias medianas
    • patatas medianas
    • cebolletas (solo el tallo verde)
    • 1,2 litros de caldo de pescado, pollo o verduras (*)
    • sal al gusto

    (*) Yo le pongo caldo de pescado casero hecho con unos cuantos huesos de rape.


    Preparación de Porrusalda


    1. Pelamos las hortalizas, retiramos las partes feas, las lavamos y las cortamos en trozos de bocado (los puerros, cebolleta y zanahorias en rodajas y las patatas en dados).
    2. En una cacerola amplia ponemos el aceite a calentar a fuego medio (6/12), echamos las hortalizas cortadas y damos unas vueltas con la cuchara. No buscamos que las hortalizas se doren ni que se cocinen, solo que se impregnen con el aceite. Salamos ligeramente.
    3. Añadimos el caldo y subimos el fuego hasta que rompa a hervir.
    4. Cuando hierva, bajamos el fuego (3/12) lo justo para que se mantenga el hervor y dejamos cocer destapado durante unos 20 minutos o hasta que veamos que las hortalizas están tiernas.
    5. Rectificamos de sal si fuese necesario y servimos. En el momento de servir, se pueden poner por encima un huevo duro picado, aunque esto es opcional.

    Resultado

    Se trata de un plato sencillísimo y perfecto como cena para una noche de invierno. La clave del éxito está en el caldo, cuánto más rico sea éste, mejor será el resultado final, por eso os animamos a preparar vuestros propios caldos caseros para tenerlos siempre a mano en el congelador para este tipo de cosas.

  • Crema de guisantes con menta

     

    Crema de guisantes con menta

    Receta fácil y rápida con explicación detallada paso a paso con fotografías para preparar una deliciosa crema de guisantes con menta.

    Escrito por Mer Bonilla el 11/03/2015 a las 11:03

    Preparación: 1 min   Cocción: 7 min   Dificultad: 1/5  Raciones: 2  Coste:  < 1 €

    Después de todas las patatas y el bacon de las recetas de ayer, hoy regresamos con algo verde, que ya falta menos de una semana para San Patricio y en Cocinillas nos encanta saborear Irlanda por estas fechas. O al menos intentarlo, porque esta receta de crema de guisantes con menta que es la que suelo preparar en casa y, aunque inspirada en los populares “Mushy peas” que se consumen en tierras irlandesas, sus ingredientes resultan más fáciles de conseguir donde yo vivo,

    A diferencia de los “Mushy peas” que es un puré que se prepara con guisantes secos que hay que poner a remojo como si fuesen garbanzos antes de cocerlos y que yo no he sido capaz de conseguir aquí en Ferrol, esta crema de guisantes con menta se prepara con guisantes congelados o, ahora que está a punto de empezar la temporada, con guisantes frescos.

    Ingredientes

    • Guisantes, frescos o congelados, 350 g
    • Agua, 200 ml
    • Mantequilla, 15 g
    • Azúcar, 1 cucharadita (*)
    • Zumo de limón o vinagre blanco, 1 cucharada (*)
    • Salsa de menta, 1 cucharada (**)
    • Sal, al gusto

    (*) El azúcar y el zumo de limón (o el vinagre) son opcionales pero es, junto con respetar el tiempo de cocción, una de las claves para que los guisantes mantengan un intenso color verde después de cocinados.

    (**) La salsa de menta se puede encontrar en grandes superficies, pero se puede hacer macerando unas cuantas hojas de menta fresca con vinagre y un poco de sal.

    Preparación de la Crema de guisantes con menta

    1. En un cazo ponemos el agua y la mantequilla a calentar con el fuego a tope (12/12).
    2. Cuando rompa a hervir, añadimos los guisantes congelados, el azúcar y elzumo de limón o el vinagre blanco. Esperamos a que recupere el hervor (tardará un par de minutos), bajamos el fuego (6/12) y dejamos cocinar 5 minutos más (si son congelados, conviene consultar las instrucciones de la bolsa sobre el tiempo de cocción porque puede variar en función del tamaño de los guisantes).
    3. Escurrimos los guisantes pero sin tirar el caldo de cocción. Los trituramos con la batidora, añadimos la cucharada de salsa de menta y caldo hasta obtener la consistencia deseada. Yo suelo añadirlo todo.
    4. Añadimos sal al gusto, terminamos de triturar y servimos. Si queremos una textura más fina se puede pasar por un colador chino.

    Resultado

    Esta crema de guisantes con menta, aparte de ser facilísima de preparar, gracias al frescor que aporta la salsa de menta no resulta nada pesada de comer y es una forma deliciosa de disfrutar de estas legumbres para todas esas personas a las que las “bolitas verdes” en el plato no les hacen ninguna gracia.

    Si se toma caliente resulta reconfortante, ya que como los guisantes tienen fécula, a pesar de no usar leche ni nata en la crema, el resultado final es muy untuoso. Si se toma fría, se potencia el sabor de la menta y resulta un plato muy refrescante.

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