menta

  • Qué hacer y qué no hacer cuando cultivamos menta

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    Es una de las aromáticas más buscadas y comunes en el hogar. No hay jardinero que no haya tenido menta en su jardín ni amante de la jardinería que no quiera tenerla. Es de un aroma exquisito, crece rápido, de un color verde brillante y el complemento perfecto para comidas, postres y bebidas. Los que ya la han tenido en casa conocen todos sus usos y beneficios y los que aún no la tienen, no dudarán en cultivarla una vez conocidas todas sus virtudes. Pero, como cualquier otra planta, la menta tiene sus pequeñas “mañas”. Hay pequeños tips que debemos tener en cuenta a la hora de cultivarla… cosas que hacer y cosas que no…

    Cultivar menta 1

    Aquellos que han pensado en comenzar un jardín de hierbas aromáticas (o los que ya lo tienen) saben que la menta en una de las favoritas para iniciarse. Su cultivo es sencillo y nos permite hacer toda clase de recetas con ella sin importar el momento del día en el que estemos.

     

    Cultivar menta 2

    Pero así de fácil que es de cultivar, puede ocasionarnos algunos inconvenientes en el jardín si no lo hacemos de la forma correcta. Es una planta invasiva, crece rápido, sus raíces “corren” a pasos agigantados, van brotando hojas nuevas constantemente a medida que avanza y en poco tiempo puedes perder algunas de tus plantas preferidas si no la controlas, incluyendo el césped.

    Veamos entonces qué hacer y qué no hacer para cultivarla. Pequeños tips y consejos que nos permitirán lograr el equilibrio perfecto y poder tener menta en nuestro jardín y para nuestro consumo.

    • Elegir una ubicación para la menta que le permita recibir sol en la mañana y sombra parcial en la tarde.
    • Si vamos a cultivarla en tierra, hacerlo dentro de un contenedor, maceta o jardinera. También podemos cultivarla en sólo en maceta o jardinera.
    • Si vamos a cultivarla en un espacio con flores, colocar primero un recipiente, maceta, bolsa de malla con una profundidad de al menor 5 centímetros, dejando un borde sobre el nivel del suelo. De este modo el sistema radicular de la menta estará contenido sin producir daño a las demás plantas.
    • Cosechar ramas de menta antes de que la planta florezca.
    • Si se desea extender la temporada de cosecha, hay que evitar que florezcan sus flores.
    • Si ha cultivado la menta en una cama de jardín, debe aplicarse mulch para evitar su propagación.
    • Cultivar la menta con una distancia entre sí de 15 centímetros y procure podarla con regularidad.
    • Si decidimos cultivar la menta en el interior, hay que buscarle un lugar donde reciba buena luz durante la mañana pero siempre cuidando que esté lejos de las fuentes de calor del hogar.
    • Jamas debemos plantar una menta en una cama de jardín sin antes hacer colocado un recipiente para contener el crecimiento de sus raíces; y también verificar que el recipiente que coloquemos no esté dañado ya que las raíces siempre encontrarán esos espacios para superar la barrera y seguir con su crecimiento.
    • Mantener un buen nivel de humedad para evitar que la planta se seque.

    Cultivar menta 3

  • Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Nos alegró mucho saber que los que habéis probado las Lentejas con manzana y aguacate disfrutasteis del plato, así que vamos a seguir compartiendo nuestras recetas con lentejas que combinamos con distintas ensaladas o guarniciones que son ideales para continuar disfrutando de las legumbres en verano, hoy con estas Lentejas con rabanitos, pepino y menta.

    Seleccionamos una lenteja del país que nos encanta, es la que consumimos de forma habitual, la lenteja pardina de Tierra de Campos, además de suave y cremosa, es de rápida cocción sin necesidad de ponerla en remojo. Una sencilla cocción da como resultado un plato delicioso, pero le añadimos mucha chispa con los refrescantes sabores de los rabanitos, el pepino, la hierbabuena y algunas especias. Además de sabor, es un contraste de texturas muy agradable. Esperamos que también os animéis a probar esta receta de lentejas y nos contéis qué os parecen, tenemos muchas propuestas más que compartir con esta humilde legumbre.

    Ingredientes (4 comensales)

     

     

    Para las lentejas

     

    380 gramos de lentejas pardinas, 1/2 cebolla blanca, 1-2 dientes de ajo, 1 hoja de laurel, 1 ramita de tomillo fresco, 1 c/p generosa de pasta de pimiento choricero, 1/2 c/c de comino, 1/2 c/c de pimienta negra recién molida, sal, c/n de agua.

     

    Para la guarnición

     

    4 rabanitos, 1 pepino grande, 1 cebolla tierna (media si es muy grande), 1 trozo de raíz de jengibre (algo menos de una nuez), c/n de hojas de hierbabuena o menta, aceite de oliva virgen extra, flor de sal picante (o sal y pimienta al gusto).

     

    Elaboración

    Lava bien las lentejas y escúrrelas. Ponlas en una olla convencional y añade la cebolla pelada y cortada en uno o dos trozos, los dientes de ajo pelados y con un golpe, la hoja de laurel, el tomillo, la pasta de pimiento choricero, el comino y la pimienta negra. Añade sal al gusto y agua, unos dos o tres dedos por encima del nivel de las lentejas.

    Pon la olla al fuego y lleva a ebullición, cuando rompa a hervir, baja el fuego al mínimo y cuece, con la olla tapada, durante 30 minutos o hasta que las lentejas estén tiernas. Antes de servirlas retira el tomillo y el laurel, el resto de ingredientes troceados se pueden servir o retirar, en ese caso resérvalos para añadirlos a un puré de verduras o similar.

    Lentejas con rabanitos, pepino y menta

    Prepara la ensalada o guarnición para las lentejas, lava bien los rabanitos, y con ayuda de un pelador de verduras (o con la mandolina) corta finas rodajas. Pela el pepino y córtalo también con el pelador dándole vueltas para utilizar todo el exterior, el interior de semillas resérvalo para un gazpacho, por ejemplo.

    Corta ahora la cebolla tierna, el mismo pelador te proporcionará finas láminas de cebolla. Pela el jengibre y rállalo. Pon todos estos ingredientes en un bol y adereza con flor de sal picante y aceite de oliva virgen extra.

    Emplatado

    Estas lentejas puedes servirlas calientes o frías, apenas tienen caldo pero sí conviene que no estén muy secas. Sírvelas en los platos hondos y reparte en el centro la ensalada de rabanitos, pepino y menta. ¡Buen provecho!

    Lentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y mentaLentejas con rabanitos, pepino y menta

  • Crema de guisantes con menta

     

    Crema de guisantes con menta

    Receta fácil y rápida con explicación detallada paso a paso con fotografías para preparar una deliciosa crema de guisantes con menta.

    Escrito por Mer Bonilla el 11/03/2015 a las 11:03

    Preparación: 1 min   Cocción: 7 min   Dificultad: 1/5  Raciones: 2  Coste:  < 1 €

    Después de todas las patatas y el bacon de las recetas de ayer, hoy regresamos con algo verde, que ya falta menos de una semana para San Patricio y en Cocinillas nos encanta saborear Irlanda por estas fechas. O al menos intentarlo, porque esta receta de crema de guisantes con menta que es la que suelo preparar en casa y, aunque inspirada en los populares “Mushy peas” que se consumen en tierras irlandesas, sus ingredientes resultan más fáciles de conseguir donde yo vivo,

    A diferencia de los “Mushy peas” que es un puré que se prepara con guisantes secos que hay que poner a remojo como si fuesen garbanzos antes de cocerlos y que yo no he sido capaz de conseguir aquí en Ferrol, esta crema de guisantes con menta se prepara con guisantes congelados o, ahora que está a punto de empezar la temporada, con guisantes frescos.

    Ingredientes

    • Guisantes, frescos o congelados, 350 g
    • Agua, 200 ml
    • Mantequilla, 15 g
    • Azúcar, 1 cucharadita (*)
    • Zumo de limón o vinagre blanco, 1 cucharada (*)
    • Salsa de menta, 1 cucharada (**)
    • Sal, al gusto

    (*) El azúcar y el zumo de limón (o el vinagre) son opcionales pero es, junto con respetar el tiempo de cocción, una de las claves para que los guisantes mantengan un intenso color verde después de cocinados.

    (**) La salsa de menta se puede encontrar en grandes superficies, pero se puede hacer macerando unas cuantas hojas de menta fresca con vinagre y un poco de sal.

    Preparación de la Crema de guisantes con menta

    1. En un cazo ponemos el agua y la mantequilla a calentar con el fuego a tope (12/12).
    2. Cuando rompa a hervir, añadimos los guisantes congelados, el azúcar y elzumo de limón o el vinagre blanco. Esperamos a que recupere el hervor (tardará un par de minutos), bajamos el fuego (6/12) y dejamos cocinar 5 minutos más (si son congelados, conviene consultar las instrucciones de la bolsa sobre el tiempo de cocción porque puede variar en función del tamaño de los guisantes).
    3. Escurrimos los guisantes pero sin tirar el caldo de cocción. Los trituramos con la batidora, añadimos la cucharada de salsa de menta y caldo hasta obtener la consistencia deseada. Yo suelo añadirlo todo.
    4. Añadimos sal al gusto, terminamos de triturar y servimos. Si queremos una textura más fina se puede pasar por un colador chino.

    Resultado

    Esta crema de guisantes con menta, aparte de ser facilísima de preparar, gracias al frescor que aporta la salsa de menta no resulta nada pesada de comer y es una forma deliciosa de disfrutar de estas legumbres para todas esas personas a las que las “bolitas verdes” en el plato no les hacen ninguna gracia.

    Si se toma caliente resulta reconfortante, ya que como los guisantes tienen fécula, a pesar de no usar leche ni nata en la crema, el resultado final es muy untuoso. Si se toma fría, se potencia el sabor de la menta y resulta un plato muy refrescante.

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